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04ago06
"Las actuaciones contra las manifestaciones son capricho de Garzón" .
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Erkoreka expresó su convicción de que el Gobierno socialista "no desactivará" la Ley de Partidos porque, de esta forma, dispone de "un instrumento muy útil y eficaz de presión contra Batasuna".
El político nacionalista señaló que está "más aburrido que sorprendido" por la polémica creada en torno a las manifestaciones de la izquierda abertzale y señaló que "sospecha" que es algo que comparte "el conjunto de los ciudadanos".
A su juicio, "los momentos delicados" en el proceso de normalización y pacificación "se viven desde el inicio de la legislatura" porque, pese a que el PSOE ha cambiado "la estrategia antiterrorista" respecto al Ejecutivo de Aznar, "sin embargo, no ha alterado el dispositivo legal que se aprobó durante la pasada legislatura, como la ley de partidos y otras disposiciones de tipo legal y penitenciario".
Para Josu Erkoreka, "con este dispositivo legal es muy difícil gestionar un panorama distinto y una estrategia completamente diferente contra el terrorismo". "El fin dialogado de la violencia difícilmente se puede llevar a cabo con unos instrumentos que estaban ideados para la derrota policial y judicial de ETA", señaló.
En este sentido, indicó que, "como el PSOE se resiste a modificar esas leyes o a revisar esa legislación, es inevitable que se produzcan este tipo de situaciones como las que ahora vivimos, aparte de que, después, esa misma legislación se puede aplicar correctamente o caprichosamente".
"Yo advierto de que aquí una cierta aplicación caprichosa de la Ley. Hace un mes todos pudimos comprobar que se producía una reunión en Donosti entre la cúpula de Batasuna y del PSE-EE, fue requerido el juez Garzón para que se pronunciara sobre esa reunión y dijo que no veía reparo alguno de legalidad para que esa reunión pudiera tener lugar. Ahí estaba Batasuna como tal, había tres señores que actuaban en nombre de Batasuna", recordó.
Erkoreka subrayó que "una de las actividades normales de un partido político es reunirse con otros partidos políticos, pero un partido político también tiene entre sus funciones normales la de convocar manifestaciones". "Yo no acabo de entender por qué un partido político que está ilegalizado y que, al mismo tiempo, esta suspendido judicialmente pueda desempeñar algunas de las actividades que son normales en los partidos políticos, como reunirse con los demás partidos políticos y, sin embargo, no pueda hacer otras actividades que son habituales en los partidos como convocar una manifestación. Yo no acabo entender como se pueden tomar decisiones tan drásticamente diferentes con un mismo referente normativo", dijo.
Ley de partidos
El portavoz del PNV en el Congreso se mostró convencido de que el PSOE "no va desactivar con facilidad" la ley de Partidos "porque tiene en ese dispositivo legal un instrumento muy útil y muy eficaz de presión contra Batasuna".
"Si en un momento determinado del proceso de paz, se produjera un rebrote del terrorismo y algún atentado, el PSOE podría poner en marcha los mecanismos de esta legislación para presionar sobre Batasuna, ponerle contra las cuerdas y decirle: 'o condenas esta actividad terrorista que ha rebrotado o, si no, acabas en la ilegalidad como estuviste con anterioridad'", añadió.
En su opinión, "es un instrumento de presión que tiene el PSOE para controlar a Batasuna y asegurar que todo sea irreversible, y no creo que vaya a renunciar fácilmente a él". "Es lógico y comprensible", dijo.
"El capricho de Garzón"
El diputado peneuvista consideró que las actuaciones judiciales contra las manifestaciones convocadas por la izquierda abertzale no son atribuibles al PSOE, sino que se trata de "una operación presidida e impulsada por Garzón, un juez que tiene una cierta autonomía, que tiene a su disposición unos determinados instrumentos legales, los aplica como le parece que tiene que aplicarlos y esto se le escapa incluso al PSOE".
Según precisó, "el Partido Socialista tiene poder, tiene una enorme capacidad de influencia sobre todos los sectores sociales y también sobre los jueces, de alguna manera, pero esa capacidad de influencia no es tanta como para poder determinar los contenidos de todas las resoluciones judiciales de todos los jueces de la Audiencia Nacional, es un error pensar lo contrario".
Por ello, insistió en que estas actuaciones responden más a "un capricho del propio juez Garzón que a un impulso del Gobierno socialista".
[Fuente: Diario Directo, Radio Euskadi, 11ago06]
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