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26sep13
La memoria franquista del Rey le impide operarse en un hospital público
El Rey rechazó operarse de su infección de cadera en el hospital público La Paz, uno de los complejos sanitarios de referencia en toda España en el campo de la cirugía ortopédica. Don Juan Carlos fue disuadido de que la intervención quirúrgica no se llevara a cabo en EEUU, como él pretendía, pero se opuso con firmeza a ser ingresado en aquel centro sanitario madrileño, según han revelado a El Confidencial fuentes muy cercanas a La Zarzuela.
Una vez descartado su traslado a EEUU, que fue la primera opción que estuvo sobre la mesa, el estrecho círculo de confianza del monarca le aconsejó que la intervención se realizara en La Paz, y no en la clínica privada Quirón, para sortear las seguras críticas que lloverían sobre La Zarzuela por desdeñar la sanidad pública. Pero Don Juan Carlos se negó en redondo, esgrimiendo un argumento incontestable: el dictador Francisco Franco agonizó y murió en ese mismo hospital.
Las horas previas al anuncio oficial de que el jefe del Estado sería intervenido nuevamente de la cadera fueron tumultuosas en el palacio de La Zarzuela. Don Juan Carlos estaba empeñado en que la operación para sustituir su prótesis, cuyo tejido circundante se había infectado, la llevara a cabo el doctor Miguel Cabanela en la Clínica Mayo de Rochester (Minnesota), donde el cirujano de origen gallego trabaja desde hace más de tres décadas. De hecho, el protocolo de seguridad para su traslado a EEUU llegó a activarse el pasado jueves, 24 horas antes de que se hiciera pública la noticia de la intervención. Pero el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, logró a última hora vencer la resistencia del monarca y abortar la maniobra.
Cuando Spottorno y Cabanela comparecieron a primera hora de la tarde del pasado viernes ante los medios de comunicación para explicar los detalles de la inminente operación, el Rey ya había comunicado a ambos su firme oposición a ser intervenido en el hospital de La Paz. De ahí que tanto el diplomático como el cirujano tuvieran que improvisar sobre la marcha y responder a los periodistas que la decisión sobre el centro sanitario en el que le sería reemplazada al monarca su prótesis dañada aún no estaba tomada.
Según las fuentes consultadas por este diario, el Rey argumentó que, más allá del debate sobre si debía operarse en un centro público o en uno privado, la elección de La Paz sería muy desafortunada porque fue en ese hospital donde agonizó Franco, el anterior jefe del Estado, en noviembre de 1975. Don Juan Carlos, añaden las mismas fuentes, quería evitar a toda costa que su intervención quirúrgica en ese centro sanitario evocase en la opinión pública el recuerdo del dictador y de los partes que el equipo médico habitual difundía diariamente a través de la cadena pública TVE, entonces la única emisora de televisión disponible en España.
Durante su disputa con Spottorno y otros consejeros, el monarca llegó incluso a mencionar que el hospital de La Paz estará siempre vinculado en la memoria colectiva de este país a las famosas fotografías de un Franco entubado y agonizante tomadas por su yerno, Cristóbal Martínez-Bordiú, marqués de Villaverde. Las impactantes imágenes fueron captadas dos días antes de la muerte del dictador y publicadas nueve años más tarde en el ya desaparecido semanario La Revista. El yerno de Franco -fallecido en 1998- reconoció entonces que fue él quien tomó las fotos, pero aseguró que le fueron robadas de su despacho.
Las críticas a La Zarzuela por haberse inclinado finalmente por la clínica privada Quirón no tardaron en llegar, especialmente desde los partidos de la izquierda parlamentaria. Incluso el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, mostró su contrariedad por esa decisión: "Habría preferido que el Rey hubiese ido a un hospital público", afirmó el pasado lunes el líder socialista.
[Fuente: Por José Lobo, El Confidencial, Madrid, 26sep13]
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