Equipo Nizkor - Los desafíos que enfrenta México para distribuir la vacuna de Pfizer.

La vacuna contra el COVID-19 desarrollada por las farmacéuticas Pfizer y BioNTech es una de las primeras en ser distribuida en varios países. Sin embargo, requiere de un almacenamiento a bajas temperaturas (entre -10 y -70 grados centígrados), lo que implica importantes desafíos para su distribución.

Diversos expertos señalan que la efectivad de la vacuna (95%) depende de la aplicación de dos dosis en un periodo de 21 días, así como una inoculación de refuerzos tras seis meses. Asimismo, el medicamento tiene una vida útil de menos de 10 días desde su producción hasta su aplicación.

Según estimaciones de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), se necesitarán 8.000 cargas en un Boeing 747 de 110 toneladas de capacidad para movilizar 14.000 millones de dosis de la vacuna. Además, debido a las condiciones de almacenamiento que requiere la vacuna de Pfizer y BioNTech, se planea usar sensores térmicos con GPS para rastrear la ubicación y la temperatura de cada envío.

Una vez que sale de los contenedores térmicos, este medicamento solo puede mantenerse cinco días a entre 2 y 8 grados centígrados, además de que no puede volverse a congelar. Debido a esto, las autoridades de varios estados mexicanos ya se preparan para almacenar y refrigerar las dosis que reciban.

Nuevo León, por ejemplo, acordó con la empresa danesa Danfoss la donación de dos congeladores para asegurar la distribución y manipulación de la vacuna. La entidad sería la primera en México con esta tecnología para almacenar el medicamento.

Baja California Sur, por su parte, acondicionó una red de frío en el almacén general de su Secretaría de Salud. Su titular, Víctor George Flores, expuso que esta red ya cuenta con los permisos requeridos por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), aunque reconoció que está pendiente la capacitación del personal local sobre la aplicación y transporte de la vacuna.

En Veracruz, las vacunas que se reciban serán almacenadas por la Universidad Veracruzana, informó el gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Aunque la federación apoyará en la compra de frigoríficos para el almacenamiento de la vacuna, esta entidad afirma que cuenta con la infraestructura necesaria para distribuir el medicamento.

De modo similar, en Puebla el gobierno estatal aseguró que dispone de 11 cámaras frigoríficas para almacenar las vacunas que reciba.

"Las estamos poniendo a tiempo, no porque alguien nos haya instruido a ello, sino porque es elemental, una acción preparatoria para recibir cientos de miles de vacunas", aseveró el gobernador poblano, Luis Miguel Barbosa.

En contraste, la directora de Servicios de Salud del estado de Querétaro, Martina Pérez Rendón, descartó la compra de ultra refrigeradores para almacenar las vacunas contra el COVID-19 que se destinen a la entidad, ya que el subsecretario Hugo López-Gatell les informó que Pfizer se encargará de entregar las vacunas en un tipo de conservación que permitirá mantener los -70° hasta el momento de su aplicación.

En México, las Fuerzas Armadas se encargarán de la custodia y aplicación de las vacunas contra el COVID-19. El director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Ruy López Ridaura, confirmó que esta instrucción pretende evitar su robo y distribución en el mercado negro.

En lo que va de la pandemia, Cofepris ha emitido cuatro alertas sanitarias por el robo de medicamentos, por lo que expertos como Raúl Sapién, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP), advierten que las vacunas de Pfizer podrían enfrentar un peligro similar. No obstante, las autoridades mexicanas confían en que su abasto, controlado a nivel mundial, ayudará a mitigar este problema.

"Consideramos que va a haber los suficientes elementos para disminuir y controlar lo más que se pueda. El mercado negro puede surgir, pero esperemos que esté controlado, pensando también en que el abasto internacional es muy limitado. No es como en otros mercados donde hay un abasto por todos lados y hay muchos lugares de entrada. Ahora va a haber un abasto controlado a nivel global, yo creo que va a ser menos el riesgo, pero claramente se está trabajando en la forma de disminuirlo", sostuvo Ruy López Ridaura.

La aplicación de la vacuna está prevista a iniciar en la tercera semana de diciembre entre el personal de Salud de la Ciudad de México y Coahuila. Ambas son entidades identificadas por el Gobierno como dos de las más afectadas por la pandemia.

No obstante, expertos advierten que será necesario mantener las precauciones entre la población, debido a que las vacunas no tienen un efecto inmediato ni serán distribuidas a la mayoría, al menos en los primeros meses. Además, se requiere de capacitar a militares, trabajadores médicos retirados, estudiantes de medicina y voluntarios, para inocular a la población.

"Hay que tener un mantenimiento de registros impecable, con seguimiento estricto de quién ha sido vacunado, e identificación clara por dosis. La segunda dosis en términos de gestión tiene mayores retos que la primera, ya que debe administrarse en un tiempo exacto y con plena identidad de la persona", destacó la consultora de riesgos Marsh en un reporte.

El 2 de diciembre, México acordó la compra de 34,4 millones de dosis de la vacuna de Pfizer. De ese número, se estima que las primeras 250.000 dosis lleguen al país latinoamericano a partir del 17 de diciembre.

Según el plan de vacunación presentado por el Gobierno el 8 diciembre, entre ese mes y abril de 2021 el personal de salud, así como las personas mayores de 60 años, serán inoculados contra la COVID-19.

10dic20

Los desafíos que enfrenta México para distribuir la vacuna de Pfizer

[Fuente: Sputnik News, Moscú, 10dic20]

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