EQUIPO NIZKOR |
|
26ago05
La CIA inaugura el `charter´ Palma de Mallorca-Guantánamo.
Sólo la condición de provincia explica que uno de los mayores escándalos de ámbito internacional, y con base en Mallorca, haya pasado prácticamente desapercibido a escala estatal. Resulta que, a raíz del 11-S, la CIA adquirió una flotilla de aviones. Su función era ‘secuestrar’ a ciudadanos en cualquier lugar del globo, bajo la presunción de terrorismo no corroborada judicialmente, con objeto de trasladarlos a países donde la tortura es práctica habitual. Y -ahora viene lo grave- esos aparatos han tenido su base habitual en el aeropuerto palmesano de Son Sant Joan, junto a las instalaciones donde aterriza la Familia Real y los visitantes gubernamentales.
Es decir, la CIA ha puesto en marcha la línea 'charter' Palma-Guantánamo. La prisión situada en la isla cubana es uno de los destinos adonde se trasladan los aviones –fundamentalmente un Boeing 737 adaptado para el uso privado y dos reactores Gulfstream– que el espionaje norteamericano utiliza para sus secuestros ilegales o 'extraordinary renditions'. Durante el pasado 2004, estos aparatos permanecieron en Palma casi un mes. Sus destinos siempre eran preocupantes desde el punto de vista de los Derechos Humanos, con cierta reiteración en las rutas hacia Libia.
Aunque los vuelos se institucionalizaron con Aznar, después prosiguieron alegremente con Zapatero en el poder. El actual Gobierno, más sumiso que el citado Aznar con Washington, se esconde cuando la oposición pregunta. Al menos un secuestro, efectuado en Macedonia, fue lanzado desde Palma. La fiscalía milanesa ha solicitado la detención de 19 de los tripulantes de esos aviones, todos ellos de nacionalidad estadounidense. ¿Qué hace al respecto nuestro benemérito Gobierno, campeonísimo de los Derechos Humanos?
Reafirmación: No voy a negarles que Luis Salvador está mohíno. Sus datos técnicos sobre el último juguete del Rey –un espectacular fusil con el que abate a cualquier ser vivo que tenga la desgracia de desplazarse a cuatro patas– fueron cuestionados en el foro. Un periodista no tiene derecho a replicar a quienes le replican, pero ya advertía Nabokov que "métanse lo que quieran con mi estilo y mis posiciones pero, si me detectan un error, echo mano de mi diccionario". El punto más conflictivo de la crónica eran los cinco kilómetros de alcance de los proyectiles de la real escopeta, regalo saudí.
Pues bien, acudamos a la normativa del Registro Nacional de Armas del año 2001, correspondiente al Manual de Entidades de Tiro RENAR, y cosignado por el Presidente de la Nación y el Ministerio de Defensa. Al abordar "la caza deportiva, tanto en la modalidad de caza mayor o menor", se adjuntan las "instrucciones" a seguir. La más elemental es la vigilancia de que no haya mamíferos bípedos –vulgo humanos– en el entorno, porque "si se utilizan fusiles o carabinas, tenga en cuenta que la bala de una carabina 22 puede llegar a los dos kilómetros y la de un fusil de grueso calibre puede superar los cinco kilómetros".
Creo que queda claro de dónde obtuvo Luis Salvador la información, y que alguno de los discrepantes debió verificar sus datos antes de explayarse. Por lo tanto, son las estipulaciones legales, y no el humilde cronista, quienes establecen un radio de cinco kilómetros como zona de peligro para los fusiles de grueso calibre. Una vez más, protesten a Aznar/Zapatero. El único motivo de esta precisión es evitar que algún incauto se sitúe a menor distancia del Rey armado.
[Fuente: Diario El Confidencial, Madrid, Esp, 26ago05]
This document has been published on 02Sep05 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |