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27jun03


Conclusiones de la marcha por la vida.


Hace 28 años una marcha de olanchanos, encabezada también por sacerdotes, fue detenida y reprimida por el Ejército y la Policía en el Valle de Lepagüare, mientras avanzaba hacia Tegucigalpa.

Hace siete días, una "Marcha por la Vida", encabezada por el Padre Andrés Tamayo cruzó el valle de Lepagüare custodiada por dos policías y un soldado del Ejército, bajo la protección del pueblo olanchano.

En Junio de 1975, el propósito era exigir tierras y un proceso transparente de reforma agraria, pero la demanda acabó con masacre en los Horcones y la Talanquera.

En Junio de 2003, el objetivo es demandar una veda, (en el corte de árboles de zonas forestales) mientras dure una evaluación independiente del Estado de los recursos naturales en Olancho, Colón y Gracias a Dios, para luego concertar una política forestal de aprovechamiento supervisado.

Tres décadas atrás, una Comisión de Alto Nivel, nombrada por el gobierno militar de entonces, concluyó que los autores intelectuales de la masacre de los manifestantes fueron los directivos de la federación de grandes agricultores y ganaderos. Los mismos que hoy dirigen a los madereros hondureños y extranjeros; los mismos que han amenazado de muerte al Padre Andrés Tamayo por defender los bosques de sus motosierras.

Hoy, el Gobierno del Presidente Ricardo Maduro trató con descortesía y menosprecio a los demandantes; en el transcurso de la marcha por el Centro de Tegucigalpa se informa que el Presidente recibiría a la Comisión nombrada por la Asamblea del pueblo olanchano para iniciar una mesa de diálogo sobre los seis puntos planteados. Pero al llegar a Casa Presidencial se nos dice que han delegado al señor Vicente Williams para que lo represente y como siempre desplegó un operativo militar como si estuviéramos en un país en guerra. El gobierno de Honduras tiene mentalidad belicista; gracias a la vocación por la vida que tienen los demandantes no se produjo un hecho que lamentar. El mantiene el mismo sistema de poder en el campo: la ley del más fuerte. Los autores de la masacre de Los Horcones siguen ahí en Olancho y aquí en Tegucigalpa, acechando y actuando con sus mismas palabras y métodos.

Pero la actitud de la gente cambió allá y aquí como lo demostró la Marcha. En los últimos siete días el tramo entre Juticalpa y Tegucigalpa fue testigo del nivel de conciencia y compromiso que arrastró una multitud de personas, convencidas de que si no defienden hoy lo que aún les queda, nadie lo hará mañana. Y mucho menos cuando sea tarde.

Después de esta "Marcha por la Vida", muchas rastras, cargadas con trozas de pino y de madera de color, cortadas ilegalmente durante las noches, seguirán recorriendo, seguramente nuestras carreteras , PERO YA NO SERA LO MISMO !!!

Ha nacido algo nuevo y novedoso sobre el pavimento olanchano, un sentimiento capaz de unir las voces de la resistencia pacífica por la vida.

Y eso significa que frente a las motosierras y camiones, ahora nadie se quedará callado, aunque en ello se le vaya la vida a quienes han puesto sus pasos al frente.

De los Hechos y los Hechores
Ħ!Ni Olvido, Ni perdónĦĦ
Tegucigalpa, MDC., 27 de junio del 2003.
Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH)

DDHH en Honduras

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Este documento ha sido publicado el 27jun03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights