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26ene12
Miles de manifestantes contra los recortes y la crisis económica en Valencia
Decenas de miles de personas se han sumado este jueves a las manifestaciones convocadas en Valencia, Alicante y Castellón contra los recortes aprobados por Generalitat, en las que se han lanzado proclamas contra la reciente absolución de Francisco Camps y Ricardo Costa en el juicio 'por el caso de los trajes'.
Los cinco sindicatos con representación en la función pública CCOO, CSIF, FSES, Intersindical y UGT, han convocado estas masivas protestas que han finalizado en las sedes y subsedes del Gobierno valenciano. El lema oficial: 'No a los recortes en los servicios públicos. Depuración de responsabilidades en el Consell'.
En Valencia, la manifestación ha partido desde la plaza de San Agustín; donde los últimos concentrados han tardado más de una hora comenzar la marcha, cuando la cabecera ya había alcanzado su destino, el Palau de la Generalitat, sede del Ejecutivo autonómico.
Entre los lemas coreados, 'Vamos a contar mentiras' y referencias al caso de los trajes, que el miércoles se resolvió con un veredicto favorable a Francisco Camps y Ricardo Costa, los dos imputados: "Menos Vuitton y más Educación".
De hecho, la sentencia absolutoria se ha erigido en blanco de las críticas para las decenas de miles de valencianos que han recorrido el centro de la ciudad. Porque entre las calles abarrotadas por el gentío también estaba la del domicilio particular del ex presidente del Consell.
No en vano, los sindicatos han variado el recorrido de la marcha respecto a la convocada el pasado sábado para atravesar Poeta Querol. Y aquí, como era previsible, la vivienda de Francisco Camps se ha convertido en una parada obligada.
Los manifestantes han pitado a su paso por el portal, realizado breves 'sentadas' y coreado proclamas contra el político 'popular'. "Camps chorizo", "Eo, eo, eo, Camps al talego", "Cuanto ha costado este jurado", "Culpable, culpable"; o la ya clásica "Ex president, a Picassent" se han erigido en la banda sonora de esta manifestación.
Aunque estruendosas, las protestas han discurrido sin incidentes. Con algunos excepciones. "La próxima visita será con dinamita", ha coreado un pequeño grupo. Otros han llamado a todos los timbres del edificio. Todo ello bajo la atenta mirada de los agentes de la Policía Nacional, que no han intervenido.
Pero Gürtel no ha sido el único polo de atracción. La marea de asistentes, con representantes del sector educativo, del sanitario y funcionarios de la Administración, entre otros colectivos; ha clamado contra los recortes y ha exigido la retirada del decreto ley de medidas de medidas urgentes aprobado el pasado 5 de enero por el Gobierno valenciano.
Las pancartas daban buena cuenta de ello. Críticas contra los recortes en empresas públicas como el IVVSA ("La vivienda pública es un derecho constitucional") o RTVV; alusivas a los impagos a los institutos "En clase tenemos frío. ¿Nos deja los tajes Señor Camps?", relativas al coste del aeropuerto 'sin aviones' de Castellón ("Aeroport de Castelló, això ho pague jo -aeropuerto de Castellón, esto lo pago yo-) o a la reducción de las brigadas de limpieza en las calles ("Más limpieza, menos trajes").
La afluencia de público era tal, que buena parte de los manifestantes ha renunciado a seguir el recorrido oficial, que transcurría por Poeta Querol y que contaba con la autorización de la delegación del Gobierno, y ha avanzado por la calle San Vicente hasta la plaza de la Virgen, el final del trayecto. El centro de Valencia estaba colapsado
En Alicante, las protestas han tenido en el IES Jorge Juan su punto de partida. Como el pasado sábado, la convocatoria ha vuelto a ser masiva. Más de 60.000 personas, según los organizadores, cerca de 40.000 según la Policía Local han alcanzado la sede de la Delegación del Consell en la avenida Doctor Gadea.
Decenas de miles de personas (30.000 según las estimaciones de los sindicatos) se han sumado a la manifestación de Castellón, desde la plaza de las Aulas hasta la Delegación del Consell en la calle Mayor, conocida como Casa de los Caracoles.
[Fuente: Por Cristóbal Tolero, Francisco Álvarez y Amparo García, El Mundo, Madrid, 26ene12]
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