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14ago12
Rajoy cede a la presión de su propio partido y prorroga la ayuda de los 400€
Mariano Rajoy ha cedido finalmente y ha anunciado que en el Consejo de Ministros del día 24 prorrogará por otros seis meses la ayuda de 400€ a los parados de larga duración. Finalmente, la presión de los propios 'barones' regionales, sobre todo de auqellos que como Antonio Basagoiti y Alberto Núñez Feijóo se jugarán en el corto plazo su futuro en las urnas, y el temor al desgaste en la opinión pública han hecho que Rajoy decida buscar los casi 600 millones que costará la prórroga.
En una comparecencia tras despachar con el Rey don Juan Carlos en el Palacio de Marivent, el jefe del Ejecutivo ha matizado que la prorroga tiene sentido "mejorando" esta ayuda para habilitar su función de dotar de más empleabilidad a los parados. Así, Rajoy ha dicho que su efectividad en este sentido ha sido "poca". Dicho esto, ha reiterado el compromiso del Gobierno de "preservar la posición de las personas en situación más difícil".
No es casualidad que el presidente del Gobierno haya decidido anunciarlo en Marivent, tras despachar con Don Juan Carlos, dando así a la prórroga de la ayuda un halo de cuestión de Estado. Rajoy, que en principio no pensaba hablar ante la prensa, cambiaba de opinión a por la mañana y su equipo anunciaba que haría una breve declaración. Todo apuntaba a que el mensaje iba a ser la prórroga de la ayuda y que Rajoy lo había decidido, por tanto, en las últimas horas.
Mañana, 15 de agosto, terminaba el plazo. Ahora, el Consejo de Ministros del 24 aprobará la prórroga con carácter retroactivo, y 200.000 parados se beneficiarán de otros 6 meses de cobertura. Eso sí, el presidente del Gobierno ha asegurado que el Plan se condicionará "a lo que se creó: que sirva para reinsertar a los parados".
Fuentes del PP aseguraban a este periódico que la prórroga de los 400 euros "se ha gestionado mal, porque si no se prórroga, nos van a dar por todos los lados; y si lo hacemos, va a parecer que el Gobierno cede a las presiones de la calle y del PSOE, que lleva haciendo bandera de este asunto en las últimas semanas". Y es que Rajoy tenía, además del aliento de la calle en la nuca, el de sus propios 'barones'.
No es de extrañar que los que abiertamente habían pedido prorrogar la ayuda sean los dos líderes del PP que primero tendrán que someterse al veredicto de las urnas en su comunidad y que sentían que la retirada de los 400 euros podía ser un definitivo golpe de gracia a sus aspiraciones electorales. Así, ayer, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, apostaba sin tapujos por la continuidad y ha pedido públicamente al Gobierno que haga "todo lo posible" para mantener en vigor la ayuda a los parados, "ya que estamos hablando de gente que no tiene otra cosa para vivir".
Para contrarrestar el momento tan delicado que sufre el país y ante la presión creciente de Europa por meter en cintura las delicadas cuentas españolas, Basagoiti propone que "se toque a los que más tienen". "Por lo tanto, si mi opinión vale para algo, yo le digo al Gobierno de Mariano Rajoy que debería hacer todo lo posible para mantener esa prestación, pensando más en la asistencia social".
En los mismos términos se manifestaba el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que curiosamente también debe enfrentarse a las urnas esta primavera si antes, como le dicen muchos asesores, no decide adelantarrlas para otoño a la vista que cuanto más se tarde, peor será la situación del país y más negativa las perspectivas de triunfo. "Vamos a ver cuál es la situación económica de nuestro país, pero si puede pagarla, sin duda que la prorrogue", había recomendado Feijó a su líder nacional sobre la ayuda de los 400 euros.
En el caso del gallego Feijóo, el 'barón' va aún más allá en su 'rebeldía'. A la vuelta de vacaciones, Rajoy también deberá analizar al detalle la cobertura sanitaria que a partir del 1 de septiembre dará a los inmigrantes 'ilegales', a los que a partir de ese día les obligará a pagar una cuota de 700 euros anuales si quieren recibir la misma cobertura sanitaria que un español o un inmigrante regularizado. Feijóo ya ha avisado que es "no partidario" y buscaría "un resquicio legal" para darles cobertura sanitaria.
Los sindicatos CCOO y UGT habían exigido que se mantenga el plan, apelando al hecho de que alrededor de 200.000 parados podrían quedarse sin cobertura y, según sus cálculos, en el futuro su supresión afectaría a unas 600.000 personas desempleadas anualmente. Algo que, sin duda, tendría "efectos dramáticos" en las calles este otoño.
En un comunicado conjunto, insistieron en que si no hay una mayor inserción laboral es porque en estos momentos no se está creando empleo, como demuestra que la tasa de paro haya subido en el segundo trimestre hasta el 24,63% y el número total de desempleados supere los cinco millones y medio de parados. Desde el PSOE también se ha hecho estos días una campaña activa, públicamente y en las redes sociales, a favor de mantener un programa que se creó durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Su duración inicial era de seis meses, pero se prorrogó otros seis meses en febrero de 2010 y seis meses más en agosto de 2010.
En febrero de 2011 se dio por finalizado este primer plan y se sustituyó por el Prepara, después de que hubieran participado en él más de 850.000 personas y cuyo coste fue de 1.635 millones de euros. La última prórroga, la de febrero de 2012, fue decidida por el Gobierno del PP, que destinó al plan una partida de 525 millones de euros en los presupuestos de 2012.
"Sin novedad en el rescate"
El presidente del Gobierno, también ha aprovechado la comparecencia para reiterar que no tomará ninguna decisión sobre la posibilidad de solicitar un segundo rescate a la Unión Europea hasta no saber "con claridad" qué decisiones adopta el Banco Central Europeo (BCE) con respecto a la crisis de la deuda soberana. "No hay ninguna novedad" con respecto a este asunto, y ha insistido en que el Ejecutivo "no tomará ninguna decisión" hasta no saber "con claridad qué va a hacer el BCE".
"Hay muchas posibilidades abiertas, porque el BCE puede hacer muchas cosas: comprar bonos en el mercado secundario, dar créditos a las entidades financieras para que luego compren deuda pública... Hasta que no sepamos qué decisión toma el BCE nosotros tampoco tomaremos ninguna", ha insistido.
[Fuente: Por Ana Gracia, El Confidencial, Madrid, 14ago12]
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