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12sep20
"Pesadilla en la cocina" de los miserables
Dijo el exsecretario de Estado de Seguridad de un anterior Gobierno de Mariano Rajoy, Francisco Martínez: 'mi grandísimo error fue ser leal a los miserables de Jorge (Fernandez Díaz), Rajoy y Cospedal'.
No es cierto, su primer y gran error en la llamada 'Operación Kitchen' fue violar la legalidad desde un alto puesto de la Seguridad del Estado para ocultar la corrupción del PP y de sus más destacados dirigentes.
Y utilizando Martinez fondos públicos (malversación), a 70 policías y varios comisarios de Interior (prevaricación) para asaltar, sin mandato judicial, la vivienda de Bárcenas (allanamiento) y para así apropiarse de documentos y dispositivos digitales (revelación de secreto) en beneficio de la corrupción de los primeros dirigentes de su partido, el PP.
El gran miserable es Francisco Martinez, que luego chantajeó y amenazó a sus jefes del PP para que le protegieran y que, después de todo este tramo delictivo, todavía será más miserable si no colabora con la Justicia cuando en los próximos días lo cite a declarar el juez García-Castejón.
Es bien posible que la 'Operación Kitchen' no se le ocurriera a Martinez, sino más bien a Villarejo y sus comisarios afines, siguiendo las instrucciones y las inquietudes de Rajoy, Fernández Díaz, Cospedal y ya veremos si también de Sáenz de Santamaría (con quien despachaba Martinez y una vez que se citó en todo ello al CNI).
Estamos, además de los delitos ya mencionados, ante una 'organización criminal' que actuaba desde los altos organismos del Estado como lo dice en su escrito al juez de la Audiencia Nacional el fiscal anti corrupción.
Son hechos muy graves y ocurridos hace ocho años e irán a juicio y pesan, como las corrupciones de Gürtel, Púnica y otras andanzas del PP, en el historial y el debe del Partido Popular. Y esa responsabilidad política se está cebando, ante la opinión pública, con la reputación de la actual dirección del PP que ahora lidera Pablo y que nada tiene que ver con estos hechos que se llevaron a cabo en 2012.
Por ello no es justo que se pretenda citar a Pablo Casado a declarar en la Comisión de investigación del Congreso que promueven PSOE y UP con el apoyo de los partidos nacionalistas y ya veremos si también de Cs.
Pero estos hechos, que ahora ven la luz, también liberan a Casado y a su equipo directivo de unos años de tenebrosa oscuridad del Gobierno y del tiempo de Rajoy, donde también se vieron inmersos ministros y dirigentes del Gobierno de Aznar (Zaplana, Rato, Matas, Álvarez Cascos, Arenas y Lapuerta, entre otros), además de las graves mentiras de la guerra de Irak y de los atentados del 11-M.
Un tiempo este último con el que también puede romper amarras Casado tras prescindir de Cayetana Álvarez de Toledo -'la niña' de Aznar en FAES'- como portavoz del PP en el Congreso de los Diputados.
Y si añadimos a todo ello que Abascal y Vox se han llevado cual flautistas de Hamelin a los seguidores de la extrema derecha -como Iglesias representa a los de la extrema izquierda-, entonces veremos que Casado al que solo le queda por cerrar la tenebrosa sede nacional del PP de Génova 13, tiene ante sí la oportunidad de volar solo -'sin tutelas ni tu tía', que decía Fraga- sobre el amplio campo del centro político, democrático y constitucional español.
El lugar deshabitado donde Pablo Casado y el PP se deberían encontrar con Cs e Inés Arrimadas en este tiempo de zozobra y de máxima preocupación nacional.
[Fuente: República de las ideas, Editorial, Madrid, 12sep20]
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