EQUIPO NIZKOR |
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15may06
Porque no queremos ser cómplices…
Carta abierta al Presidente de la República Presidente don Manuel Zelaya Rosales:
El motivo de esta carta es sencillo pero importante para la dignidad ciudadana, y tiene nombres y apellidos: Billy Fernando Joya Améndola. Nuestra preocupación comenzó cuando supimos, por una denuncia del COFADEH, que el ex miembro del batallón de Inteligencia 3-16 —según consta en el acuerdo 0281 de las Fuerzas Armadas, del 12 de enero de 1987— es ahora asesor del ministro de Seguridad, Álvaro Romero.
Pero a la preocupación se sumó la indignación, cuando leímos la insolente respuesta del mencionado oficial, el lunes 24 de abril, en la página de Opinión de diario El Heraldo, titulada "Doña Bertha la ignorante", donde, con soberbia, no niega que está trabajando para la Secretaría de Seguridad.
Por el contrario, haciendo gala de conocimientos jurídicos, Billy Joya defiende su derecho al trabajo, a la presunción de su inocencia y alardea de las cartas de libertad que lo libran de toda culpa y lo facultan para ejercer sus derechos ciudadanos.
Él se defiende con formalismos legales, cuando bien sabemos que en nuestro país hay un abismo entre legalidad y justicia, que las cartas de libertad tienen un precio y que la administración de justicia, como lo ha dicho el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez, es "el talón de Aquiles de la democracia hondureña".
Lo más lamentable es que la desnaturalización del Poder Judicial y sus funciones ha venido acompañada del desmoronamiento de los valores éticos indispensables para la convivencia en sociedad. Valores como el respeto a la vida, el sentido de la decencia, de la dignidad, y el respeto a la memoria colectiva como criterio de la verdad, han sido pisoteados por personas como Billy Joya, con la abierta complicidad de las autoridades civiles.
La mayoría de las víctimas de Billy Joya y demás miembros del 3-16 ya no pueden hablar; pero si usted, Señor Presidente, quiere al menos una evidencia, lo invitamos a leer la serie de artículos que el laureado periodista hondureño, Óscar Reyes Baca, publicó en 1996 en diario El Heraldo; ahí sostiene que reconoció a Billy Joya como uno de sus torturadores.
No concebimos cómo, un gobierno que se autodenomina del "Poder Ciudadano" y en cuyo gabinete incluso figura una de las víctimas del ahora "experto en temas de seguridad", puede tenerlo dentro de su equipo de colaboradores. Esto sólo confirma la enorme habilidad de Billy Joya para acomodarse y lucrarse de los distintos gobiernos, así como la falta de escrúpulos de sus empleadores.
Como organizaciones y personas comprometidas con la causa de los derechos humanos, no podemos guardar silencio. Porque nos negamos a ser cómplices por omisión, manifestamos públicamente nuestra condena moral ante el hecho de que, con el erario público, se le paguen honorarios a una persona que no respetó el derecho a la vida y a la integridad personal de centenares de hondureños y extranjeros.
Es obvio que a Billy Joya no lo mueven consideraciones de tipo moral. Por eso, dentro de la legalidad que tanto parece gustarle, le recordamos que los crímenes de lesa humanidad no prescriben, y que el capítulo de las violaciones de los derechos humanos en la década de 1980 aún no está cerrado, pues sus víctimas y familiares siguen esperando la verdad y la justicia.
Esperamos, Señor Presidente, que reflexione sobre nuestros argumentos y que, en una demostración de buena voluntad y de deseo por adecentar su administración, excluya a los violadores de derechos humanos que, si bien han sido librados de culpa por nuestra enclenque justicia, son perseguidos por el clamor de sus víctimas y no serán absueltos por la historia.
Atentamente,
Tegucigalpa, 15 de mayo de 2006
Firman:
- Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC)
- Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (CIPRODEH)
- Centro de Comunicación y Capacitación para el Desarrollo (COMUNICA)
- Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH)
- Centro Hondureño de Promoción para el Desarrollo Comunitario (CEHPRODEC)
- Editorial Guaymuras
- Centro de Derechos de Mujeres (CDM)
- Centro de Estudios de la Mujer-Honduras (CEM-H)
- Julieta Castellanos; Thelma Mejía; Lucila Funes; María Eugenia Ramos; Julio Escoto y siguen las firmas…
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