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El proyecto neo-conservador de Callejas
INTRODUCCION
En Honduras, desgraciadamente, no abundan los trabajos de análisis de la coyuntura político-social. Son muy pocos los académicos y estudiosos de la realidad nacional que le siguen la pista a los acontecimientos y valoran periódicamente su significado y enseñanzas.
Por eso, en esta ocasión, hemos decidido reproducir el análisis de los primeros noventa días del gobierno de Rafael Leonardo Callejas, elaborado y publicado inicialmente en el Boletín Informaciones (Nš 13, marzo - abril, 1990) del Equipo de Reflexión de la Vicaría Episcopal (Iglesia Católica) del Departamento de Yoro.
El primer trimestre del gobierno callejista no ha sido fácil. La aprobación del Programa de Ajuste Económico (PAE), el ascenso imparable de la tasa de inflación y un clima de creciente agitación laboral, han sido algunos de los principales problemas que el nuevo gobierno ha debido afrontar. Los autores de este trabajo analizan la evolución de estos acontecimientos y formulan su valoración de los mismos. El registro minucioso de los hechos y su riguroso orden de exposición convierten a este documento en ún instrumento valioso y necesario para el estudio de los diferentes aspectos de nuestra realidad nacional.
El Centro de Documentación de Honduras (CEDOH) agradece a los redactores de Informaciones por su autorización para reproducir como Boletín Especial del CEDOH este análisis de la coyuntura reciente de nuestro país.
LOS PRIMEROS NOVENTA DIAS DE GOBIERNO
Antes de que Rafael Leonardo Callejas asumiera el poder se dejaban entrever - los parámetros por donde discurriría su administración. Los dos ejes principales eran la "Concertación Nacional" y la "Reforma económica". De los dos ejes el segundo es el que ha sido dominante y ha acaparado el escenario de la política hondureña durante los tres primeros meses de gobierno. El primero quedó a medio camino por cuanto no llegó a efectuarse o se realizó de forma unilateral.
De lo que no cabe ninguna duda es que el Plan de Gobierno de Callejas está perfectamente programado y no se deja nada a la improvisación. No en vano el asesor presidencial Emín Abufele explica que, si bien hubo necesidad en un principio de hacer ajustes en el plan original debido a la diferencia existente entre las cifras oficiales y las extraoficiales, el Plan de Gobierno contemplaba cuatro etapas:
a) para los primeros cien días.
b) para los primeros meses.
c) para el primer año y
d) para los cuatro años de gobierno.
Antes de la toma de posesión lo central giró en torno al nombramiento del nuevo gabinete. Lo más llamativo fue que hasta el día de la presentación oficial no trascendió a la opinión pública ninguna fisura por parte del partido gobernante. Este hecho demuestra la unidad, disciplina, liderazgo y consenso con que cuenta el Partido Nacional (PN). Es de alabar, pues, la capacidad de Callejas para aglutinar y homo-genizar las diferentes corrientes internas del partido. A los líderes de las diferentes corrientes internas los fue situando en los puestos claves y, en consecuencia con ello, tenemos que Rodolfo Irías Navas (de la corriente Monarca) es nombrado Presidente del Congreso Nacional por unanimidad de todos los diputados nacionalistas, Oswaldo Ramos Soto (de la propia corriente oswaldista) Presidente de la Corte Suprema de Justicia y a Leonardo Matute Murillo (de la corriente Nacionalista Independiente) se le ofrece la Procuraduría General de la República. Esto contrasta fuertemente con la gran división que arrastra el Partido Liberal (PL) y que se pone de manifiesto con motivo de la presencia de liberales en el gabinete, el nombramiento de los miembros de la Junta Directiva del Congreso Nacional o el surgimiento de la nueva corriente de los "no-alineados".
El hecho que ofreciera a los liberales tres puestos para la Junta Directiva del Congreso y otros tres para la Corte Suprema de Justicia es indicativo de que el escenario político hondureno sigue siendo ocupado por el "bipartidismo tradicional".
