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29ago12
Por primera vez un policía pedirá disculpas públicas a periodista que fue agredida y obstaculizada en su trabajo informativo
Jhonny Alexander Carrasco Espinoza, policía del comando anti motines y anti disturbios (Cobras) pedirá disculpas públicas, este miércoles 29 de agosto a la periodista Sandra Marybel Sánchez, por haberla agredido e impedido que realizara su trabajo periodístico libremente, durante un operativo que realizaba esa unidad de la Policía Nacional en marzo del 2011.
Esta será la primera vez que un miembro de la policía asumirá públicamente que agredió a un periodista y que debe responsabilizarse por ello, pero además pagará el precio de la cámara destruida y se someterá a una capacitación intensiva sobre derechos humanos, con énfasis en el Derecho de Libertad de Pensamiento y Expresión.
Todo ello como resultado de una conciliación entre la periodista Sánchez y el policía Jhonny Alexander Carrasco Espinoza, luego que la Fiscalía de Derechos Humanos presentara requerimiento fiscal en su contra, con base en una alerta levantada por el Comité por la Libre Expresión (C-Libre), que registró y denunció las agresiones de las que ella y el camarógrafo Uriel Rodríguez, fueron víctimas.
Carrasco Espinoza, fue el único acusado de un grupo de aproximadamente ocho policías, que el 21 de marzo del 2011, pretendieron detener a la periodista y despojarla de su cámara, cuando hacía registro fotográfico del momento en que el grupo de policías al que él pertenece, lanzaba bombas lacrimógenas al interior de un autobus urbano, en el que se transportaban personas de todas las edades, incluyendo niños.
En medio de los efectos de los gases lacrimógenos, la periodista intentaba registrar el hecho con su cámara fotográfica, pero al darse cuenta los agentes de lo que estaba ocurriendo, se lanzaron contra ella, para arrebatar su herramienta de trabajo y llevarla detenida.
Sánchez se resistió a la detención, y cuando los policías (unos ocho) se pusieron más agresivos, lanzó su cámara a una persona que intentaba disuadirlos de la agresión, con tan mala suerte que se destruyó al impactar en el suelo. El camarógrafo Uriel Rodríguez al filmar lo que estaba pasando, desató la furia de los policías, quienes lanzaron balas de goma a sus piernas hasta hacerlo caer.
La comunicadora que se desempeñaba en ese entonces como Directora de Radio Gualcho y corresponsal free lance para el canal alemán, Deutsche Welle, daba cobertura, igual que decenas de periodistas de otros medios de comunicación, a largas jornadas de protesta que las organizaciones magisteriales realizaban reiteradamente, frente al Instituto Nacional de Previsión del Magisterio.
En esa fecha, igual que en los días anteriores, policías del comando cspecializado Cobra, no sólo dispersaban y reprimían a los manifestantes lanzando agua con químicos y tintes desde las tanquetas, bombas lacrimógenas, balas de goma y toletazos y descargaron sus altos niveles de agresividad sobre los manifestantes, sino también a la prensa que registraba sus actuaciones con grabadoras, cámaras de videos y fotográficas en mano.
La conciliación no abarca al camarógrafo Rodríguez, pues este no atendió ninguna de las citas hechas por el Juzgado de Letras de lo Penal, ni las de la Fiscalía de Derechos Humanos.
[Fuente: Comité por la Libre Expresión, Tegucigalpa, 29ago12]
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