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30jun21
Sánchez asegura que «nunca jamás» habrá referéndum y Rufián le humilla: «Denos tiempo»
«No habrá referéndum de autodeterminación». El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha intentado rebajar la indignación ciudadana por la concesión de los indultos a los condenados por el 'procès' asegurando «que el PSOE nunca jamás aceptará ese tipo de derivadas» y que no abrirá la puerta a votaciones de independencia en Cataluña por la puerta de atrás, como vaticina la oposición conservadora.
El líder socialista ha recordado que un referéndum de autodeterminación requiere el apoyo de tres quintas partes del Congreso para la modificación del artículo 2 de la Constitución y su ratificación posterior por todos los españoles. En esta explicación ha incluido ese «nunca jamás» del PSOE que sus socios independentistas rápidamente han puesto en duda.
En una humillante frase para Sánchez, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, le ha recordado «que también dijo que nunca habría indultos» y le ha retado con el referéndum de autodeterminación: «denos tiempo». El portavoz del PNV, Aitor Esteban, le ha lanzado el mismo recado: «Nunca diga nunca jamás a nada. Ya veremos como van avanzando las cosas». Y la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurúa, le ha advertido que «le toca cumplir y hacer lo que dijo que haría», reclamando un nuevo estatus político tanto para el País Vasco como para Cataluña.
No ha sido la única enmienda a la totalidad que ha recibido el presidente este miércoles en el Congreso, donde comparece para explicar los indultos y los últimos acuerdos del Consejo Europeo. En tono crecido, Rufián ha vuelto dudar que los indultos obedezcan a un deseo de reencuentro del jefe del Gobierno. «¿Es política o son matemáticas?», ha cuestionado, aludiendo a la dependencia del independentismo que los socialistas tienen en el Congreso.
El líder socialista ha ignorado todos estos cuestionamientos en su siguiente turno de intervención a pesar de que las palabras del republicano son doblemente significativas porque en la sesión de control del miércoles pasado Rufián ya cuestionó la motivación de Sánchez en la concesión de los indultos y el Gobierno dejó ver su malestar por ello. Tras ello, el portavoz de ERC no solo no afloja su discurso sino que reitera la ofensa y lo hace, además, al día siguiente del encuentro entre el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y Sánchez.
Una vez concedidos los indultos, el independentismo sabe que tiene secuestrado a Sánchez porque Ciudadanos, con el que el PSOE constituyó una mayoría alternativa durante algunas prórrogas del estado de alarma, le ha cerrado la puerta.
El jefe del Gobierno comparece este miércoles en el Congreso para explicar y defender la concesión de los indultos, que nuevamente ha incardinado en la necesidad de concordia y diálogo, y en la obligación del Gobierno de «devolver la normalidad social y política en Cataluña».
A lo largo de sus dos primeras intervenciones, de dos horas y media en conjunto, y en las que también ha abordado las últimas reuniones del Consejo Europeo, Sánchez no ha dado ninguna explicación por la ruptura de su promesa electoral de 2019, cuando aseguró que las penas del procès se cumplirían de forma íntegra. Durante los minutos previos al inicio del pleno, Sánchez estuvo conversando con el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, quien parecía darle explicaciones o indicaciones.
Bronca con la oposición
El discurso del jefe del Gobierno también ha sido la antesala de otro y previsible choque con la oposición. El presidente del PP, Pablo Casado, le ha replicado asegurando que su palabra que ya no tiene ninguna credibilidad y le ha acusado de mentir a los españoles.
«O es usted un mentiroso o nos toma a los españoles por tontos. O las dos cosas. Por cualquiera de ellas dimitiría un político decente, siguiendo su mismo baremo de exigencia» ha reclamado, pidiendo nuevamente la convocatoria de elecciones para que los españoles den su parecer sobre los indultos. «Solo así podrá indultarle la historia», le ha advertido.
Además, ha anunciado que su partido ha recurrido los indultos ante el Tribunal Supremo, ha asegurado que con la medida de gracia «no acaba nada empieza todo» y ha tachado la mesa de diálogo de «insulto para España». Casado arrancó su intervención advirtiendo al líder socialista que le «duele España» por la deriva destructiva que ha emprendido y le ha recordado que los condenados salieron de la cárcel amenazando otra vez a la integridad territorial.
