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11jul19
Villarejo se acoge al secreto profesional para no aclarar su relación con Garzón y Delgado
Policía, pero también abogado. El comisario jubilado José Manuel Villarejo se ha acogido este miércoles al secreto profesional del que goza como letrado colegiado para no responder a las preguntas sobre su relación con 'el mago', nombre en clave con el que se refería al exjuez Baltasar Garzón, ni con 'D2', apelativo que utilizaba para hablar de la ministra de Justicia Dolores Delgado. Una comitiva compuesta por el juez Manuel García Castellón y los fiscales Anticorrupción se ha desplazado la mañana de este miércoles a la cárcel de Estremera para tomarle declaración sobre los trabajos que realizó para los Pérez Maura y el BBVA, pero al preguntarle sobre los nombres en clave que utilizaba para referirse al el exjuez y a la ministra, Villarejo se ha negado a responder, explican fuentes jurídicas a El Confidencial.
El expolicía ha defendido que sus contactos con miembros de la Audiencia Nacional se enmarcan en su labor como abogado y, por tanto, están protegidos por el secreto profesional. "Hay muchos magos en mi vida: uno en el CNI, otro en los servicios secretos americanos...", ha llegado a decir cuando se le ha preguntado por quién es 'el mago' que aparece en sus anotaciones. Respecto a la declaración que prestó este martes el que fuera su socio y abogado, Rafael Redondo, que aseguró que la trama intentó contratar a Garzón para impedir la extradición del naviero Pérez Maura a Guatemala, Villarejo ha calificado esta afirmación como "una imprudencia", explican las fuentes consultadas. Con esta estrategia, el expolicía ni confirma ni desmiente los encuentros con pesos pesados de la Audiencia Nacional para evitar la extradición a Guatemala, citas que sí se reflejan por el contrario en los audios y documentos que le han sido incautados.
El interrogatorio ha arrancado así con preguntas sobre la pieza Pit, que se centra en el supuesto pago de 10 millones de euros por parte del naviero Ángel Pérez-Maura a Villarejo para que frenara su entrega a Guatemala en 2016, donde hay un procedimiento por corrupción contra su compañía Grup Maritim. El expolicía ha confirmado esta contratación y ha asegurado que logró varios de los objetivos fijados antes de que el trabajo se viera interrumpido por su ingreso en prisión, pero ha insistido en todo momento en la legalidad de este tipo de acciones y en que nunca se presentó como policía en activo. En cuanto al papel que jugó su amigo y empresario Adrián de la Joya, también imputado en la causa, se ha limitado a decir que no le extrañaría que hubiese cobrado por sus servicios, pero que no puede confirmarlo porque los pagos los llevaba Redondo.
A preguntas de las partes, también ha reconocido que para evitar la extradición se barajó convertir al entonces exembajador de Guatemala en Estados Unidos, Julio Ligorría, en presidente del país latinoaméricano. Ligorría también se encuentra imputado por estos hechos, pero el lunes negó al juez que el supuesto plan para convertirse en la máxima autoridad de Guatemala tuviera recorrido alguno: "Eso es una fábula que no se sostiene. No despegó y no aterrizó". Pese a confirmar parte de los hechos investigados, el expolicía ha reducido al mínimo el papel que jugó su hijo, José Villarejo Gil, en la operación, versión que choca con el último auto del juez García Castellón, que apunta a que este se encargó de facilitar "teléfonos de 'seguridad' para los investigados" ante la sospecha de que el CNI seguía sus pasos.
Aunque todas las personas de las que el comisario habla en las conversaciones grabadas han negado su participación en el proyecto Pit, Villarejo no ha dudado en confirmar este miércoles el papel que jugaron algunos de ellos. El expolicía ha dejado caer sí a referencias a Ligorría, Redondo o De la Joya, pero al mismo tiempo se ha evitado mencionar a otros: sobre todo, a su hijo, pero también a Garzón y Delgado, para lo que se ha acogido a su "secreto profesional" comp abogado colegiado.
El interrogatorio sobre el BBVA
Tras finalizar el interrogatorio sobre los Pérez Maura, los fiscales y el juez se han centrado entonces en los servicios que prestó al BBVA, pieza que todavía sigue secreta. El banco, con Francisco González como presidente, contrató a Villarejo en 2004 para tratar de frustrar el asalto de Sacyr al banco e investigar a los principales promotores de esa operación: el entonces presidente de la constructora, Luis del Rivero; su accionista y consejero Juan Abelló y el jefe de la Oficina Económica de José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Sebastián.
El abogado de Villarejo, sin embargo, ha asegurado este miércoles a la salida de Estremera que no hubo espionaje alguno y que la operación fue orquestada por los servicios de inteligencia españoles. En declaraciones a 'La Sexta', el abogado Antonio José García Cabrera ha dicho que el excomisario se limitó a seguir las órdenes de sus superiores, quienes le habrían pedido que actuara como agente encubierto para evitar una operación que podía dejar el banco en manos de Francia. Respecto al espionaje a Miguel Sebastián, el letrado lo ha negado, afirmando además que Villarejo solo hablaba con el exjefe de seguridad del banco, Julio Corrochano, y nunca se reunió con Francisco González.
[Fuente: Por Pablo Gabilondo, El Confidencial, Madrid, 11jul19]
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