Información | ||
Derechos | Equipo Nizkor
|
02ene13
El gobierno trata de salvar la infraestructura industrial de la marina de guerra con misiones comerciales militares
Los recortes presupuestarios obligan al Gobierno a promover la más estrecha colaboración posible entre las Fuerzas Armadas y las empresas públicas. Dos de los mejores y más modernos buques de la Armada van a comenzar el año en misiones ajenas a la seguridad nacional, pero fundamentales para el futuro de la industria naval española y del sostenimiento económico y operativo de la propia flota: uno está de 'gira comercial' por los países árabes y África, y el otro camino de Australia para colaborar con la Marina de guerra ese país. En la empresa privada lo llaman road show, en la Armada "medidas anticrisis" y en Navantia lo consideran el mejor marketing para sus productos.
El buque de aprovisionamiento de combate 'Cantabria' tiene previsto zarpar mañana de Ferrol para desplegarse junto a la fuerza naval de la Marina Real australiana durante todo el año 2013, desde que llegue al país de destino a primeros de febrero hasta finales de diciembre. Igual que cada vez que un navío sale para una misión internacional, como es el caso de la operación Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico, presidirá el acto el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, desde el pasado julio el almirante general Jaime Muñoz-Delgado.
La misión del 'Cantabria', fruto de un acuerdo de colaboración suscrito entre las Marinas de guerra de España y Australia, es de vital importancia para el Ministerio de Defensa y para la empresa nacional Navantia. Para la Armada es la única posibilidad de mantener el buque (174 metros de eslora y 19.500 toneladas de desplazamiento) plenamente operativo durante todo el ejercicio. Los recortes presupuestarios en combustible, mantenimiento y ejercicios abocaban al barco a moverse lo mínimo.
Los australianos corren con casi todos los gastos (excepto los salarios, pero sí con las dietas de la tripulación) con lo que la Armada española se permite tener en activo a los 180 marineros y oficiales de un barco que sólo tiene dos años y medio en servicio y precisa misiones y entrenamiento. A su vez, la Marina australiana puede contar con un buque de última generación que realiza funciones vitales para el apoyo logístico de la flota: abastecimiento de combustible, agua, víveres, piezas de recambio, munición, o transporte de tropas. Y lo prueba a fondo en el servicio directo y junto a sus propias unidades.
El interés de Navantia es evidente. Para las múltiples misiones que puede realizar el 'Cantabria', la Marina australiana cuenta ahora con dos antiguos barcos de transporte que quiere reemplazar y para los que la empresa de la Sepi aspira a suministrar el relevo: un gemelo del buque de aprovisionamiento de combate. El diseño del 'Cantabria' está pensado para las necesidades de la Armada española en los espacios marítimos de soberanía, pero también para desempeñar su labor en las áreas del "Atlántico, Mediterráneo, Iberoamérica, Oriente Medio, África Subsahariana y Asia-Indico". De hecho, y como muestra de su versatilidad, ha participado en la referida operación Atalanta.
En fuentes de la Armada matizan sobre la misión del Cantabria que no se trata de 'alquilar' sus navíos ni de ponerlos al servicio de otro país, pero sí de garantizarse que mantienen en plena actividad el barco y a su tripulación, algo impensable con las actuales restricciones presupuestarias, que llevan a reducir al mínimo los ejercicios y las salidas al mar. También admiten que su otra obligación es contribuir en lo posible a "ganar un potencial comprador" para Navantia, muy necesitada de carga de trabajo en sus astilleros.
Australia, país clave en la zona hacia donde ha basculado el eje del desarrollo económico mundial, es uno de los principales clientes de Navantia. La empresa nacional construye para su Marina buques gemelos del 'Juan Carlos I' (el mayor barco de guerra fabricado en España) y colabora en el diseño y asistencia técnica para que pueda montar tres destructores.
Un BAM entre Sudáfrica y Angola
El 'Cantabria' zarpa para Australia mientras la Armada mantiene de 'gira comercial' por África un BAM (buque de acción marítima), el 'Relámpago', que concluyó a primeros de diciembre su primera misión en la operación Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico. En vez de volver directamente a su base, el último navío incorporado al servicio de la Armada destinado a operaciones en el exterior recorre desde entonces los puertos de los principales países árabes y africanos que se han interesado -o pueden hacerlo- en contar con un patrullero de sus características. Los directivos de Navantia y autoridades del Ministerio de Defensa concurren en las mismas citas para impulsar la venta de los BAM.
Después de hacer escala o participar en distintos ejercicios navales en Doha (Qatar), Julabi (Arabia Saudí) y Emiratos Árabes Unidos, el 'Relámpago' estuvo antes de Navidad en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y ahora recala en Angola. En África tocará un total de 8 puertos, aunque a partir de ahora prevalecerán los intereses militares sobre los específicos de 'promoción' del buque. El Gobierno está interesado y preocupado por todo lo que ocurre en el Golfo de Guinea, zona amenazada con convertirse en una segunda Somalia por los avances del terrorismo islamista y los focos de piratería. La Unión Europea prepara su intervención en el área.
Los BAM que construye Navantia en Cádiz son mayores que los antiguos patrulleros de altura. Con 95 metros de eslora y un desplazamiento de 2.621 toneladas también son navíos muy versátiles, pueden operar a 3.500 millas de sus bases y sirven para la vigilancia y control de costas con mayor radio de acción y autonomía (llevan un helicóptero a bordo) que los patrulleros convencionales. Están pensados precisamente para los "conflictos de baja intensidad" que se dan en las aguas de los países visitados en las últimas semanas por el 'Relámpago'.
Los cometidos específicos de los BAM lo hacen ideal para operaciones como la Atalanta y a un coste mucho menor que el de las fragatas en servicio en las Marinas de guerra de los países occidentales: control marítimo de mercancías peligrosas y armas, protección de mercantes, 'inteligencia' (espionaje) y protección contra ataques terroristas y de piratería. Sin presupuestos en España para encargar a Navantia una segunda serie de buques BAM, como estaba previsto hacer antes de la crisis, la empresa nacional necesita urgentemente ampliar mercados en el exterior para garantizar carga de trabajo a sus astilleros en Cádiz.
[Fuente: Por Ángel Cano, El Confidencial, Madrid, 02ene13]
This document has been published on 07Jan13 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |