EQUIPO NIZKOR |
|
13mar07
Cinco grupos clandestinos dominan crimen organizado en Guatemala
"La Cofradía", "El Sindicato", "El Estado Mayor Presidencial (EMP)", las "Patrullas de Autodefensa Civil" y la "Red Moreno y el Grupo Salvavidas", son los cinco grupos armados clandestinos que dominan el crimen organizado en Guatemala, según la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés).
La ONG estadounidense sostiene que estos grupos están dirigidos, en su mayoría, por militares activos y retirados, inciden en el gobierno y actúan desde algunas estructuras estatales. Durante el conflicto armado (1960-1996) fueron elementos claves en la lucha contrainsurgente y en la postguerra se dedicaron a narcotráfico, comercio de armas y otros ilícitos.
Según WOLA, estas organizaciones forman una "red secreta y amorfa conocida como poderes ocultos, que ejercieron influencia en el gobierno de Alfonso Portillo y continúan operando durante la administración de Oscar Berger". "Sus actividades socavan el sistema judicial, valiéndose de sus conexiones políticas, la corrupción y la violencia", señala.
En su investigación "Poderes Ocultos. Grupos ilegales armados en la Guatemala postconflicto y las fuerzas detrás de ellos", WOLA indica que estos grupos "perpetúan el clima de inseguridad y socavan el estado de derecho", por lo que demanda proceder a su desmantelamiento inmediato para rescatar las posibilidades democráticas en Guatemala.
A continuación, la caracterización que hace WOLA de cada uno de los grupos ilegales referidos.
La Cofradía
Es una camarilla de oficiales de inteligencia militar activos y retirados, una especie de fraternidad interna del ejército. Los dirigentes se vincularon a la corrupción administrativa durante la dictadura de Lucas García (julio de 1978-marzo de 1982). Se dice que los principales jefes son los generales retirados Manuel Callejas y Callejas y Luis Francisco Ortega Menaldo.
Durante la guerra civil formaban parte de un grupo de militares de línea dura conocido como "los estratégicos", que simpatizaba con los métodos de los militares taiwaneses. Adoptaron una línea de seguridad enmarcada en la polarización total del "estás conmigo o contra mí" y consideraba a todos los civiles como potenciales opositores.
El Sindicato
Surgió de la "promoción 73" de la Escuela Politécnica en 1969, y su red de lealtades ejemplifica el fenómeno de la "tanda". Su persistencia se atribuye al liderazgo del general Otto Pérez Molina, negociador gubernamental para los acuerdos de paz con la URNG, ex aliado del actual presidente Berger y ahora candidato presidencial del Partido Patriótico.
Los miembros de "El Sindicato", a diferencia de "La Cofradía", eran considerados "reformistas" dentro del ejército. También se les llamó "contrainsurgentes institucionalistas" porque preferían el "esquema 30-70": asesinar sólo al 30% de la población y "rescatar" al restante 70% con "proyectos de desarrollo".
El Estado Mayor Presidencial (EMP)
Este contingente tuvo una doble función: proporcionar protección, apoyo logístico y asesoría al presidente, y actuar en inteligencia militar y actividades encubiertas. Sus actuaciones datan desde la época del general Efraín Ríos Montt, en el Archivo General y Servicios de Apoyo, que más tarde se llamó Departamento de Seguridad Presidencial.
Cuando los gobiernos civiles tomaron el control, sirvió como vínculo entre las fuerzas armadas y la presidencia de la República. Sus miembros están implicados en numerosos secuestros, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y en actos de corrupción. Uno de sus principales dirigentes es el coronel retirado Juan Guillermo Oliva Carrera.
Patrullas de Autodefensa Civil
Las Patrullas de Autodefensa Civil, que en un momento de la guerra incluían a casi un millón de campesinos guatemaltecos, apoyaron al ejército en los esfuerzos contrainsurgentes, especialmente en los operativos de "tierra arrasada" que eliminó a centenares de aldeas indígenas, sobre todo en departamentos como Quiché.
Los antiguos jefes de estos grupos están vinculados a actividades ilícitas, mientras sus bases han servido para la organización de partidos reaccionarios como el Frente Republicano Guatemalteco (FRG) del general Ríos Montt, y forman parte de la "infantería" del crimen organizado a nivel local. Uno de sus líderes es el general de brigada retirado Luis Felipe Miranda Trejo.
La Red Moreno y el "Grupo Salvavidas"
Según WOLA, la Red Moreno y el "Grupo Salvavidas" ilustra claramente el alcance de los poderes ocultos en Guatemala: sus actividades ilícitas, sus vínculos nocivos y su estructura. Incluye un vasto despliegue de oficiales militares y funcionarios de gobierno, que pertenecieron a "La Cofradía", "El Sindicato" y al "EMP".
Está encabezada por Alfredo Moreno Molina, de origen salvadoreño, quien estableció sus estructuras en el sistema de aduanas y otras dependencias de la cartera de finanzas públicas, desde donde realizó contrabando y fraudes fiscales. El "Grupo Salvavidas" integró una poderosa red conectada con todas las esferas públicas y políticas de Guatemala.
[Fuente: Diario Colatino, San Salvador, 13mar07]
This document has been published on 13Mar07 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |