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21may13
El BdE da tres años para dotar las nuevas provisiones
El Banco de España aprieta, pero no ahoga. El incremento de provisiones para los créditos refinanciados, la gran amenaza que se cierne sobre las cuentas del sector financiero, podrá dotarse en tres ejercicios, según confirman fuentes de varias entidades a las que se ha dirigido el supervisor. Se trata de un nuevo balón de oxígeno que se suma a la rebaja de exigencias en la "comunicación" finalmente aprobada respecto al proyecto de circular original. Esta laxitud choca con la exigencia de mayor dureza por parte de la troika -de la que ha informado El Confidencial-, cuyos emisarios inician hoy una visita crucial para evaluar los progresos de nuestro país en la reestructuración bancaria.
Los nuevos criterios para provisionar los créditos refinanciados exigen que, a partir de ahora, todos deberán ser clasificados como riesgo subestándar, salvo excepciones que podrán mantenerse como 'normales' con criterios muy tasados. Eso significa que tendrán que dotar un 15% de todos esos créditos por término medio. La cuestión es qué parte del crédito que ahora se considera normal pasará a subestándar; cuanto más pase, mayor será el impacto en resultados e incluso puede causar problemas de capital a alguna entidad. El Banco de España asegura que hay 208.000 millones en créditos refinanciados, de los que unos 88.000 están clasificados como normales.
Según las estimaciones del sector, el impacto de los nuevos "criterios" para interpretar la Circular 4/2004 se situará entre 15.000 y 20.000 millones. Evidentemente, esta cifra tendría un impacto enorme sobre los resultados de la mayoría de las entidades si se tiene que dotar de golpe en un año. Por eso, el conjunto de la banca ha pedido al supervisor que le permita dotar las provisiones en un plazo lo suficientemente largo para no hundir de nuevo unas cuentas que el año pasado entraron en pérdidas generalizadas por las provisiones del ladrillo y que este año están muy presionadas por la fuerte caída de los márgenes.
En este sentido, el gobernador, Luis Linde, ha atendido a sus demandas, según las fuentes consultadas, con un período de tres años para cumplir los nuevos requisitos. No obstante, sólo se trata del mensaje informal que está transmitiendo el supervisor a las entidades, por lo que puede cambiar de aquí hasta que los bancos anuncien el impacto concreto de la medida en septiembre. Máxime si la troika se opone a este plazo.
"Era la única solución; después de obligarnos a provisionar los dos 'Guindos' [los reales decretos del año pasado con fuertes coberturas de la exposición inmobiliaria] en un solo año, si ahora nos vuelven a hacer lo mismo con las refinanciaciones, hunden para siempre el sector. No pueden estar apretando cada vez más y encima pretender que fluya el crédito", explican en una entidad.
Se trata de un salvavidas para el sector que va en la línea de la relajación de esta norma de provisiones respecto al proyecto inicial de circular: en él se obligaba a pasar a dudosos todos los créditos refinanciados dos veces, junto a aquellos que tengan períodos de carencia superiores a 24 meses; los criterios aprobados finalmente amplían este plazo hasta 30 meses, e incluso se deja abierta la puerta para mantenerlos en "subestándar", y eliminan la referencia a las refinanciaciones 'de segunda vuelta'. Asimismo, la circular original exigía para mantener como "normal" un crédito refinanciado con una relación máxima no superior al 40% entre las cuotas periódicas a pagar y la renta disponible del deudor, porcentaje que los criterios finales elevan al 50%.
Críticas a las concesiones de Linde
Esta laxitud contrasta con la opinión de los analistas, que consideran insuficientes estas provisiones para la magnitud de este problema; de hecho, algunos creen que se trata de un primer paso para un endurecimiento generalizado de las provisiones. Los propios inspectores del Banco de España coinciden en que la norma se queda corta: "Se está volviendo a los errores del pasado: se descubre un agujero enorme en la banca y sólo se pone un pequeño parche. Es lo que se hizo con la exposición al ladrillo y no sirvió de nada, porque acabó con el rescate europeo de 40.000 millones. Ahora la historia puede repetirse", según fuentes de la inspección.
Hasta la troika (Comisión Europea, FMI y BCE) es reticente ante las concesiones de Linde al sector, cree que la banca española debería aprovechar esta reforma para sanear más sus balances (que ya acumulan provisiones por 150.000 millones) y generar más confianza en los inversores, para lo que debería disponer de una parte mayor de los 100.000 millones del rescate, de los que sólo se han utilizado 40.000. Bruselas considera que la disposición de los recursos todavía pendientes reforzaría la credibilidad del euro ante los mercados de capitales. Sin embargo, ni en Economía ni en Hacienda están por la labor de abrir un nuevo debate político sobre la fortaleza de la banca española y la credibilidad de las cuentas públicas.
Además, es necesario lograr un equilibrio entre la necesidad de sanear más el sistema financiero y la reticencia de los países centrales de la UE a inyectar más dinero en los bancos de los periféricos, que se ha evidenciado en el caso del rescate de Chipre, donde tendrán que asumir parte de la carga los depositantes. "Si se obliga a todos los bancos a dotar las nuevas provisiones de golpe, los ya rescatados y alguno más necesitarían más dinero público. ¿Está Alemania dispuesta a ponerlo? Si no, no hay más remedio que alargar los plazos", plantean en otra entidad.
[Fuente: Por Eduardo Segovia, El Confidencial, Madrid, 21may13]
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