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31ene15
Pedro Sánchez acusa a Susana Díaz de buscar la coalición con el Partido Popular
Mencionar la posibilidad de una gran coalición con el PP después de las próximas elecciones generales es como mentar la bicha en la sede federal del PSOE. Es algo que su secretario general se ha esforzado en descartar desde su acceso a la secretaría general, cuando observó que su imagen poco se compadece con la de un líder de la izquierda radical y encajaría con la de alguien propenso a establecer una colaboración estrecha con la principal formación del centro derecha.
Muy orgulloso por haber accedido al cargo gracias a los votos de la militancia socialista, cosa que no deja de repetir, Sánchez se ha dado cuenta del rédito que puede sacar en su pulso con la presidenta andaluza si la identifica con el sector del partido más proclive a llegar a un acuerdo con el PP después de las próximas elecciones generales. Siempre sotto voce, algunos dirigentes socialistas próximos al actual líder han empezado a relacionar la operación que protagoniza Susana Díaz para dar el salto a la política nacional con su interés en facilitar algo que en varias ocasiones ha defendido en público Felipe González, la conveniencia de alcanzar un gran acuerdo con el PP que acabe con la inestabilidad política a la que abocaría un Parlamento tan fragmentado como el que puede emerger después de las próximas legislativas.
El expresidente puso en apuros a Rubalcaba
González no tuvo reparos, incluso, en poner en dificultades al anterior secretario general socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, con su apuesta a favor de una gran coalición. Este envite del expresidente le provocó un gran roto a la anterior dirección del PSOE, hasta el punto de que obligó a Rubalcaba a salir al paso y a desmentir su voluntad de colaborar en un futuro Gobierno con el PP, ni siquiera en el caso de que el año que viene emergiera una mayoría insuficiente para gobernar o de que la situación en Cataluña se desbocara.
Ahora, el PSOE parece haber vuelto al kilómetro cero de este debate, Pedro Sánchez no se cansa de repetir a quien quiere escucharle que en sus planes no figura acuerdo alguno con los populares, mientras su equipo parece interesado en difundir que es Susana Díaz, precisamente, la que ha acogido con simpatía el pensamiento de Felipe González y está dispuesta a dar el salto a Madrid para garantizar la estabilidad de las instituciones y frenar en seco a Podemos, aunque sea a costa de compartir tareas de gobierno con el PP.
En fuentes próximas a la presidenta andaluza se interpreta esta estrategia de una parte de la dirección federal del PSOE como un elemento más de la guerra sucia que Pedro Sánchez estaría dispuesto a librar para aferrarse, al coste que sea, en la secretaría general del partido. "Es frívolo hablar a estas alturas de posibles pactos después de las elecciones generales cuando su resultado se atiene a tantas incertidumbres. Diga lo que se diga, todas las posibilidades están abiertas y usar esto como arma arrojadiza parece un insulto a la inteligencia", afirma un destaco miembro del socialismo andaluz.
En todo caso, es un arma que a Pedro Sánchez puede serle muy eficaz en el caso de que tuviera que enfrentarse con Susana Díaz, algo que ella descarta, en las primarias internas previstas para julio. Si cala entre los militantes que la alianza con el PP está en la agenda postelectoral de la lideresa andaluza, Díaz posiblemente se vería condenada a morder el polvo y a enfrentarse a buena parte de los barones del PSOE.
[Fuente: Por Federico Castaño, Vozpópuli, Madrid, 31ene15]
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