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29ago18
Vestas asesta el primer golpe a la política 'verde' de Sánchez con el cierre de su fábrica en León
El gigante danés Vestas ha asestado el primer gran golpe a la política verde del Gobierno de Pedro Sánchez tras anunciar el cierre directo de su fábrica de aerogeneradores en Villadangos del Páramo (León). La decisión de la compañía se lleva por delante un total de 362 empleos directos a través de un ERE de extinción, aunque los sindicatos advierten de que su impacto se extenderá a un total de 2.000 trabajadores en una comarca que es prácticamente dependiente de esta industria.
El anuncio ha generado una auténtica crisis en la región. La ministra de Industria, Reyes Maroto, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se reunieron ayer con carácter de urgencia en Valladolid para abordar distintas medidas de presión que eviten el cierre. Por su parte, a las puertas de la fábrica decenas de empleados comenzaron una acampada permanente para defender su futuro.
Maroto y Herrera anunciaron al término de la reunión que viajarán hasta Copenhague para trasladar su malestar al consejo de administración del grupo, al que acusan de «deslealtad» por la forma en que ha llevado el proceso. Vestas anunció el ERE horas antes de reunirse con la Junta, a una semana de verse con los responsables de Industria y tras haber cobrado millonarias ayudas de la Administración por la central.
«Nos ha pillado de sorpresa, nos parece una deslealtad institucional», señaló la titular de Industria, que recordó al grupo el compromiso del actual Gobierno con el fomento de las energías renovables tras años de parón. La consejera de Economía de la Junta fue más allá y acusó a la sociedad danesa de haberse aprovechado de los programas de ayudas públicas anunciando el cierre cuando ya el Ejecutivo no tiene margen para exigir el reembolso. «Lo tenían todo muy bien calculado [...] Está claro que las multinacionales no tienen cara ni ojos», criticó en declaraciones recogidas por Europa Press.
Los responsables españoles van a tener muy difícil influir en un grupo con un capital tan atomizado como Vestas, dominado por fondos y bancos de inversión de todo el mundo sin que exista un claro accionista de control.
La compañía argumenta que el cierre está vinculado a motivos de producción:la demanda de aerogeneradores de 2 megavatios (MW) en la región está cayendo y la previsión de ventas de máquinas de 4 MW (más grandes) es inferior a la prevista. Por otro lado, el grupo quiere potenciar su producción en otros mercados con mayor atractivo para la energía eólica como Argentina, China, India o Brasil. «Se llevan la producción a costa de mano de obra esclava en países con unos costes de transporte mucho más bajos.El traslado de nuestra fábrica a India les permitirá ganar al año 100 millones de euros más», lamentó el presidente del comité de empresa de la planta, Juan Francisco García Cabezas.
Vestas es el primer productor mundial de aerogeneradores con una cuota de mercado del 16,7%, según el ránking que publica cada año la consultora FTI. El grupo danés mantiene una dura pugna por el control de los vientos con la alemana Siemens-Gamesa, cuya fusión ha derivado en un grupo capaz de abastecer un 16,6% de la demanda mundial de turbinas.
La compañía sufrió en 2017 una reducción de su beneficio propiciado por una caída de las ventas que vinculó al aumento de la presión competitiva a nivel global. Vestas ya no sólo tiene que lidiar contra el auge de los fabricantes chinos -liderados por Goldwin-, sino también con el incremento de competitividad y potencial de la energía solar tras su fuerte reducción de costes.
Tras el cierre del centro de producción en León, la compañía mantiene en España una fábrica de palas en Daimiel (Ciudad Real), otra de turbinas en Lugo y una tercera de piezas de recambio y reparación en Villafranca del Penedés (Barcelona).
El nuevo Gobierno tiene entre sus principales objetivos abordar una transición energética verde que impulse la instalación de renovables en sustitución de las centrales de carbón o las nucleares. El Ministerio de Transición Energética se ha marcado como objetivo remitir un proyecto de Ley al Congreso antes de que finalice el ejercicio.
Por el momento, el único movimiento renovable que se está produciendo en España tiene que ver con las tres subastas convocadas por el Gobierno del PP para instalar 8.000 megavatios. No obstante, esta capacidad se encuentra todavía en tramitación y no se espera su entrada al sistema hasta 2020.
[Fuente: Por Víctor Martínez, El Mundo, Madrid, 29ago18]
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