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29oct18
Pedro Sánchez ordena el doble de devoluciones de inmigrantes que Mariano Rajoy en 2018
La política migratoria fue uno de los temas claves que el cambio de Gobierno, en junio, puso sobre la mesa. El Ejecutivo de Pedro Sánchez quiso presentarse como abanderado de una nueva estrategia, que tuvo como punta de lanza el ofrecimiento de España para acoger a los 600 migrantes del barco Aquarius o el atraque del Open Arms. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, asimismo, mostró su disposición a eliminar las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla en pro de los derechos humanos. La llegada de inmigrantes a España no ha cesado en los últimos meses. Y los datos demuestran que el Gobierno de Pedro Sánchez ha ordenado en 2018 más devoluciones que el de Mariano Rajoy: 16.708 frente a 8.364.
Los datos los ofrece el propio Gobierno en una respuesta parlamentaria al diputado del PPCarlos Rojas. En el año 2018, el Gobierno ha ordenado un total de 25.072 devoluciones de inmigrantes. El desglose de mes a mes de los datos sitúa a agosto, con 7.123, como el mes donde más órdenes de devolución ha cursado el Ejecutivo.
El PP estuvo en el Gobierno hasta el mes de junio, toda vez que la moción de censura de Pedro Sánchez salió adelante en el Congreso de los Diputados el 1 de junio. De enero a mayo, e Ejecutivo ordenó un total de 8.364 devoluciones. Mientras que de junio a agosto, las devoluciones de inmigrantes ordenadas por Moncloa se elevan a 16.708. Esto es, en tres meses su número dobla al de las cursadas en cinco meses por el anterior Gobierno del PP.
Precisamente este verano el Gobierno de Pedro Sánchez ha protagonizado diversas polémicas al ejecutar devoluciones exprés de inmigrantes que habían saltado las valle de Ceuta y Melilla. En un primer momento, el ministro del Interior justificó esta decisión en el hecho de que el asalto en Ceuta se había producido de forma "violenta". Y así expulsó a 116 migrantes. Sin embargo, hace sólo una semana devolvió a 55 de los 209 que saltaron la valla de Melilla. En ambos caso se acogió al "Acuerdo de readmisión de extranjeros entrados ilegalmente" firmado con Marruecos en 1992.
Tras las devoluciones exprés de Ceuta, Grande-Marlaska defendió su excepcionalidad alegando que era un "mensaje claro" a las "organizaciones criminales que trafican con personas". "El mensaje es que la inmigración ordenada, segura y legal es posible y deseable, pero no la ilegal y violenta", expuso en una comparecencia en el Congreso de los Diputados.
[Fuente: Por Raúl Piña, El Mundo, Madrid, 29oct18]
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