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21abr11
Llamazares se vale del 'Caso Torrijos' para vengarse de su sucesor Cayo Lara
La figura del teniente alcalde de Sevilla Antonio Rodrigo Torrijos, de IU, imputado en el caso de Mercasevilla, ha puesto contra las cuerdas al coordinador general de la coalición, Cayo Lara, y le ha dado a su antecesor, Gaspar Llamazares el arma que necesitaba para cuestionar al equipo que le sustituyó. Llamazares le ha dicho a Torrijos que se vaya para que IU pueda seguir exigiendo honestidad a los dos grandes partidos. Aunque respeta la presunción de inocencia, ha escogido Sevilla para profundizar en la brecha ya abierta en la coalición, sobre todo en Andalucía, entre partidarios y detractores del teniente alcalde en el que se ha apoyado el PSOE de Monteseirín para gobernar en la capital hispalense.
La figura de Torrijos se ha convertido en la excusa de los diferentes sectores que anidan en IU para abrir una nueva batalla interna en la coalición. Imputado por la juez Alaya en el caso Mercasevilla, Torrijos cuenta con el apoyo de Diego Valderas, coordinador regional de IU; del Partido Comunista, y del sector que lidera Sánchez Gordillo, el radical alcalde de Marinaleda, diputado en la Cámara andaluza.
En fondo de la cuestión no se refiere tanto a la honestidad o ética que proclama la coalición sino al debate interno que existe en ella por controlar el poder interno. El aparato de IU ha hecho causa común con Torrijos y ha arrastrado inicialmente a Cayo Lara, que lo defiende aludiendo a que no conoce aún el auto de la juez. Sin embargo, la figura de Torrijos, de quien uno de sus compañeros de grupo municipal llegó a calificar como “el peor cáncer de la izquierda sevillana”, se ha convertido en la única alternativa para seguir gobernando en coalición con el PSOE en la capital hispalense si el PP no consigue mayoría absoluta.
El propio candidato socialista a la Alcaldía sevillana, Juan Espadas, ha salido en defensa de Torrijos, su socio in péctore, quitándole hierro a la imputación. El temor de socialistas e IU está en que si alguien decide tumbar a Torrijos, su reacción incontrolada abra una crisis en la coalición que tire por tierra las ya escasas perspectivas de aspirar a seguir siendo socio del PSOE para una coalición municipal.
Torrijos tiene poder y control en IU de Sevilla, ha sabido navegar con el PSOE incluso en los momentos más procelosos, y si alguien se atreve a empujarle para que deje su candidatura a la Alcaldía hispalense “aquí puede arder Troya”, dicen en el entorno de Diego Valderas.
Lara, al borde del precipicio
Para Llamazares y el sector que perdió frente a Cayo Lara, la imputación de Torrijos y la contradicción en la que ha colocado a una IU que pretendía erigirse en ejemplo de ética frente al magma de corrupción que inunda la política, no es más que una gran oportunidad para debilitar al equipo de Cayo Lara. Consciente de que el actual coordinador nacional tendrá que pronunciarse llegado el momento y de la pérdida de autoridad moral que su liderazgo sufriría si mantiene a Torrijos, Llamazares y quienes aún sufren el agravio de la pérdida de poder en el seno de la coalición, tensan la cuerda hasta poner a Lara al borde del precipicio.
Mientras tanto, IU sigue denunciando la corrupción del PSOE en Andalucía, pero a media voz. Teme, por una parte, que el caso Torrijos le estalle en las manos, y por otro lado, no quiere alejarse demasiado de un PSOE que podría ser su socio de coalición en los ayuntamientos en los que los populares no consigan mayoría absoluta y, dentro de un año, en el mejor de los casos para la izquierda, en la propia Junta de Andalucía.
[Fuente: Por Antonia Castro, El Confidencial, Madrid, 21abr11]
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