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10oct14
Sindicalistas de día, 'beautiful people' de noche: la vida sin freno de UGT y CCOO
El análisis de los extractos de las tarjetas black de Caja Madrid deja en entredicho la actuación de casi la totalidad de los consejeros y directivos de la entidad pero especialmente la de aquellos dirigentes que ocupaban un puesto en los órganos de responsabilidad de la caja de ahorros en representación de los trabajadores. La lista de gastos de estas personas demuestra que el discurso combativo que sostenían en público no se correspondía con la vida de ostentación y lujo que mantenían en su vida privada.
Es el caso por ejemplo de José Ricardo Martínez, un histórico dirigente de UGT Madrid que ha presentado su dimisión tras verse salpicado por el escándalo. Martínez comenzó a cargar compras en su tarjeta opaca de Caja Madrid en febrero de 2010, sólo unas semanas después de llegar al cargo, y continuó usándola hasta el 1 de enero de 2012. En total se fundió 44.154 euros.
Al menos 21.000 euros los destinó a compras en El Corte Inglés. Sólo durante el mes de diciembre de 2010, utilizó la tarjeta de Caja Madrid para cubrir gastos por valor de 12.750 euros. Algunos de sus mayores desembolsos se concentraron en un solo día, apenas unas horas antes del día de Navidad de ese año. En concreto, el 24 de diciembre de 2010, entre las 16.32 horas de la tarde y las 23.03 horas de la noche, Martínez se dejó con la tarjeta 3.690 euros en compras y restaurantes. Dos días después, el 26 de diciembre, el exdirigente de UGT volvió a la carga y abonó con su tarjeta black otros 4.619 euros.
La voracidad de Martínez no hacía distinciones. En el extracto de su cuenta aparecen desde restaurantes a tiendas de moda, pasando por zapaterías, tiendas de regalos, supermercados, videojuegos y entradas para el zoo. Figura hasta un cargo de 261 euros en un Hotel Hilton y otro de 88 euros por una camiseta en la tienda oficial del Real Madrid.
Otro conocido sindicalista, Francisco Baquero, consejero de Caja Madrid en representación de la sección de banca de Comisiones Obreras-Comfia, también exprimió su tarjeta black. La utilizó para realizar nada menos que 1.162 pagos entre julio de 2006 y noviembre de 2011 por un importe total de 266.433 euros.
Con este medio de pago, Baquero compró desde muebles en Ikea, billetes de avión en Iberia, Air Europea y Brussels Airlines, vuelos a Rumanía, alquileres de coche en Europcar, entradas para espectáculos en Ticketmaster y Telentrada, electrodomésticos en El Corte Inglés y MediaMarkt y equipos informáticos Apple. Sólo en una compra de esta marca de ordenadores se gastó 2.447 euros. Asimismo, en una floristería abonó otros 2.764 euros de una sola tacada. Y en febrero de 2008 pasó cargos de agencias de viajes por más de 5.000 euros.
La lista de restaurantes que figura en el extracto de Baquero es interminable. Le gustaban todos los tipos de comida: Asador El Molino, Sanxenxo, Alborán, Asador El Príncipe, Piccolo Mio, Aymara, Casa Marco, El Raset, Mistral, Zorzal, Asador Frontón, El Espigón, Aldaba, El Farallo, Las Marinas, El Paquebote, Marisquería Gavila, El Llantar de la Sierra, La Menorah, Il Salotto, Atrio, Marea Grande, La Gitana, La Goleta, Federico, 99 Sushi Bar, Miyama, El Almirez, Goyzeko, Sudestada, Jaizkibel, Tsunami y Yamato, entre otros. Se trata de importes astronómicos en la mayoría de los casos, por encima de los 300 euros.
CCOO no ha tramitado la expulsión de Baquero del sindicato porque hace meses que ya no mantiene ningún tipo de vinculación. Pero durante mucho tiempo, fue el encargado de liderar la posición de la central de trabajadores vinculada a Izquierda Unida en el sector de la banca. De hecho, su mujer, María Jesús Paredes, ocupó durante 25 años la dirección de la organización sectorial de banca de CCOO.
Baquero no es el único representante de Comisiones en Caja Madrid que se ha visto salpicado por este caso de corrupción, que ya está siendo investigado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. El escándalo de las tarjetas black también afecta a otro histórico dirigente de CCOO, Rodolfo Benito, que hasta ahora ocupaba el puesto de Secretario de Estudios del sindicato. Esta semana se ha visto obligado a presentar su dimisión.
Benito empleó la tarjeta opaca de Caja Madrid durante siete años para pagarse comidas en restaurantes, gasolina y hoteles. Pero no sólo eso, era asiduo a comprar flores, algunas por valor de 100 euros, así como libros y joyas. En total, utilizó la tarjeta para costearse caprichos por valor de 140.600 euros. Por ejemplo, adquirió zapatos de Geox por importe de 120 euros en una ocasión y 76 euros en otra; gastó 190 euros en la joyería Topacio; y se dejó 373 euros en una sola compra en una papelería.
También era habitual que el exdirigente de CCOO usara esta tarjeta al margen de su sueldo y gastos de representación para hacer la compra en los supermercados próximos a su domicilio o pagarse varios hoteles, alguno de ellos en Madrid, como se deduce del pago de 72 euros en el NH Alberto Aguilera; el Gran Hotel Canarias, que costó 109 euros; o el parador de Alcalá de Henares por 281 euros.
Caja Madrid también le pagó varias compras en librería, así como 100 euros en electrodomésticos; 462 euros en una compra en una tienda de decoración; 102 en Samsonite o varios artículos de ropa en Hugo Boss por 149 euros o 138 euros en Hermenegildo Zegna. También era asiduo a la exclusiva tienda de moda para hombre Yusty. En los tres años que tuvo en su poder la tarjeta realizó más de una veintena de pagos en ese establecimiento por importes de 382 euros, 451 euros, 655 euros, 382 euros y 900 euros, entre otros.
[Fuente: Por José María Olmo y Carlota Guindal, El Confidencial, Madrid, 10oct14]
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