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05jun20
Como en la Segunda Guerra Mundial: Valencia construirá bunkers sanitarios contra futuras pandemias
La Comunitat Valenciana construirá un sistema de almacenes de material sanitario y otros bienes para poder afrontar crisis como la provocada por el coronavirus. En un principio serán tres, uno por provincia, aunque no descartan levantar más para facilitar la distribución por las distintas comarcas de la región.
Así lo confirmó el presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, quien también se disculpó con los sanitarios al no contar con material suficiente en los inicios de la crisis.
"Una de las lecciones es que tenemos que estar logísticamente mejor preparados. Se pueden producir en el futuro otras pandemias y otras situaciones que hagan necesario tener un 'stock' permanente", reconoció Puig.
Unas naves que podrán llenar con las compras obtenidas durante la Operación Ruta de la Seda, todavía abierta y que permite que tengan reservas para seis meses. En total, cerca de 700 toneladas de material, guardado ahora en un centro logístico montado en Feria Valencia y obtenido a través de un canal comercial estable con China. El gobierno autonómico fue de los primeros en concertar esta ruta, en la que ya habrían gastado 81,8 millones de euros en bienes.
Una medida que se une a otras dos estrategias regionales más para evitar los efectos de una futura crisis. Por un lado, apostar por módulos desmontables y reutilizables para la construcción de hospitales de emergencia, que pasarán a la Agencia de Seguridad y Emergencias de la Generalitat valenciana. Por otro, Puig comentó que hay invertir en la industria propia para poder producir material sanitario de manera efectiva: "No desde una visión endogámica pero sí desde la visión de que hay que fortalecer el tejido productivo valenciano de estos productos de primera necesidad y esenciales. No podemos estar sometidos a situaciones de estrés en las compras como ha pasado".
Ejemplo finés
Esta propuesta de la Comunidad Valenciana nace a raíz de la actuación de Finlandia durante la pandemia. El país nórdico, para capear el desabastecimiento y la escasez en los mercados, decidió abrir los almacenes secretos que fundó y preserva desde la Segunda Guerra Mundial. En estos, las autoridades finesas acumulaban desde alimentos hasta respiradores, mascarillas y todo tipo de suministros médicos.
Gestionados por la Agencia Nacional de Abastecimiento de Emergencia finlandesa, estas naves solo se abren para ayudar durante crisis sanitarias, climáticas, informáticas, económicas o bélicas. Unos emplazamientos en los que se controla el estado de los bienes y en los que se hace un recuento de productos cada cinco o seis años. Eso sí, se desconoce la persona encargada de administrar cada uno y, por supuesto, la cantidad de productos que almacenan y su localización.
Un sistema que lleva en activo desde 1939. Finlandia pasó dos guerras contra la Unión Soviética y otra para expulsar a los nazis a mediados del siglo XX. Situación constante de conflicto que les obligó a crear reservas, que mantuvieron cuando, tras la formación de bloques tras la Segunda Guerra Mundial, el país quedó en el capitalista y haciendo frontera con la Unión Soviética. Ni la caída de la URSS les hizo abandonar su sistema de almacenes de emergencia.
[Fuente: Sputnik News, Moscú, 05jun20]
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