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25nov13
Díaz Ferrán llega al banquillo tras un año de cárcel y sin querer colaborar con la Policía
Gerardo Díaz Ferrán ha pasado en poco tiempo de ser uno de los empresarios españoles de referencia a ser uno de los más perseguidos por la Justicia. Su pésima gestión y sus irregularidades cometidas en varias de sus empresas le sientan ahora en el banquillo de los acusados. Por un lado, esta semana empieza el juicio por la operación de compra de Aerolíneas Argentinas y, por otro, queda muy poco para que concluya la instrucción por Viajes Marsans y sea procesado.
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha dado por concluida la investigación a falta de algunas comisiones rogatorias que no van a impedir que el caso siga su curso. Según fuentes jurídicas, el magistrado está a la espera de que el fiscal le solicite el procesamiento de Díaz Ferrán y el empresario Ángel de Cabo, entre otros, por la quiebra de la compañía de viajes.
Este asunto ha sido el que precisamente llevó a ambos a prisión, donde se encuentran desde que fueron detenidos el pasado 5 de diciembre, hace ya casi un año.
El Ministerio Público ya está ultimando el escrito, que presentará en los próximos días, en el que, si no hay cambios de última hora, solicitará que se les procese y se les lleve a juicio por los delitos de alzamiento de bienes, blanqueo de capitales y organización criminal por simular la quiebra de la compañía mientras que De Cabo pagaba bajo cuerda a Díaz Ferrán y su socio, el fallecido Gonzalo Pascual, la venta de la empresa. Precisamente, el hecho de que la causa esté en un estado tan avanzado ha hecho que la Audiencia Nacional le deniegue su petición de puesta en libertad.
Según fuentes conocedoras del caso, De Cabo está colaborando con la Policía para intentar conseguir una rebaja de la pena en caso de ser finalmente condenado, algo que Díaz Ferrán no está dispuesto a hacer. Sin embargo, estas mismas fuentes señalan que, con la instrucción prácticamente finalizada, poca información puede aportar que no sea conocida ya por los investigadores.
En el caso de Díaz Ferrán, la única opción que tendría para negociar sería devolver el dinero desviado al extranjero de manera ilícita y cuya recuperación no ha sido posible, así como el obtenido por la venta de dos apartamentos de lujo en Nueva York. Hasta el día de hoy, su defensa no ha mostrado ninguna intención de negociar, ni devolver el dinero ni parte de él.
Según se desprende de la investigación de este caso, conocido como Operación Crucero, el expresidente de la CEOE pudo llegar a crear decenas de empresas para desviar los fondos de las empresas y evitar así pagar los más de 400 millones de euros que debe a los acreedores. Lo mismo hizo De Cabo, junto a su mano derecha, Iván Losada, que llegaron a acumular en torno a otras cuarenta empresas.
Juez y fiscal tienen todos los indicios acumulados para dar por concluida ya la instrucción, que será estudiada por la Sala de lo Penal, que deberá dar el visto bueno y fijar fecha para juicio.
El jueves, en el banquillo de los acusados
El asunto que ya está en su fase final es el de la compra en 2002 de Aerolíneas Argentinas, por el que este jueves Díaz Ferrán tendrá que sentarse ya en el banquillo de los acusados. El fiscal pide que se le condene a una pena de dos años y cuatro meses de cárcel por un delito contra la Hacienda Pública. Junto a él, se sentará también como acusado Antonio Mata Ramayo, exconsejero delegado de Air Comet y expresidente de Aerolíneas Argentinas. El Ministerio Público reclamará en el juicio que ambos indemnicen solidariamente a la Hacienda Pública con 99 millones de euros por el presunto impago del impuesto de sociedades en el año 2002 por la compra de la compañía argentina por parte de Air Comet.
Díaz Ferrán adquirió Aerolíneas Argentinas en el 2001, cuando la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) vendió sus acciones en Interinvest, propietaria de Aerolíneas Argentinas, a Air Comet. La compra se concretó por un euro con el compromiso de que el empresario debía aportar los 300 millones de dólares (unos 200 millones de euros) necesarios para hacer frente a las deudas acumuladas. Sin embargo, subrogó esas obligaciones a terceros para de esta manera recuperar un 40% del desembolso. Así, el expresidente de la patronal logró beneficiarse del convenio con Aerolíneas Argentinas y no declaró los beneficios de la operación a Hacienda.
Estas dos causas que tiene abiertas en la Audiencia Nacional llevan penas de prisión que podrían hacerle permanecer algún tiempo más en la cárcel. Aun así, Díaz Ferrán ya fue declarado culpable el pasado mes de junio por el Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid por el concurso de Viajes Marsans, fue inhabilitado durante 15 años y condenado a la pérdida de los derechos que pudiera tener como acreedor concursal de la empresa, lo que le impide administrar bienes ajenos o representar o administrar a cualquier persona.
[Fuente: Por C. Guindal, El Confidencial, Madrid, 25nov13]
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