Respecto a la composición del gabinete se le puede considerar como técnico más que político, afín a los deseos de los organismos financieros internacionales y, respecto a los miembros del área económica, como muy vinculados al sector empresarial hondureño. Dicho en otros términos, que es indicativo del énfasis en la privatización y liberalización de la economía. La otra cara de la moneda es lo que denunciaron las organizaciones populares consistente en la escalada antisindical que se avecina y un fuerte respaldo al solidarismo. Esto se clarifica más todavía teniendo en cuenta los antecedentes de APROH y que, tanto el propio Callejas como otros ministros, pertenecieron a dicha organización. |1|
La orientación del gabinete hace ver claramente el peso otorgado a los problemas económicos y que los acentos recaerán sobre las medidas de ajuste estructural. El mismo Callejas dirá "no necesitamos al Fondo Monetario Internacional para tomar decisiones de ajuste económico y social. Necesitamos al FMI para que una vez tomadas las decisiones contribuyan con nosotros a revertir el flujo negativo de las divisas". Saliendo ai paso respecto a las medidas económicas a tomar dirá que no se copiarán modelos económicos de otros países, ni fórmulas de los organismos financieros internacionales (FMI, BID, AID), sino que serán hondureñas. Con motivo de la presentación oficial del gabinete explícita sus objetivos fundamentales:
a) reducir el déficit fiscal
b) acabar con los privilegios (presentación de una nueva imagen del gobierno en su lucha contra la corrupción)
c) no devaluar la moneda
d) apoyar la Reforma Agraria para producirlos granos básicos que necesita el país.
e) el abastecimiento de medicinas, alimentos básicos, gas LPG y petróleo.
El tema de la "Concertación Nacional" quedó medio aguado pues no se realizó más que con algunos sectores del empresariado y del movimiento popular. Tanto lo expuesto en el Programa de Gobierno como en el documento elaborado por SECPLAN |2|, el cual fue asumido por el Gobierno de Callejas, no llega a realizarse aunque aparezca como pieza fundamental en el discurso de toma de posesión, al que aludiremos seguidamente.
LA TOMA DE POSESION DE CALLEJAS
El discurso de toma de posesión es referencia obligada por cuanto allí aparecen reflejados los lineamientos fundamentales del Gobierno de Callejas. El conjunto es una mezcla de elementos retóricos con otros más definidos y operativos. Como introducción aparece una contextualización internacional con los tópicos más usuales: destrucción ecológica, pobreza generalizada, abismo entre países pobres y ricos, el ideal latinoamericano de la Patria Grande, la unidad centroamericana... y la consabida referencia a la necesidad de "democracia" en Nicaragua (aquí puede verse la coincidencia con la óptica estadounidense en cuanto al planteamiento del problema y la búsqueda de soluciones).
Un primer objetivo fundamental lo constituye la importancia concedida a la realidad centroamericana. Si bien es cierto que no podía ser de otra manera, lo fundamental es que buen número de observadores lo interpretan como la pretensión de Callejas de tomar el relevo de Oscar Arias para asumir el liderazgo a nivel centroamericano. Esto explica las referencias al proceso de pacificación, esfuerzos de los presidentes, lucha contra el hambre y la miseria de las comunidades ...: "nosotros pensamos que el empeño por la paz y la democracia es el mejor aporte a la gran causa del progreso y la libertad de nuestros pueblos, y eso y no otro, es el objetivo que nos hemos impuesto en este gobierno a favor de Centroa-mérica y su gobierno".
Un segundo objetivo lo constituyen las prioridades de las necesidades básicas: "ambiente, educación, salud, vivienda, agua potable, luz eléctrica y aprovechamiento racional de las tierras son prioridades del gobierno a partir del 27 de enero de 1990". Es decir, sé muestra bien realista al decir que el pueblo a quien sirve se mueve en unos niveles de carencia de las necesidades más básicas. Se une a esta lista el problema alimentario y la Reforma Agraria, cuyo centro es el problema de la tierra tal como se expresa en el documento sobre la "Concertación Agraria".
Como tercer objetivo fundamental aparece la resolución del problema económico: "a nuestro gobierno le toca enfrentar el mayor problema económico que le ha tocado vivir a Honduras a través de toda la historia republicana... deseamos una economía creciente, de ritmo sostenido y que sea capaz de desarrollo nacional..."
Una vez destacados estos objetivos fundamentales señala los medios y la estrategia para realizarlos. Respecto a los medios se indican tres: organizaciones fuertes, el cambio y el privilegiar a los grupos humanos postergados. La estrategia será a través de la "Concertación Nacional": "para llevar a cabo este programa urgimos de una concertación nacional... y llamaremos a todos los sectores representativos de la nación". Pero como esta propuesta de "concertación nacional" necesita de objetivos comunes se señalan algunos:
1. Necesidad de ampliar las conquistas democráticas de los hondureños.
2. Avanzar en las garantías de participación popular en la toma de decisiones nacionales.
3. Organizar la participación política de todos los ciudadanos.
4. Incorporación de núcleos de ciudadanos.... que hoy se encuentran marginados.
5. Necesidad de diseñar y ejecutar un amplio plan de desarrollo de la persona, afianzando sus derechos, garantías y deberes en materia de Derechos Humanos.
