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19nov22
Sánchez recurre a Marchena que cumplirá con la Ley
Este presidente Pedro Sánchez, que ha pretendido y aún pretende, primero con los indultos y ahora con la reforma express de los delitos de sedición y malversación, desautorizar la sentencia del Tribunal Supremo sobre el golpe de Estado catalán, ahora recurre a la misma Sala de lo Penal, que preside de impecable manera el magistrado Manuel Marchena.
Y lo hace Sánchez a través de la fiscalía para que el alto Tribunal les saque del grave embrollo organizado por la Ley del 'Solo si es sí', cuya chapucera redacción por la ministra Irene Montero está permitiendo reducir las penas de prisión de muchos delincuentes condenados por delitos de sus abusos y y agresiones sexuales.
Y que tengan la plena seguridad el presidente Sánchez y todo su Gobierno, desde donde se ha insultado a los jueces llamándolos 'machistas y fachas con togas', de que el Tribunal Supremo actuara y decidirá de una manera justa, independiente del debate político y de acuerdo con la legalidad. La que resulte de la nueva Ley del 'sí es sí' y la Ley anterior que le precedió.
Y aceptará las reducciones de penas sancionadas en instancias inferiores y por lo tanto irreversibles que se hayan ajustado a Derecho en aplicación del principio que avala la aplicación de la Ley más favorable al reo.
A la vez el Tribunal creará 'jurisprudencia' con su sentencia en los casos que tiene en estudio para que, dentro de la legalidad vigente, los delincuentes sexuales condenados no puedan eludir sus condenas, de acuerdo con la más justa interpretación del nuevo y dual marco legal.
Quitar al magistrado Marchena de la Sala de lo Penal del Supremo ha sido y es una obsesión de Pedro Sánchez, a título de concesión a los secesionistas de Cataluña. Y una operación política a la que, sorprendentemente, también se prestó el PP cuando intentó su traslado al Tribunal Constitucional. El cese o 'la caza' de Marchena era y es uno de los objetivos obsesivos de Sánchez y un motivo clave por el que el presidente insistía en la renovación del Poder Judicial, ahora bloqueada.
Como obsesión de Sánchez sigue siendo el control de la Sala Tercera del Tribunal Supremo que se ocupa de los recursos presentados y admitidos a trámite contra los indultos a los golpistas catalanes. Y ahora, ironía del destino, es el presidente Sánchez quien acude al Tribunal Supremo para que Marchena y el resto de magistrados que le acompañan le saquen del fuego las castañas podridas de una chapucera ley de la ministra Irene Montero.
Aclarando una lamentable situación favorecida por la incompetencia de la ministra Irene Montero, que desoyó las advertencias que en su día le fueron hechas en el preceptivo informe del Consejo General del Poder Judicial. Una ministra que probablemente volverá a atacar al Tribunal Supremo en el caso de que su decisión, irrevocable, no sea de su agrado.
Y a la que Pedro Sánchez debía de haber cesado ya por su incompetencia manifiesta y por haber insultado desde el Gobierno de España a los jueces de todo el país. Lo que nunca se había visto desde el inicio de la Transición democrática española y lo que suele ser habitual en UP y en los partidos del gobierno catalán, ante la pasividad del presidente Sánchez. El que consiente estos desafueros sola y exclusivamente para que UP y ERC le aprueben los PGE de 2023 y él pueda continuar un año más en el poder.
[Fuente: Por Pablo Sebastián, República de las ideas, Madrid, 19nov22]
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