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24jun03
Marcha por la Vida: Crónica del cuarto día.
"gota a gota, el agua se nos agota"
El presidente Ricardo Maduro expresó la mañana de este martes que no comparte el avance de la Marcha por la Vida hacia la capital y que su gobierno no decretará una veda a la tala ilegal del bosque.
Casi al mismo tiempo de esa declaración pasaba cerca de los marchistas un vehículo Toyota, color rojo, placa PAG 4837, cuyos ocupantes profirieron insultos y detrás de ellos el señor Arcieri, presidente de la Asociación de Madereros de Olancho (AMADO), circuló presuroso a bordo de su vehículo, dibujando una sonrisa nerviosa.
Sin embargo, los centenares de manifestantes que escucharon en la radio la declaración presidencial y vieron en la carretera esas provocaciones, no detuvieron ni un segundo sus pasos, los que han dejado huellas sobre más de 130 kilómetros desde Juticalpa, Olancho.
Cada vez más próximos a la Casa de Gobierno, los defensores del bosque y la vida acamparon al final de la tarde en la comunidad de Los Esteros, municipio de Talanga, Francisco Morazan.
El lunes los peregrinos habían dejado la comunidad de El Rosario, en las proximidades de Guaimaca y avanzaron hasta El Estero en las afueras de Talanga, sobre el kilómetro 121, donde el propietario del restaurante El Paso compartió con ellos una amplia galera para pasar la noche.
Talanga, famosa por sus rosquillas de maíz y también por los enormes promontorios de aserrín forestal, expresó su apoyo a la Marcha.
Con su delantal raído y sin protocolos urbanos, una vendedora ambulante de este municipio ingresó a la multitud gritando con voz fuerte y clara: "Tamayo amigo, Talanga está contigo" y "Viva la Marcha por la Vida".
Junto a ella otra mujer penetró entre la gente con una enorme canasta llena de panes caseros, que repartió entre los participantes en gesto de solidaridad y respaldo.
Sentados o de pie a ambos lados de la carretera que atraviesa esta ciudad, sus pobladores observaban en silencio o saludaban con sus manos el paso de los marchistas. "Y los que están mirando, también se están quemando", exhortaban desde el pavimento.
Las sorpresas mayores vinieron de los dueños de un restaurante y un aserradero, ubicados en la salida del pueblo.
Mientras el propietario del restaurante ofreció dos grandes tinajas llenas de refresco de tamarindo y mangos maduros, el dueño de un aserradero compartió agua en bolsas, aclarando que él apoya los propósitos de la movilización, pues la continuidad de su negocio depende de un manejo racional del bosque.
Las consignas, que se empapaban con la lluvia, decían:
- Gota a gota, el agua se nos agota.
- Alerta, Alerta, que camina por esta carretera, la Marcha por la Vida.
- A la ito, ito, ito, con el bosque cuidadito.
Tegucigalpa, 24 de junio 2003
Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH)
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documento ha sido publicado el 27jun03 por el Equipo
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