6. ... Construir y llevar a la práctica un Plan de Emergencia Nacional que reactive la economía, multiplicando las oportunidades de trabajo... .
7. ... Que todos los ciudadanos, empresas, sindicatos, organizaciones respeten el principio de vida jurídica.
En conclusión: "para todos estos retos y necesidades urgimos de una concertación nacional en donde abordemos los problemas de Honduras con patriotismo, desinterés particular o de grupos".
Resumiendo, pues^tenemos que Callejas ha planteado como sus objetivos fundamentales el asumir el liderazgo centroamericano a nivel presidencial, afrontar el problema económico y la satisfacción de las necesidades básicas para la mayor parte de la población. Si esto es lo señalado en su discurso puede subrayarse igualmente aquello que es pura retórica y en contradicción con todo lo implementado. Así tenemos párrafos como el siguiente: "debemos estar conscientes que el bienestar de unos pocos es contrario a la justicia social y que el bienestar colectivo es la satisfacción de la Nación entera, porque la auténtica Honduras son los más y no los menos".
Por otro lado, Callejas en un primer momento, y como para distanciarse de la administración liberal, está muy interesado en presentar una cara de honestidad en la gestión gubernamental. Por ello hay una primera denuncia acerca del empleo de dólares para fines suntuarios; esto se acompaña con la lista (incompleta por cierto) de los "sacadólares". En el mismo sentido se denuncia la corrupción existente en aduanas (cobros extraordinarios por horas de trabajo, subvaluación de mercancías y furgones sin pagar impuestos). Estrechamente ligado a lo anterior recordar que una de las primeras tareas a realizar fue moverse con el objeto de regularizar la escasez de combustible y gas LPG, granos básicos y medicinas. Debido al enfrentamiento de la administración liberal con los organismos financieros internacionales escaseaban las divisas para obtener dichos rubros.
EL PROGRAMA ECONOMICO
Si ya ha quedado subrayado que el problema económico era uno de los objetivos fundamentales de Callejas, también lo es que se ha vuelto dominante en estos primeros meses. Hay como una secuencia lógica desde los primeros pasos pasando por la creación del FHIS (Fondo Hondureño de Inversión Social), la reducción del presupuesto nacional en un 10%, el anuncio en Febrero por parte del ministro Benjamín Villanueva afirmando que en tres meses firmaría la carta de intenciones con el FMI, hasta la emisión de la Ley de Ordenamiento Económico y el viaje a Washington para conseguir el préstamo-puente.
Una primera constatación ha sido que desde el inicio del gobierno callejista se le da un apoyo explícito y continuo por parte de los organismos internacionales, especialmente de la AID y el gobierno de los Estados Unidos. Callejas se propondrá "recuperar la credibilidad financiera internacional" y que se logre la aprobación de la ayuda económica congelada. En consecuencia con ello, las gestiones de Callejas serán dar todos los pasos requeridos por el Fondo Monetario Internacional y restablecer la ruptura de relaciones con los organismos internacionales. Por ello la crítica de que no hace más que seguir los lineamientos del FMI y la AID son ciertos o, dicho en la formulación del dirigente opositor Jaime Rosenthal Oliva, "las recetas del FMI aparentemente se han convertido en Biblia para el nuevo gobierno". El dato de la fuerte presión ejercida por los organismos internacionales y a la que se pliega sumisamente el gobierno se explícita en la célebre frase recogida por los medios de comunicación: "el FMI tomará medidas de retorsión contra los países que no paguen sus deudas". Las transnacionales a través de la Tela Railroad Company, se unen diciendo que las exportaciones disminuyen con una moneda dura (en alusión al fenómeno de la devaluación).
El anuncio del recorte de la ayuda militar cae como un jarro de agua fría y, al mismo tiempo, expresa la contradicción en la cual se mueve la política hondurena: el pago recibido de EE.UU. no responde a las expectativas hon-dureñas, a pesar de ser su amigo y aliado en el área. Por eso una voz decía: "el US Honduras hace agua debido a la gran dependencia de la ayuda estadounidense, al recorte de la misma, al resentimiento hondureno y al chantaje por la revisión de los nuevos tratados militares", la rebaja de 52 millones de dólares respecto al año 89 responde a una política a nivel mundial de Washington para disminuir su déficit fiscal y por el envío de ayuda a los países del este, Panamá y los países andinos. Las reacciones no se hicieron esperar. Una misión militar se alista para viajar a Washington con el objeto de que no se rebaje la ayuda militar a Honduras. Los diputados y autoridades nacionalistas calificaron de injusto el recorte y amenazaron con revisar los tratados entre ambos países y convertir a Palmerola en aeropuerto civil. Y tanto el embajador de Honduras en Washington, Jorge Ramón Hernández Alcerro, como el canciller Mario Carias Zapata, proponen hacer una evaluación de las relaciones entre ambos países.
