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20ene15
La Policía exige explicaciones por el espionaje de la Guardia Civil a sus agentes en la frontera
Negros nubarrones se ciernen de nuevo en las relaciones entre Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil. La información publicada este lunes por Vozpópuli en el que se desvelaba la existencia de una orden interna del Instituto armado para 'espiar' a los agentes del otro cuerpo policial que realizan los controles de extranjería en la zona fronteriza con Francia del tunel oscense de Canfranc provocó ayer una catarata de reacciones y protestas. Según fuentes policiales, los máximos responsables de ambas instituciones en la provincia de Huesca y en Aragón intercambiaron a lo largo del día numerosas llamadas de teléfonos en las que se reclamaron explicaciones y se pidió la retirada de la polémica instrucción. Además, las organizaciones de los sindicatos de la Policía y la Guardia Civil emitieron diversos comunicados denunciando la situación y exigiendo despurar responsabilidades.
Así, las cuatro organizaciones representativas del Cuerpo Nacional de Policía estudían desde este lunes dirigir una protesta conjunta al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y a su 'número 2', el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, para que se abra una investigación para aclarar quién dio la orden, ya que consideran que el teniente que firma la misma "es sólo un mandado". Todas estas organizaciones llevan meses quejándose de la supuesta intromisión de la Guardia Civil en las competencias que, según destacan, les adjudica en exclusividad las Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Fuentes del Sindicato Unificado de Policía (SUP), una de estas organizaciones, aseguraba a este diario que "esta nota ha sido la gota que ha colamdo el vaso. Es hora de que se depuren responsabilidades".
Otra de las organizaciones, el Sindicato Profesional de Policía (SPP), mayoritario en las escalas de mando del Cuerpo Nacional de Policía, ya ha elaborado su propia nota de protesta. En la misma, sus dirigentes lamentan "profundamente" la existencia de una orden que califican de "auténtico despropósito" y "aberración". "En estos momentos de grave alarma social, provocada por el auge del terrorismo islamista, los esfuerzos del Cuerpo hermano deberían dirigirse única y exclusivamente a incrementar la seguridad de los ciudadanos españoles. Actuar de otro modo no supone más que un ejercicio de irresponsabilidad", añade. El SPP considera este hecho un ejemplo más de "la ausencia de coordinación" y culpan a los mandos del Instituto armado de "desatender" sus funciones para "controlar el trabajo que legítimamente realizan sus compañeros policías".
También la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en Aragón, mayoritaria entre los agentes de la Benemérita, emitió ayer un comunicado a raiz de la información de este diario. En ella, destacaba que el incidente"no se trata de un hecho aislado" y que "de forma más o menos regular vivimos episodios de las tensiones y enfrentamientos" entre agentes de ambos cuerpos. Sus representantes exigen en la misma al Interior que "se den las instrucciones oportunas que eviten que en un futuro se repitan tales hechos" y aprovechan el escrito para reclamar al Gobierno "la unificación de la Policía Nacional y la Guardia Civil y crear de manera urgente órganos de control y coordinación eficaces y que funcionen".
La nota de la polémica
La orden, difundida por correo electrónico el pasado 9 de enero, sólo dos días después de los atentados de París y cuando aún se sospechaba que los autores podían huir hacia España, está firmada por un teniente, en ese momento jefe accidental de la Compañía de Jaca, la número 4 de la provincia de Huesca. Emitida a los ocho puestos bajo su responsabilidad bajo el título de "plan semanal de controles fronterizos", su autor da instrucciones"por así haberlo ordenado la superioridad" para que lor guardias civiles 'comprobar' los controles que la Policía realice relacionados con extranjería "en la demarcación de esta compañía", que incluye el túnel de Canfranc que une España con el país vecino. En concreto, determina que "los días que se establezcan estos dispositivos deberán ordenar a las parejas de servicio que haya en zona de dicho control, que han de verificar que se está realizando."
Una vez hecho, los guardias civiles están obligados a informar a sus superiores "mediante mensaje de texto al teléfono corporativo" que efectivamente se trata de un control de extranjería, única competencia del Cuerpo Nacional de Policía en esta zona fronteriza. Además, deberán detallar la carretera y el punto kilométrico concreto en el que se realiza, así como el sentido de la vía en el que se ha montado y la hora. También deben especificar "si es de lo que figura en relación o es fuera de plan" ya que supuestamente la Policía debe informar previamente al Instituto armado de cuál va ser su actividad en la zona. El correo electrónico añade que la instrucción debe tener un "exacto cumplimiento" y que, además, "estas novedades deben ser remitidas a la superioridad con periodicidad diaria".
Tanto fuentes de la Policía como de la Guardia Civil aseguran este lunes a Vozpópuli que la orden ya ha provocado un incidente en los pocos días que lleva activa: integrantes del Instituto armado grabaron en vídeo a los policías cuando éstos montaban uno de sus controles acompañados de un equipo de televisión local para un reportaje. "Entonces no nos explicamos por qué lo hacían. Ahora ya lo sabemos. Estaban controlando a nuestros compañeros en su trabajo", recalca un mando policial claramente molesto por el incidente.
[Fuente: Por O. López Fonseca, Vozpópuli, Madrid, 20ene15]
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