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31ene18
España asume el mando de la misión europea en Malí para frenar el yihadismo
España asume desde hoy el mando de la misión europea EUTM-Malí, que desde el año 2013 se dedica a asesorar y entrenar a las Fuerzas Armadas locales y evitar así que el país se convierta en «pasto» del terrorismo, en palabras de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. «Hoy es un día importante para España. Asumir el mando es un honor», ha dicho la ministra en el cuartel general de la misión, en Bamako.
«Hoy la amenaza no está a la vuelta de la esquina, sino en todos los lugares del mundo, y hay que ir allí donde está el peligro», ha declarado después de ser recibida por el general español de brigada Enrique Millán Martínez, que desde hoy asume la dirección de la misión, y su antecesor, el general belga Bart Laurent. «Hay un intangible», ha dicho Cospedal en un discurso ante el personal del destacamento, «y es el derecho a la seguridad de todos. Sin seguridad no hay justicia».
La ministra, que ha llegado a Malí desde Gabón con varias horas de retraso por culpa de una avería en el avión que la transportaba, ha agradecido a las tropas desplegadas en Malí la labor que realizan fuera de España, «tan lejos de nuestras fronteras y tan cerca de los corazones de los españoles». Con su labor «ayudan a tener un país seguro y vivir en libertad», ha subrayado. «Les quiero dar las gracias en nombre de todos los españoles por su entrega y generosidad a España».
La ministra de Defensa asiste hoy en Bamako a la ceremonia que escenificará el traspaso de manos belgas a españolas del mando de una misión «fundamental» para hacer frente al terrorismo yihadista. Desde hoy, 31 de enero, y hasta finales de noviembre, el general de brigada Enrique Millán Martínez se pone al frente de una misión que tiene como fin apoyar la formación y la autonomía de las Fuerzas Armadas malienses, y que puedan ser independientes en las operaciones necesarias para recuperar la integridad territorial del país y neutralizar la amenaza de los grupos terroristas.
En palabras del general Millán, la misión europea trata de «reconstruir» un Ejército que se desmoronó entre 2012 y 2013, después de que Francia frenara con la operación «Serval» el avance de los yihadistas hacia la capital, Bamako. Fuerzas tuaregs, yihadistas autóctonos y muyahidines de países vecinos estuvieron a punto de hacerse con el control del Estado, después de imponerse en regiones del norte como Tombuctú.
El principal reto para el liderazgo español en el tercer mandato de la operación, que se prolongará hasta mayo, a la espera de que se apruebe un cuarto mandato, es afrontar el retorno de yihadistas que combatieron en las guerras de Siria e Irak. Los terroristas quieren extenderse desde el norte de Malí y hacerse con el control del centro del país. «Eso nos va a complicar la misión», reconoce el general Millán. El objetivo es evitar que Malí se convierta en «un santuario de terroristas».
No obstante, EUTM no es una misión ejecutiva, con lo que los militares desplegados no participan en actividades de combate ni acompañan a las unidades malienses en sus operaciones. «No vamos a hacer las cosas por ellos. No es nuestra misión. Les enseñamos a hacer lo que quieren hacer», explica el nuevo jefe de la misión en Malí.
Tras frenar en 2013 el avance yihadista con la operación militar francesa, la UE puso en marcha EUTM, con el objetivo de asesorar al Ejército local para el establecimiento de una cadena de mando y control eficiente de sus fuerzas, y adiestrar a las distintas unidades. Cubiertas estas urgencia en las dos primeras fases, el tercer mandato, que se prolongará hasta mayo a la espera de que se apruebe un cuarto, intentará culminar el proceso de descentralización.
Hasta ahora, la misión se había desarrollado esencialmente en la capital, Bamako, y en el campo de adiestramiento de Koulikoro, donde los soldados malienses se forman en artillería, tiro o combate en poblaciones para poder desplegarse al norte del país, zona recuperada de la manos de los grupos yihadistas. El mando español trabajará para que esta labor de asesoramiento y adoctrinamiento se pueda hacer en cuarteles distribuidos a lo largo del país. «Con esta descentralización, la misión adquiere más complejidad», según la ministra Cospedal.
Más efectivos
El Congreso de los Diputados aprobó la semana pasada incrementar el número de efectivos destinados en Malí de 140 a 292 efectivos, en una misión que supondrá un coste 88,57 millones de euros, frente a los 72,9 del año pasado. Con este despliegue, el contingente español es ahora el más numeroso en Malí. Para España es prioritario que haya un Sahel seguro y establecer una zona de seguridad en el norte de África. En total, más de 11.500 soldados malienses han recibido formación, lo que representa alrededor de un tercio de las tropas locales.
Por su orografía y por su emplazamiento, Malí es un país clave en la ruta de la inmigración ilegal, el tráfico de drogas y armamento. Con una extensión que triplica a España, solo tiene 18 millones de habitantes. Amplias zonas desérticas están deshabitadas, lo que dificulta aún más el control de todo el territorio, con un ejército débil y varios grupos terroristas activos, con etnias enfrentadas entre sí.
Un total de 27 países, además de Malí, participan en una misión integrada por unos 580 hombres y mujeres. Durante esta fase, el área de operaciones de la misión se extenderá desde el sur del país hasta la curva del río Níger, incluyendo Gao y Tombuctú.
[Fuente: Por Jaime G. Mora, ABC, Madrid, 31ene18]
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