Un paso posterior fue la creación del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS). Se ha concebido como una ayuda para compensar los efectos negativos que puedan resultar a corto plazo como consecuencia de las medidas de ajuste económico que pondrá en práctica el gobierno. Los objetivos del FHIS son los siguientes:
a) Pretende enfrentar en primer lugar el problema del empleo
b) Es una entidad orientada a financiar y promover el mejoramiento de las condiciones de vida de los grupos sociales marginados, rurales y urbanos, a través del aumento de su productividad, sus niveles de empleo y sus ingresos
c) Tendrá una duración de tres años y después se transferirá a organismos públicos y privados
d) El empleo se impulsará a través de cinco programas:
1. mejoramiento de la productividad
2. construcción de obras de infraestructura liviana
3. empleo masivo de emergencia
4. necesidades básicas
5. tareas y responsabilidades relacionadas directamente con la presidencia de la república
e) Se financiará con fondos provenientes del interior del país (25 millones) y de organismos internacionales (65 millones). Los 25 millones se distribuyen así:
a) inversión en programas: 12 millones de lempiras
b) empleo de emergencia: 10 millones y
c) gastos administrativos: 3 millones de lempiras. El personal administrativo lo integrarán 16 profesionales y 7 auxiliares.
El FHIS está concebido para beneficiar a 300.000 personas a lo largo de tres años. Creará 6.000 empleos directos y 9.000 tempofafes. El gran interrogante es si lo logrará o si no servirá, más bien, para dar empleo a la clientela nacionalista convirtiéndose en una medida burocrática, como una especie de elefante blanco.
BANCARROTA DEL PAIS Y LEY DE ORDENAMIENTO ESTRUCTURAL DE LA ECONOMIA
Callejas comenzó declarando como preámbulo a las medidas económicas que el país estaba en bancarrota. Consideró que el problema más importante es el déficit fiscal, lo elevado del gasto del gobierno. Para 1990 tiene una serie de compromisos que exceden los 600 millones y unos gastos escondidos por valor de 342 millones de lempiras. Durante 1980-1989 el déficit fiscal se financió en un 60% con recursos provenientes del exterior, lo cual está en el origen de la deuda externa, que es actualmente de 3,300 millones de dólares. Según Callejas la causa principal de la crisis económica estriba en el déficit fiscal que será en 1990 de 1,152.3 millones de lempiras. El objetivo es, por lo tanto, reducir los 1,152.3 millones de lempiras. (10.5% del producto nacional bruto) a una cantidad no superior a los 671 millones de lempiras. (7.2% del producto nacional bruto). Es decir, que el gobierno deberá reducir el déficit real en 481.3 millones de lempiras. A esto hay que sumar un atraso en el pago de la deuda externa por más de 600 millones de dólares, teniéndose que pagar este año al menos 300 millones de dólares.
Con este planteamiento las medidas propuestas en la "Ley de Ordenamiento Estructural de la Economía" tienen la única finalidad de cerrar la brecha fiscal. Dichas medidas son las siguientes:
1. Reducir el gasto público del estado y de todas las instituciones descentralizadas con respecto al presupuesto de 1989 en un 8%.
2. Cancelar todas las exoneraciones y franquicias de las personas naturales y jurídicas, las FF.AA., organismos descentralizados y organismos voluntarios no lucrativos.
3. Aumentar los ingresos fiscales del Estado en más de 300 millones de lempiras. El Impuesto sobre la renta (ISR) tiene un gravamen del 35% por encima de 10,000 lempiras.
El impuesto sobre ventas (ISV) sube en un 2% para:
a) financiar el subsidio al transporte urbano colectivo.
b) financiar a las madres de los niños en edad escolar.
c) mantener establemente los precios de la canasta familiar.
d) financiar las actividades del FHIS.
4. Revisión de la política arancelaria con el fin de reducir la protección a la industria nacional.
5. Revisión de los impuestos específicos para convertirlos en impuestos "ad valorem".
6. Impuesto temporal para gravarlas exportaciones por ganancias extraordinarias derivadas de las medidas de ordenamiento económico, de 12% para los productos tradicionales y del 7% para los no tradicionales.
Este conjunto de medidas se completarán con otras dos. En primer lugar, oficializar la cotización del lempira frente al dólar en el mercado paralelo al 4 por 1. Y, en segundo lugar, con el aumento a los precios de los combustibles según el siguiente cuadro:
Gasolina super Lps. 6.15 galón Gasolina regular Lps. 5.92 galón Diesel Lps. 3.98 galón Avject Lps. 5.82 galón Fuel Oil Lps. 2.40 galón Gas propano Lps. 4.13 galón Como muestra de que Callejas, desde la elección de su gabinete hasta la puesta en marcha del "paquetazo", no hace más que seguir los lineamientos del FMI, el ministro de Hacienda, Benjamín Villanueva, nos dirá "... las medidas económicas están inspiradas en los modelos económicos de Costa Rica y México; que no es copia del modelo aplicado por Pino-chet, sino que es estrictamente hondureño". En consonancia con todo ello viaja a Washington una misión económica del gobierno a entablar negociaciones con los organismos financieros cuyo objetivo es firmar la carta de Intenciones que restablezca las relaciones de Honduras con la comunidad financiera internacional. La misión económica hondureña recibe felicitaciones en Washington por el "paquetazo". Igualmente el ministro de Hacienda, Benjamín Villanueva, viaja en misión negociadora a EEUU y prepara el terreno a Rafael Leonardo Callejas para cuando vaya a solicitar un préstamo-puente de 240 millones de dólares con el objeto de pagar atrasos.
CONSECUENCIA E IMPACTO DE LAS MEDIDAS
la retórica gubernamental siempre dijo que las medidas no afectarían a los sectores populares y que se necesitarían al menos dos años para poder ver los frutos. El sector empresarial (COHEP) apoyó a Callejas por identificarse plenamente con su diagnóstico financiero del país.
En cambio, el Colegio de Economistas se mostró mucho más crítico por cuanto el gobierno se preocupa por la situación a corto plazo y no a largo plazo. Yendo más al fondo indican que las medidas de corte neo-liberal no se preocupan por superar ia injusticia social que provocó el patrón que ahora está en crisis. Traerá como consecuencia la quiebra de las pequeñas y medianas empresas, saliendo beneficiadas las grandes empresas (sobre todo, las exportadoras). Tanto la clase asalariada como la pequeña industria cargarán con el costo de la crisis. Con el aumento a los precios el peso se trasladará al consumidor quien seguirá financiando el enriquecimiento de los exportadores. Y, por último, señalan que el modelo económico que se quiere implementar no garantiza ni la incorporación de las mayorías al proceso productivo ni su mejoría en los niveles de vida.
Jaime Rosenthal que fue otro de los críticos principales coincide en algunos puntos ya señalados. Para él, las medidas económicas lo único que buscan es aumentar los ingresos del gobierno: aumenta el ingreso fiscal a costa de la clase media y baja, pero no afecta a los ricos. No elimina a los grupos privilegiados y, más bien, los beneficia abundantemente: son los que han endeudado al país y depositado sus ahorros en el extranjero. Con la devaluación se disminuirá el estandard de vida del hondureño que ya es bajo. Aunque se ha afirmado que se recuperó la credibilidad externa, lo que hace falta es recuperar la interna (con ahorro e inversión). En definitiva, las medidas no son un plan económico puesto que busca reducir simplemente la brecha fiscal.
Por último, no desde una perspectiva técnica sino ética y religiosa, la Conferencia Episcopal habló con mucha nitidez. Afirman que con las medidas van a empeorar las mayorías y no ayudan al pobre a levantarse de su situación de postración. Las consecuencias ya se ven: subida alarmante de los precios, despidos y aumento del desempleo, manipulación y división de las organizaciones sindicales. Como contrapartida permanecen intocables los siguientes hechos: enormes gastos militares, contrabando, corrupción administrativa, malversación de fondos públicos (p. ej. CONADI) ... siendo el pueblo quien tiene que pagar quedando impunes los verdaderos culpables.
Concluimos diciendo dos cosas. Que la "Ley de Ordenamiento Estructural de la Economía" no ha sido fruto de la Concertación Nacional (y con ello se viene abajo uno de los pilares sobre los cuales quería basar su política Callejas), sino de la "concertación con los organismos financieros internacionales". En otras palabras, que la Concertación Nacional se convirtió en "desconcertación nacional". La segunda cosa es subrayar que el sacrificio y el costo social va a recaer sobre los sectores medios y más pobres. Como el COHEP mantiene su posición de fuerza aduciendo que "aumentar el salarlo mínimo sería devastador", queda claro entonces para los pobres y no para los ricos (grandes empresarios), beneficiarios de las medidas económicas. El que la situación termine en estallido social o no, es cuestión de tiempo debido a que hasta dentro de unos meses se harán sentir en profundidad las medidas económicas. De lo que no hay duda es que al no efectuarse la Concertación Nacional y, consiguientemente, un mínimo de consenso, las medidas económicas resultan opresivas para la mayoría del pueblo y solamente podrán mantenerse con la represión.
EL PROYECTO NEO-CONSERVADOR CALLEJISTA Y EL MOVIMIENTO POPULAR
A través de la respuesta y las acciones que emprende el movimiento popular es como podemos ver más claramente el reverso del Proyecto neo-conservador de Callejas. Va a recordar de una manera u otra a APROH, y no solamente porque tanto Callejas como algunos miembros de su gabinete hubieran sido miembros activos, si no porque es posible una reactualización del mismo acorde con la nueva correlación de fuerzas nacional y regional. El afirmar esto se basa fundamentalmente en el carácter antipopular con que se han acompañado las medidas económicas. Si hubiera que caracterizarlo podíamos definirlo por la represión y militarización incipientes, así como el antisindicalismo expresado en la legalización de directivas paralelas.
La contraparte de esta realidad estriba en que el "Proyecto Callejas" puede estar ayudando a conseguir los efectos contrarios a lo que persigue: el aglutinamiento y unidad del movimiento popular. La unidad se fundamenta también en constatar que los primeros en recibir el impacto económico son las mayorías asalariadas: aumento de impuestos, aumentos a los productos de consumo básico, despidos masivos, congelamiento de salarios.... De ahí el rechazo unánime hacia el "paquetazo".
La primera razón aducida por el movimiento popular fue el incumplimiento de Callejas: había dicho que se analizarían las medidas en el marco de la Concertación Nacional y no se realizó. Esto lo recoge bien el slogan coreado en las diferentes marchas: "un, dos, tres... el cambio salió al revés". Inmediatamente después la lucha del movimiento popular se orienta a defender la estabilidad laboral. Dado el elevado número de empleados públicos con que cuenta el Estado hondureño (se calcula en 80.000) Callejas emprende el problema del déficit fiscal y la reducción de gastos con una fuerte campaña de despidos masivos. Pero ello se hace violando las "Ley de Servicio Civil" y la "Ley de Administración Pública". Como consecuencia las tensiones con la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANDEPH) han ido en aumento hasta la creación de una directiva paralela, la cual fue reconocida por el Gobierno.
Esta política, sin embargo, no es un hecho aislado con la ANDEPH, sino que se ha imple-mentado en otras organizaciones: SEPCAMAT, COCOCH, SITRAIHSS, Patronatos capitalinos y la UNC. Con lo cual es más que evidente el camino asumido por Callejas. También utilizó a sus partidarios, bautizados como "Aguilas Azules", a modo de demostración de fuerza y como grupo de choque. No faltó la creación de "grupos de apoyo", como el GAPEN, con el propósito de neutralizar y controlar a los colegios magisteriales, violentando su estabilidad laboral y conquista constitucional de los docentes hondureños, tal como señaló el movimiento popular el primero de mayo.
El único caso en donde se ha intentado ir de frente ha sucedido con la "Concertación Agraria". AHá se propone entre otras cosas mejorar los niveles de producción y productividad, la seguridad de la tenencia de la tierra y la participación de los sectores involucrados. Promete responder a las demandas de tierra de los campesinos a cambio de que no recurran a las invasiones de tierras como método de presión. Pero, en el fondo, lo que se propone es proteger a los grandes latifundios y fortalecer al minifundio. A su vez los campesinos hicieron una contrapropuesta. Como es necesario garantizar la seguridad alimentaria debe incluirse a los grandes terratenientes con una serie de exigencias para ellos. Se pide la desburocrati-zación respecto a la afectación y entrega de tierras, la abolición del decreto 33 o Ley Antiterrorista y la condonación de la deuda agropecuaria, así como la incorporación de la COHDEFOR y el Instituto de Turismo.
