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11mar15
El Supremo rectifica y archiva la demanda de paternidad contra el Rey Juan Carlos
La Sala Civil del Supremo ha echado marcha atrás y, un mes después de haberla admitido a trámite, ha archivado la demanda de paternidad presentada por la ciudadana belga Ingrid Sartiau contra el Rey Juan Carlos.
El tribunal, por mayoría de siete votos contra tres, ha estimado el recurso que interpuso la defensa del ex jefe del Estado contra la tramitación de la demanda, en el que se ponía de manifiesto la falta de solidez de la pretensión de Sartiau dadas las imprecisiones y contradicciones de su relato.
Fuentes de la Sala explicaron que la admisión de la reclamación de Sartiau se produjo antes de poder oír los argumentos del demandado, que han convencido a los magistrados. Junto a ello, añadieron, el tribunal ha valorado que la defensa de Sartiau ha tenido la oportunidad de replicar el contenido del recurso y contradecir las incoherencias que se le achacan, algo que no ha hecho.
La estimación del recurso contaba con el apoyo del fiscal, que desde el principio sostuvo que en la demanda de Sartiau no había el mínimo principio de prueba que exige la ley para tramitar una acción de filiación.
Demanda admitida por un estrecho margen
La demanda fue admitida el pasado 4 de febrero por un estrecho margen: seis votos a cinco. El tribunal se basó, esencialmente, en un acta levantada en noviembre de 2012 por un notario de Gante (Bélgica) recogiendo las manifestaciones de Liliane Sartiau, madre de la demandante. Según ella, "en el mes de diciembre de 1965, me encontraba de vacaciones en la Costa del Sol cuando en una discoteca de renombre conocí a un hombre de 31 años de edad, muy gentil, guapo y dulce y apuesto, con los ojos azules, con el cual mantuve relaciones íntimas durante tres noches en un hotel de lujo".
La madre de Ingrid Sartiau añadía que "el último día, el conserje del hotel, con el que hablé varias veces, me dijo que se trataba del Príncipe Juan Carlos de España. Ante mi sorpresa y emoción tuve el impulso de coger mi coche y regresar directamente a Bélgica".
Según Liliane Sartiau, "desde dichos encuentros íntimos hasta el nacimiento de mi hija no tuve ninguna otra relación sexual, lo que garantiza 100% que Ingrid es hija de Juan Carlos I. Certifico que las relaciones sexuales con Juan Carlos fueron sin protección anticonceptiva ya que en esa época no existían".
La defensa del ex jefe del Estado puso de manifiesto en su recurso que, aparte e que Don Juan Carlos no tiene los ojos azules ni tenía 31 años en 1965, la demanda no concretaba ningún dato: ni el lugar de la Costa del Sol donde se habrían conocido, ni el nombre de la discoteca ni el del hotel ni, finalmente, ningún elemento de identificación que permita localizar al conserje.
Pero, sobre todo, el recurso enfatizaba que ese testimonio es contradictorio con el de la propia Ingrid Sartiau. La demandante declaró en una entrevista a un semanario belga que "la historia de amor" de Don Juan Carlos y su madre "duró de 1956 a 1966" tras conocerse no en la Costa del Sol, sino en casa de una familia belga en la que Liliane trabajaba de gobernanta.
Ésa ni siquiera fue la única versión de Ingrid Sartiau, que en otras entrevistas ha sostenido que su madre y Don Juan Carlos se conocieron en Francia cuando la primera trabajaba allí de institutriz.
[Fuente: Por María Peral, El Mundo, Madrid, 11mar15]
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