EQUIPO NIZKOR |
|
22jun03
Marcha por la Vida: Crónica del segundo día.
En su recorrido hacia los primeros municipios del norte del central departamento de Francisco Morazán, los marchistas fueron recibidos la noche del sábado con vítores, cánticos, actos culturales, vendajes para sus pies llagados y comida caliente en Campamento, Olancho.
Con la consigna "rastras van, rastras vienen y en Olancho con hambre nos tienen", los manifestantes abandonaron la Sierra de Lepaguare a las 5:30 de la mañana del sábado y arribaron a la ciudad de Campamento a las 4:00 de la tarde, ese mismo día.
En este segundo tramo de la avanzada hacia Tegucigalpa, la Marcha por la Vida sumó centenares de pobladores de Catacamas, Silca, Mangulile, el Rosario y Limones.
Precisamente en su paso por Limones, los responsables de la seguridad de los peregrinos fueron advertidos de la presencia de un vehículo pick up, marca Izuzu, color azul, doble cabina, vidrios polarizados y con hombres armados en su interior; este mismo vehículo fue visto en Campamento.
Sin embargo, allí habían miles de ojos al servicio de los manifestantes en ambos extremos de la carretera central que cruza la ciudad y un recibimiento apoteósico.
Apostada a un kilómetro de la entrada principal, una multitud de aproximadamente 3,500 personas aguardaba la llegada de los manifestantes para sumarse a ellos y desde el inicio de la calle central miles de jóvenes y pobladores formaban con sus manos entrelazadas un camino humano que finalizaba en el atrio del principal templo católico de la localidad.
Fue un arribo impresionante, con decenas de personas con sus pies sangrantes, agobiados por el sol y hambrientos, pero acogidos con auténtico sentido de humanidad. No se permitió esa tarde la continuación de la marcha al menos cinco kilómetros hacia adelante, pues Campamento quería ser anfitrión de la lucha por la vida hasta el amanecer del domingo.
Por los marchistas esperaban un equipo de mujeres del pueblo, curanderas naturales y expertas en masajes musculares; un equipo de primeros auxilios para migrañas, calambres e inflamación de articulaciones.
También aguardaba un Comité de Cocina con ollas de comida caliente para los participantes; los artistas tenían organizada una velada y los ministerios musicales cristianos una vigilia por el bosque, por la vida.
Hablando ante miles de productores, caficultores, docentes, estudiantes, pobladores y miembros de las iglesias locales, el Padre Andrés Tamayo agradeció el caluroso recibimiento y compartió todas las muestras solidarias con los hombres y mujeres que iniciaron la marcha en Juticalpa la mañana del pasado viernes.
Al fondo del improvisado escenario se mecía sobre la fachada del templo una enorme manta que contiene el símbolo de la marcha: una mano gigante que sostiene el mapa de Honduras, con dedos fuertes que representan figuras humanas de ambos sexos.
En los extremos de la plaza habían carteles en los que se podían leer mensajes como los siguientes:
"La legislación y política forestal sin ética, es el verdadero gorgojo que destruye el bosque olanchano".
"Cuando una sociedad ha perdido su capacidad para escuchar a la naturaleza, ignora el clamor de los niños que agonizan y de las comunidades empobrecidas".
"Ningún arma o fuerza será capaz de vencer un pueblo que lucha por sus derechos".
"La naturaleza es el trono exterior de la magnificencia divina y con la pérdida del bosque se pierde la vida".
Al amanecer del domingo, los marchistas reanudaron el recorrido hacia la siguiente meta de 30 kilómetros que les haría trasponer la frontera entre Olancho y Francisco Morazán, hasta llegar al final de la tarde al municipio de Guaymaca, caracterizado por las permanentes humaredas que se levantan de los grandes aserraderos que se nutren del bosque olanchano.
El COFADEH nuevamente pide a la comunidad nacional e internacional que mantengan con insistencia la petición al gobierno hondureño para que garantice la integridad física y la vida de los participantes en la Marcha por la Vida.
Tegucigalpa, M.D.C., 22 de junio de 2003
Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH)
Este
documento ha sido publicado el 27jun03 por el Equipo
Nizkor y Derechos Human
Rights