Lo que queda claro es que Callejas utilizará como arma la división y destrucción de las organizaciones obreras y sindicales, así como la creación de directivas paralelas. Con ello el so-lidarismo irá en aumento. Al mismo tiempo se acompaña de una militarización creciente como se puso de manifiesto en la intervención del ejército con motivo de las protestas de los sectores populares ante el aumento del costo del transporte urbano. Si recordamos la persecución de que fueron objeto varios líderes de la ANDEPH y de la Alianza Popular Unificada (APU) juntamente con la muerte del soldado vestido de civil (el cual fue matado por el mismo ejército) y que se había infiltrado entre un grupo de manifestantes, obtenemos un cuadro que puede resultar bastante sombrío a medida que las reformas económicas se hagan sentir con todo su peso en los sectores populares dentro de unos meses.
La unificación del movimiento popular se ha manifestado a diferentes niveles: en solidaridad y apoyo a la ANDEPH repudiando la escalada antisindical del gobierno, analizando conjuntamente las diferentes organizaciones las consecuencias del "paquetazo", en la marcha conjunta de protesta contra las medidas económicas pidiendo su derogación y, finalmente, en la marcha conjunta del Primero de Mayo donde sacaron un comunicado conjunto frente a la situación. Dada la importancia de éste último acontecimiento y el planteamiento realizado por el movimiento popular, recogemos sus líneas fundamentales; ahí puede verse con más claridad el reverso del Proyecto callejista.
En contraposición a lo expresado por los grupos dominantes no solamente se subraya la crisis existente sino a sus verdaderos causantes y las condiciones en las cuales se desenvuelven las grandes mayorías:
-El ingreso por familia en Honduras se ha reducido en un 30% respecto al año anterior.
-Si había 200,000 familias con ingresos de 40 lempiras mensuales hoy se ha reducido a 28 lempiras.
-Hace dos años por cada persona que trabajaba había 7 hondureños sin empleo; hoy es de 9 por cada uno que tiene trabajo.
-Hay un déficit de medicinas del 80% en los hospitales
-De 100 niños que ingresan al primer grado apenas 26 concluyen sus estudios primarios
-La antidemocracia y sectarismo del gobierno se manifiesta en la creación de organismos paralelos y grupos de apoyo
-Más de medio millón de familias hondurenas del campo y la ciudad no poseen vivienda y miles de millares viven en casas de cartón, careciendo de agua potable, alcantarillado y luz eléctrica.
-El 0.3% de los grandes propietarios acaparan el 30% de la tierra mientras 100,000 familias carecen de tierra para trabajar.
Lo sorprendente de esta realidad es que se da en un país con suficientes recursos para todos; por lo tanto, no es un problema de pobreza, sino de injusticia. Los causantes de esta situación son las clases dominantes que viven y se lucran a base del hambre de las mayorías y de la crisis del país. No solamente han endeudado el país, sino que han contribuido a la pérdida de la soberanía.
Respecto a las medidas económicas constatan que el actual gobierno les ha defraudado puesto que lo del "cambio" es pura retórica. Se ha plegado a los organismos internacionales y la "Ley de Ordenamiento Estructural de la Economía" ha implicado medidas de tipo fiscal, las cuales en vez de aliviar a los sectores más pobres hacen recaer sobre ellos el peso de la crisis. Como propuestas sugieren más que un programa de medidas fiscales, cambios profundos que modifiquen los conceptos de riqueza, propiedad y distribución para incorporarlos a un sistema económico y político más participativo... medidas que impliquen una democratización de la economía y la política. Juntamente con ello la necesidad de una verdadera reforma agraria y forestal.
Puede concluirse diciendo que si, por un lado, la coyuntura ha unificado temporalmente al movimiento popular dicha unidad debe profundizarse y hacerse operativa. Tal vez la "Plataforma de Lucha" sea quien pueda marcar los grandes objetivos de lucha del movimiento popular y empezar a desarrollar el germen de una auténtica alternativa política que haga frente al Proyecto neo-conservador de Callejas quien no va a reparar en medios que lo hagan posible.
Finalizamos subrayando un hecho que no trascendió tanto y lo constituye la nueva correlación de fuerzas planteada a los movimientos de liberación o fuerzas revolucionarias con motivo del resultado de las elecciones en Nicaragua y las repercusiones de la Perestroika en el área. El campo pagado aparecido en el Diario Tiempo (27/111/90) es buena expresión de ello. Hay crisis de modelos y espacios políticos lo cual obliga a buscar soluciones dentro de la propia idiosincrasia latinoamericana. Ante el repliegue de la Europa del Este los movimientos de liberación quedan solos y enfrentados a EEUU quien va ganando espacios de poder. Les obliga esta situación a la búsqueda de nuevos métodos de tipo parlamentario o político, así como a la negociación. La situación queda en definitiva más encuadrada dentro de la relación Norte-Sur. Hay, por lo tanto, dos grandes tareas a defender: por un lado hacer valer los principios del "socialismo democrático" y, por otro, replantear y dar solución satisfactoria al binomio vanguardia-masas que ha quedado seriamente cuestionado.
EL PROYECTO DE CALLEJAS EN LA POLITICA EXTERIOR
Si en el aspecto económico ha quedado bien patente la supeditación del gobierno callejista a los organismos internacionales, en política exterior ha sucedido otro tanto respecto a la política de la administración Bush hacia la región.
Ya desde antes de la toma de posesión se constataba un acercamiento más estrecho entre la embajada USA y Callejas de lo que fue con Azcona. Ahora ha quedado confirmado a pesar de ciertas fricciones que surgieron entre ambas partes. Por el lado hondureño sí causó gran decepción el recorte de la ayuda norteamericana, tanto en lo económico como en lo militar, máxime en un momento crítico donde el gobierno emprende una serie de reformas económicas y la ayuda proveniente del exterior es fundamental. Por el lado norteamericano fue a causa del atentado contra sus tropas en un lugar no muy lejano a Tegucigalpa: siempre quedó como válida la interpretación de que el atentado no es la posición de Honduras sino de algunos hondureños. En la misma dirección debe interpretarse la reacción de sorpresa del embajador Crescendo Arcos cuando en ei Congreso Nacional se aprobó una moción por la cual se pide indemnización al gobierno de EE.UU. por los daños causados por laContra en el país.
Con Callejas se han estrechado las relaciones con USA en sus lineamientos hacia la región. Hay algunos hechos que avalan lo anterior: el reconocimiento del gobierno panameño de Endara, la colaboración militar con el ejército salvadoreño para efectuar operaciones, conjuntas contra la guerrilla, la reanudación de la presencia militar estadounidense en la región y la colaboración activa en el proceso de paz centroamericano.
Callejas no dudó un momento para reconocer al gobierno de Endara a pesar de la reticencia de los gobiernos latinoamericanos para hacerlo: pedían el retiro inmediato de las tropas invasoras y eran conscientes de la violación al derecho internacional. Además de esto suponía legitimar una vez más el recurso a la fuerza para proteger sus propios intereses, pero contrarios a la soberanía latinoamericana. Por otra parte, dejaba abierta la puerta una vez más para efectuar nuevas invasiones en el futuro, bien fuera en Nicaragua o en alguno de los países andinos. Significaba, en última instancIa, hacerlo garante de las democracias latinoamericanas tai como lo entiende Estados Unidos.
El apoyo explícito al Proyecto contrainsurgente de la región apareció en la reunión que tuvo lugar entre el Alto Mando militar salvadoreño y una delegación del ejército hondureño con el objeto de analizar la actividad de los insurgentes de la región. En el fondo, lo que se pretende es neutralizar a la guerrilla entre los dos ejércitos. La derrota del Frente Sandinista no es motivo suficiente para el retiro de las tropas estadounidenses las cuales continuarán en Honduras aunque ahora se las disfrace como para trabajar en el medio ambiente, en la ecología o en el control de bosques e incendios.
Finalizamos aludiendo brevemente el papel activo que ha jugado últimamente respecto al proceso de paz centroamericano. Ya se dijo que para Callejas uno de sus objetivos era jugar un papel protagónico recogiendo la herencia de Oscar Arias. Aparte de eso no debemos olvidar que ha sido el medio utilizado por Estados Unidos para neutralizar los acuerdos de Esquipulas y revertirlo en contra de Nicaragua hasta lograr que ios sandinistas dejen el poder. Lo que no fue efectivo militarmente sí lo fue mediante la cooptación de los presidentes centroamericanos frente a Nicaragua mediatizando el Proceso de Paz. A Honduras se le resolvió el problema delicado de la Contra con motivo del resultado electoral de febrero pasado. Pero, no obstante, amparó la Contra hasta el final por ser la carta de Estados Unidos para obtener el mayor número de concesiones al Frente Sandinista en el período de transición y hasta el momento de la entrega del poder.
En resumidas cuentas, la política exterior de Callejas se muestra congruente con su propio Proyecto neo-conservador y en dependencia absoluta hacia la geopolítica estadounidense en la región centroamericana.
[Fuente: Centro de Documentación de Honduras (CEDOH), Boletín Informativo Especial Nš 49, Tegucigalpa, D.C., Honduras, septiembre 1990]
Notas:
1. CEDOH Boletín Especial No. 9, marzo de 1984 [Back]
2. Apareció una síntesis del mismo en el diario La Prensa (28/III/89), p.9 [Back]
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