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11jun20
Cae el grupo juvenil Antas Klan, un brote neonazi en Almería que predicaba el odio a los musulmanes
"Volverá a reinar la tranquilidad en nuestro pueblo, por las buenas o por las malas". Ésa fue la declaración de intenciones que Antas Klan hizo a finales de julio del año pasado en el municipio almeriense de Antas, cuyas calles amanecieron ese día, el 31 de julio de 2019, empapeladas con pasquines con mensajes racistas y xenófobos y un objetivo en la diana, la comunidad islámica, a la que vinculaban con la supuesta inseguridad creciente en la localidad.
Organizados y jerarquizados, los miembros de Antas Klan llegaron a establecer patrullas callejeras clandestinas mediante las cuales extendían sus amenazas y sus consignas de tinte neonazi y llegaron a acusar a musulmanes de protagonizar "persecuciones machistas hacia pequeñas del pueblo".
Un año después, la Guardia Civil ha descabezado y desmantelado este grupo de extrema derecha con la detención de nueve personas incluido su cabecilla en una operación que se ha bautizado como Malaquita y que se enmarca dentro del Plan de Actuación y Coordinación Policial contra Grupos Organizados y Violentos de Carácter Juvenil establecido por la Secretaría de Estado de Seguridad.
Detrás de esta organización de ideología neonazi e inspiración falangista estaban jóvenes de la misma localidad de Antas y del vecino municipio de Garrucha, con edades comprendidas entre los 18 y los 28 años a los que, tras ser detenidos, se les han incautado armas diversas, como una navaja con una esvástica roja en la empuñadura o puños americanos, además de cerca de medio millar de pasquines de contenido radical.
Para financiar su actividad, Antas Klan se dedicaba al tráfico de sustancias estupefacientes y, de hecho, en los registros efectuados por la Guardia Civil se encontró droga (232 gramos de marihuana y 108 pastillas) y una báscula de precisión.
De acuerdo con la investigación, la organización extremista llevaba ya varios años funcionando aunque su actividad se hiciese especialmente visible a partir del verano pasado con las patrullas clandestinas y los pasquines amenazantes.
Así, el primer rastro lo encontró la Guarda Civil a finales de 2015, con motivo del arresto de seis personas, dos de ellas menores de edad, por actos vandálicos y causar daños en el mobiliario urbano de Antas. Habían realizado pintadas de simbología neonazi y en contra de la comunidad islámica, a la que había atacado física y verbalmente.
Tras detenerles, los investigadores hallaron indicios de la existencia en este municipio de un grupo organizado que estaría detrás de acciones violentas contra la minoría musulmana.
Y el 31 de julio del año pasado llevaron a cabo una de sus acciones de propaganda más ambiciosas, con mensajes similares a los de los grupos neonazis europeos, con lemas como "Defend Europe", y un "comunicado oficial" en el que proclamaban solemnemente haber "tomado el control" del municipio acusando a las autoridades, y en especial a la Guardia Civil, de no haber actuado ante "más de 50 robos" y otros delitos que, decían, estaba asolando Antas y por los que acusaban a los musulmanes.
En ese documento, además de a la comunidad islámica, señalaban a los vecinos del propio municipio que "les alquilan las casas". "Tan culpable es el enemigo como quien mete en casa al enemigo", rezaba otro mensaje de los que aparecieron en las calles de Antas.
Incluían, asimismo, una cita famosa de Ramiro de Ledesma, cofundador de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS), que en 1934 se fusionaron con la Falange Española: "Vamos al triunfo y somos la Verdad Española".
La operación Malaquita ha sido coordinada por el Juzgado de Instrucción 4 de Vera (Almería) y por la Fiscalía de la Audiencia Provincial y desarrollada por agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Almería.
[Fuente: Por Chema Rodríguez, El Mundo, Madrid, 11jun20]
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