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01oct14
El TC trabaja en un acuerdo interno para dictar sentencia en tres meses
Esta vez no admitirán zarandeos. El Tribunal Constitucional (TC) no quiere dar el espectáculo que ofreció durante los debates sobre el Estatut, y se está organizando internamente para fraguar un pacto que permita dictar en un plazo aproximado de tres meses el fallo sobre la ley de Consultas y su decreto de desarrollo.
El primer paso para conseguir ese acuerdo ha sido la designación de los ponentes. Se trata de Pedro González Trevijano y Juan Antonio Xiol. Ambos son juristas de prestigio, no sólo por estar en el TC. El buen nombre en sus foros de procedencia ya lo tenían antes. Trevijano, en el mundo universitario, como catedrático de Derecho Constitucional. Y Xiol como presidente de la Sala Civil del Tribunal Supremo (TS).
La designación de los ponentes ha dependido, como es norma en el TC, del estricto cumplimiento de las reglas de reparto previamente establecidas, según el orden de llegada de los asuntos. Pero en las instituciones de larga trayectoria, el azar no tiene por qué jugar en contra. Y no lo ha hecho en este caso, porque Trevijano y Xiol fueron los impulsores del pacto de Santo Domingo, el que permitió al TC resolver por unanimidad el recurso del Gobierno contra la declaración soberanista del Parlament.
Aquel acuerdo evitó que el TC se dividiera en dos partes irreconciliables, como pasó con la sentencia del Estatut y amenazaba con ocurrir otra vez. Y aunque en el fallo se le dio la razón al Ejecutivo, el texto no dejó al Parlament a la intemperie.
El pacto de Santo Domingo fue bautizado así en el propio TC porque se cerró en un viaje del presidente de la institución, Francisco Pérez de los Cobos, y otros dos magistrados, a la República Dominicana. La distancia favoreció que los jueces asistentes a la Conferencia Iberoamericana de Justicia Constitucional que se celebraba en la capital dominicana -en contacto con la ponente del fallo, la vicepresidenta del TC, Adela Asúa- encontraran cómo aunar posiciones, con concesiones mutuas. Aquellos magistrados eran Trevijano y Xiol. Estos dos jueces van a intentar ahora otro pacto complejo. Y esta vez se puede decir que el objetivo perseguido es más difícil todavía, porque la envergadura de las cuestiones suscitadas por los recursos es, si cabe, mayor que en la ocasión precedente.
A la vista de las resoluciones anteriores del Constitucional sobre la materia, es muy poco probable que la ley de Consultas y el decreto posterior pasen el filtro, salvo un giro radical en dicha doctrina. Tanto la Abogacía del Estado en recurso, como el Consejo de Estado en su dictamen, se han apoyado en los criterios ya defendidos anteriormente por el TC para impugnar la ley de Consultas y el subsiguiente decreto. Pero de la mano de Trevijano y Xiol, el Constitucional no se va a quedar en la mera reiteración de su tesis de que sólo el Estado puede organizar un referéndum y de que no cabe celebrarlo bajo la fórmula de consulta consultiva.
El pacto interno por el que ya se trabaja en el Constitucional consistirá en desarrollar las tesis expuesta en la sentencia de la declaración soberanista, sobre la admisibilidad de la reivindicación del derecho a decidir, en paralelo a la defensa del principio democrático. Todo ello en la perspectiva de una reforma constitucional, iniciativa que sólo puede nacer del diálogo político.
[Fuente: Por José María Brunet, La Vanguardia, Barcelona, 01oct14]
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