Los dos bemoles de Sánchez
En esta idea de que Sánchez ya no tiene palabra ha incidido también el presidente de Vox, Santiago Abascal, que ha utilizado su turno de intervención para elevar su presión sobre el PP reclamándole la presentación de una moción de censura. «Asuman su responsabilidad», ha apretado a Casado, pidiéndole que abra contactos con el resto de partidos para sondear qué apoyos tendrá esta iniciativa.
Para Abascal nunca hubo tantos motivos para intentar desalojar a Sánchez de La Moncloa ya que los indultos son un «acto de corrupción política» y una «puñalada por la espalda» a Felipe VI pero también a los jueces »valientes» que participaron en el proceso judicial a los golpistas.
En la idea de la moción de censura ha vuelto a coincidir la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, insistiendo en que Casado debe dar este paso pensando, como Abascal, que los partidos regionalistas tendrán problemas para no apoyar esta iniciativa tras la concesión de los indultos.
La dirigente naranja ha cargado contra los «dos bemoles» del jefe del Gobierno por defender los indultos con «la hemeroteca» que tiene detrás y asegurar que responden al espíritu de concordia de la Transición cuando los dos históricos socialistas que más participaron en ella, Felipe González y Alfonso Guerra, están en contra de ellos.
Además, ha acusado al líder socialista de ser «un chollo» para los independentistas a los que premia, mientras humilla a los constitucionalistas. En este sentido ha cuestionado que Sánchez hable de concordia cuando se dedica a insultar al PP, VOX y Cs.
«No hay garantías»
Previamente, el líder socialista había defendido que «el tiempo del castigo ya pasó» porque la justicia no es suficiente para recuperar la concordia. En este sentido ha defendido «el pacto» como único camino posible y ha cargado contra el PP acusando al gabinete de Mariano Rajoy de delegar su responsabilidad política en los tribunales.
Desde la tribuna de oradores ha reiterado que comprende «bien» a aquellos ciudadanos que tienen «reparos» y «se oponen» a la excarcelación de los líderes del `procès, y especialmente a la población catalana «que se sintió agredida por su propio gobierno» en 2017 y que «no tienen la certeza que esa situación no vaya a repetirse en el futuro». De hecho, él mismo ha vuelto a reconocer que los indultos no son «garantía» de que la conc0rdia vaya a lograrse.
Pero su promesa para ellos se ha limitado a que el Gobierno «seguirá actuando en todo momento con la máxima firmeza para garantizar la convivencia». Una declaración que llega justo cuando el Ejecutivo está maniobrando y presionando al Tribunal de Cuentas para que los líderes independentistas que malversaron dinero público para promocionar la llamada república catalana en el exterior no tengan que afrontar las multas.
A los independentistas les ha dicho que «el realismo debe imponerse» y que «no es cierto afirmar que alguien ha sido perseguido por sus ideas». Rufián también le ha ignorado en esta cuestión y ha vuelto a asegurar que en España «se persiguen ideas» y «hay represión», poniendo como ejemplo al Tribunal de Cuentas. Además, ha advertido que los indultos no son la solución para la crisis política catalana y que su alcance se limita a «mejorar el clima político» y mantener el partido «en la centralidad» del campo.
Unidas Podemos, por su parte, ha realizado una intervención mucho más cercanas a las tesis independentistas que a las socialistas. El presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, ha considerado que la amnistía sí cabe en la Constitución pero defiende los indultos como «el triunfo del diálogo» frente a la «venganza» y «violencia» de la derecha, informa Gregoria Caro.
«La amnistía ya lo ha dicho el Tribunal Constitucional, cabe en nuestro ordenamiento, podemos estar de acuerdo o no, pero que es perfectamente legal, nosotros no tenemos ninguna duda», ha dicho el dirigente morado. Eso sí, Asens reconoce que «el camino no será fácil», pero es «un primer paso» y un «signo de fortaleza».
[Fuente: Por Ana I. Sánchez, ABC, Madrid, 30jun21]
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