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27feb06
La población penal es casi el doble de la capacidad de los penales.
Los delincuentes recluidos en las cárceles españolas crecen pero las celdas para alojarlos no, y la consecuencia de ello es inevitable: el hacinamiento se dispara. Según los datos del Ministerio del Interior, a 17 de febrero de 2006 en las prisiones españolas había 61.722 reclusos, 53.262 descontando los 8.460 internados en las prisiones catalanas, cuyas competencias están transferidas a la Generalitat. Ello supone que, excluyendo estos últimos centros, y teniendo en cuenta que el número de celdas funcionales es de 31.780, la sobreocupación de los centros penitenciarios es del 167 por ciento, dos décimas más que hace seis meses, lo que supone que hay casi dos presos por plaza disponible. Instituciones Penitenciarias siempre rebaja tal porcentaje de hacinamiento hasta el 130 o el 140 por ciento, equiparándolo a la media europea, pues contabiliza como celdas funcionales las de aislamiento, enfermería, ingreso y tránsito, plazas que tiran hacia abajo la media de la sobreocupación pero que, según los funcionarios, no han de ser computadas para realizar el cálculo porque en ellas no viven los internos de forma continuada. Y cuando se habla de dos presos por celda es casi siempre en el mejor de los casos, pues existen situaciones verdaderamente desesperadas en el sistema carcelario español. Por ejemplo, la del centro de Ceuta. Concebido para albergar a 80 delincuentes tras sus muros, en este momento conviven 256. Similar es la situación de la cárcel de Badajoz, en la que están recluidos 781 cuando su capacidad óptima es de 392. Por encima del 200 por ciento de hacinamiento se encuentran las cárceles de Ceuta, Martutene (San Sebastián), Murcia, Melilla, Madrid II (Meco), Basauri (Bilbao), Cuenca, Las Palmas, Ibiza, Badajoz, Arrecife y Burgos, según los datos que maneja el sindicato Acaip.
Agresiones. La sobreocupación, según denuncian las centrales, está generando graves problemas de convivencia en los centros, como lo demuestra lo sucedido en varias prisiones andaluzas a principios de mes. En tan sólo una semana, se produjeron nada menos de siete agresiones a funcionarios. El hacinamiento en esta comunidad autónoma, la que alberga más presos de toda España –13.137– es de un 174 por ciento. De cómo se ha llegado a esta situación da un explicación muy certera un dato: entre 2000 y 2005, la población reclusa española creció un 38,14 por ciento, pasando de 44.197 internos a los 61.504 que había encerrados a 31 de diciembre del año pasado. En Aragón, por ejemplo, se pasó en este periodo de 1.139 a 2.430 reclusos. Un crecimiento que la directora de prisiones, Mercedes Gallizo, ha achacado en varias ocasiones a la entrada en vigor de los juicios rápidos y al endurecimiento de penas recogido en el nuevo Código Penal promovido por el Partido Popular. Para atajar el problema, el Consejo de Ministros aprobó el pasado 18 de noviembre un plan que prevé construir 18.000 nuevas celdas de aquí a 2012. Si se cumplen los plazos previstos, dos nuevos centros serán inaugurados el año próximo, uno en Cádiz y otro en Madrid. Sin embargo, y tal y como informó este periódico en su edición del pasado día 13, Administraciones Públicas no ha concedido a prisiones los funcionarios que necesita para ponerlos en marcha. Porque, dicen los sindicatos, si lo que sobran son presos, lo que falta en las cárceles de este país es personal para custodiarlos.
[Fuente: La Razón, Madrid, Esp, 27feb06]
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