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15jun13
Huidos y deportados de ETA piden 'anular los procesos basados en la tortura'
Más de 50 representantes de los huidos y deportados de ETA han exigido en el sur de Francia que "todos los procesos judiciales basados en tortura y las extradiciones que se derivan de ellos sean anulados" (para los etarras según los testimonios de hoy cualquier detención fue seguida de tortura). Han exigido también que se garantice la libertad total de movimientos de los que denominan "exiliados" y sobre todo explicar "su relato de lo ocurrido" a toda la sociedad vasca.
El grupo de "exiliados" ha asegurado que esa es su "propuesta de solución al conflicto". Han desmentido que quieran negociar estos puntos con el Gobierno porque ha de ser ETA quien lo haga y han pedido al pueblo vasco que presione al Ejecutivo para que se logre este objetivo. Pero sobre todo han puesto una condición: "No sólo hay que resolver la situación de los exiliados", han dicho, "sino que hay que resolver el problema político que dio origen a los exiliados".
El acto celebrado en Biarritz había levantado gran expectación porque la Asociación Dignidad y Justicia había solicitado a la policía que detuviera a siete de los que suponía que iban a comparecer porque tenían causas pendientes. Sin embargo nada ha ocurrido. Incluso ha sido muy difícil identificar a los presentes porque la organización sólo ha permitido la señal de televisión de grabación propia y ha prohibido a los periodistas acercarse al grupo.
En cualquier caso aquellos que más polémica pudieran haber generado como los deportados en Cuba o en Cabo Verde han realizado intervenciones grabadas para dar su respaldo a la decisión de ETA de dejar de matar pero alimentando la estrategia para lograr la independencia. Han apelado a la desobediencia civil como nueva estrategia y a la unidad, descartando así salidas individuales.
El acto de Biarritz se ha convertido, en definitiva, en un acto de sublimación de ETA en el que se ha coreado el lema "golpear hasta el final" propio de la organización.
El hilo argumental lo ha protagonizado la carta inventada, sentimental y sensiblera, de una joven que se ve obligada a huir y somete a ese estrés y a esa tristeza a sus familiares. Varios testimonios han dejado claro que la causa por la que los terroristas huyeron fue porque temían ser torturados o porque temían a los GAL, o los abusos del Estado. Nunca porque hubieran matado o secuestrado a alguien sino por su lucha por la libertad. Ese es el relato que han reivindicado y que pretenden que prevalezca. El resumen lo ha hecho en una frase Jon Garmendia, uno de los portavoces de los "refugiados", cuando ha señalado "no tenemos miedo ni vergüenza para reconocer que somos quienes somos".
[Fuente: Por Ángeles Escrivá, Biarritz, El Mundo, Madrid, 15jun13]
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