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29ene21
Pedro Sánchez renunciará a su control absoluto de los fondos tras el 'abrazo' de Vox
Pedro Sánchez está dispuesto a revisar el control absoluto que tiene ahora mismo sobre los fondos europeos tras salvar el decreto de gestión de los 140.000 millones de euros de Bruselas con los votos de EH Bildu y Vox. El Gobierno negociará nuevos mecanismos de control y otra serie de modificaciones durante la tramitación de la norma como proyecto de ley en el Congreso, según admiten fuentes del Ejecutivo a Vozpópuli
"Estamos dispuestos a negociar cambios", dicen estas fuentes. "Hablaremos con todos los que quieran".
El Gobierno ha visto este jueves las orejas al lobo en el Parlamento. La convalidación del real decreto-ley de medidas urgentes para la modernización de la Administración Pública y la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia se ha convertido en una pesadilla. El rechazo del separatismo catalán y del PP ha obligado al PSOE a buscar otros apoyos a la desesperada. Pero la puerta de Ciudadanos, otras veces abierta, estaba ahora cerrada. Y ha sido Bildu y la sorprendente abstención de Vox quienes han salvado la papeleta a Sánchez.
Vox, "pura casualidad"
El Gobierno asegura que la abstención de del partido de Santiago Abascal ha sido "pura casualidad". Y que no se ha negociado nada. La izquierda abertzale, por su parte, se consolida como aliado estable de Sánchez. Y ha pasado de la abstención al 'sí' tras arrancar al Gobierno varios compromisos a favor de los ayuntamientos en la gestión de las ayudas europeas.
La reacción en el seno del Gobierno a la espantada de sus aliados parlamentarios ha sido la habitual: culpar al PP. Fuentes del Ejecutivo han acusado al partido de Pablo Casado de poner en riesgo la llegada de los fondos a España.
"Vergonzoso lo de todos los grupos que no han apoyado este decreto. ¿Qué querían? ¿Más burocracia? ¿Más lentitud? ¿Quizá que no lleguen los 140.000 millones?", dicen estas fuentes. "¿Alguien se acuerda de los ciudadanos de España? ¿Tan mal les va en Cataluña que hacen peligrar esa ayuda?".
La soledad del Gobierno ha quedado patente hasta entre los partidos que le han brindado su apoyo. El PNV y otras formaciones minoritarias han dado un 'sí' a regañadientes con toque de atención incluido. El Gobierno ha reunido en su contra a un frente muy transversal de partidos descontentos con sus primeros pasos en la organización y reparto de los 140.000 millones del fondo de recuperación europeo. Bruselas aprobó estos fondos para contrarrestar los estragos económicos provocados por la pandemia del coronavirus.
La tensión del Congreso se suma al pésimo arranque de la conferencia sectorial entre el Gobierno y las comunidades creada ad hoc para el plan de recuperación. La primera reunión de este grupo de trabajo terminó en una rebelión de autonomías de todos los colores políticos en contra del reglamento de funcionamiento de esta conferencia. La queja principal era el excesivo peso de la Administración central en las votaciones.
Bruselas vigila los Parlamentos
El Gobierno español, al igual que el resto de países, negocia estas semanas el plan de recuperación con la Comisión Europea. El acuerdo debería estar listo a finales de abril. Antes de eso, las Cortes Generales -y los parlamentos de los 27- deben ratificar la llamada Decisión sobre los recursos propios. Es una modificación jurídica que permitirá el aumento del límite de recursos que los países aportan a la UE. El objetivo es dar un colchón a Bruselas para financiar el ingente desembolso de fondos.
El enfado en La Moncloa por lo ocurrido en la votación del decreto es considerable. La arremetida contra el PP no esconde la preocupación por las señales que envía la Unión Europea. Bruselas teme que determinados países, especialmente los del norte, pongan trabas si los parlamentos nacionales son incapaces de ratificar los acuerdos alcanzados.
La coalición de Gobierno en Italia ha saltado por los aires por las discrepancias entre los partidos que la integran sobre la gestión de estos fondos. La Comisión confía en que todos los países hagan sus deberes en casa. Pero los problemas de estabilidad en Italia y la convalidación española por la mínima suponen dos quebraderos de cabeza para Bruselas. Italia y España son dos de los países más castigados por la pandemia y dos de los principales receptores de la ayuda europea con 209.000 millones y 140.000 millones de euros, respectivamente.
[Fuente: Por Jorge Sáinz, Vozpópuli, Madrid, 29ene21]
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