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11jun21
El juez halla fotografías de una cumbre secreta del independentismo para lanzar otro 1-O
La Guardia Civil ha descubierto que los principales líderes del independentismo celebraron una cumbre secreta con el supuesto objetivo de pactar una nueva ofensiva contra el Estado. Las pruebas de la reunión aparecieron en un disco duro de uno de los asistentes, Xavier Vendrell, exsecretario de Organización de ERC y cerebro en la sombra del 1-O, quien fue detenido el pasado 28 de octubre en la llamada operación Voloh por su presunta implicación en una trama corrupta que desvió fondos públicos al 'procés'.
Los investigadores sospechan que en el encuentro se abordó la nueva hoja de ruta del independentismo, un guion hallado también en poder de Vendrell que planteaba usar la mesa de negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez para “debilitar” las instituciones españolas, tratar de pactar un nuevo referéndum y, en caso de no conseguirlo, legitimar una nueva declaración unilateral de independencia (DUI) para forzar la ruptura con el resto de España por la vía de los hechos, como desveló El Confidencial este jueves.
Vendrell tenía en su teléfono dos fotografías de la cumbre que acaban de ser incorporadas al sumario por el instructor del caso, Joaquín Aguirre, titular del Juzgado número 1 de Barcelona. La cita se habría celebrado por videoconferencia y, según prueban las imágenes, en ella participaron, además del propio exdirigente de ERC, el fugado y líder de JxCAT Carles Puigdemont; el presidente de Esquerra, Oriol Junqueras; la secretaria general de ERC fugada en Suiza, Marta Rovira; Anna Gabriel, entonces portavoz de la CUP, también en territorio helvético; Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural condenado en el 1-O; Marcel Mauri, vicepresidente de la misma entidad, y Elizenda Paluzie, presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC).
Otro 'estado mayor'
Se trata de todos los responsables de los partidos y entidades soberanistas. El formato recuerda a las reuniones clandestinas del ‘estado mayor’ del 1-O, un sanedrín al margen del Govern en el que los líderes independentistas tomaron las grandes decisiones sobre la consulta de 2017. Vendrell también ocupó un asiento en ese núcleo duro, lo que da una idea de la posición que ocupaba en el organigrama del secesionismo.
El juez ha pedido a la Guardia Civil que averigüe la fecha de las fotografías para tratar de datar el encuentro, aunque se cree que debió celebrarse en los últimos meses de 2019 o los primeros meses de 2020. El contenido de la cumbre tampoco ha trascendido, pero, por los asistentes, el contexto y otras pruebas descubiertas en el teléfono del antiguo dirigente de ERC, que llegó a ocupar el cargo de consejero de Gobernación en 2006, los investigadores sostienen que el foro fue convocado para tratar de superar las diferencias entre los agentes más destacados del soberanismo y dar paso a una nueva hoja de ruta hacia la independencia.
Por la proximidad temporal, también se apunta que en la reunión se habría abordado la estrategia secreta para doblegar al Estado y declarar otra DUI que escondía igualmente Vendrell y que dividía el camino hasta la proclamación de la república catalana en tres etapas: prepararnos, votar y culminar. Fuentes cercanas al caso señalan que el independentismo ya habría llegado a la tercera, en la que se apostaba por aprovechar la mesa de diálogo con el Gobierno de Sánchez para pactar un referéndum o, en caso contrario, convocar una consulta unilateral “sin descartar en ningún momento la DUI si las condiciones lo permiten”.
Las buenas intenciones de Junqueras
El hallazgo de las dos fotografías y el guion con una nueva hoja de ruta asesta un duro golpe a los planes de Moncloa para abrir un nuevo canal de diálogo con el Govern de Pere Aragonès. Precisamente esta semana, Sánchez aplaudió públicamente una carta de Oriol Junqueras en la que renunciaba supuestamente a la unilateralidad. Los documentos confidenciales que manejaba Vendrell revelan otros planes.
El peso del ideario de ERC en el documento de la nueva hoja de ruta es grande. De hecho, la táctica es muy similar a la que contiene la estrategia de la formación republicana aprobada en diciembre de 2019. En ella, se apuesta por “forzar la convocatoria del referéndum”. “Eso no es otra cosa que combinar nuestra fuerza y acción para conseguir que el Estado español no tenga otra alternativa que avenirse a pactar una solución democrática basada en la autodeterminación”, acordaron los republicanos. “La movilización constante y, sobre todo, con acciones de desobediencia civil y de lucha no violenta, el fortalecimiento de las instituciones catalanas, el avance reiterado en las urnas, la generación de grandes consensos y las complicidades y avales internacionales son las opciones a trabajar para conseguir hacer real esta vía de forzar a pactar un referéndum de autodeterminación”. Como último tramo, tal y como se recoge también en el documento de Vendrell, se encuentra la vía de “volverlo a hacer, si puede ser acompañados de complicidades internacionales, pero independientemente de la existencia del acuerdo con el Estado”.
Un activista bien comunicado
Vendrell mantuvo en todo momento una relación continua y directa con la fugada Marta Rovira, que escapó a Suiza en marzo de 2018, pocos días antes de tener que declarar ante el Tribunal Supremo. En el sumario, hay conversaciones de Vendrell en las que este explicaba y detallaba sus diálogos con Rovira y cómo esta presionaba desde Suiza a los altos cargos de la Generalitat para que ayudasen al propio Vendrell, que había sido secretario de Organización de ERC, en sus negocios privados.
Según los registros telefónicos, el político metido a empresario también se codeaba con consejeros y altos cargos del Govern. En octubre del año pasado, solo unas semanas antes de ser detenido, llegó a comer con la entonces consejera de Salud, Alba Vergés. También se relacionaba estrechamente con el consejero de Educación, Josep Bargalló, republicano como él.
En Educación, Vendrell disponía de dos amigos dentro de la estructura, que le ayudaron a neutralizar a una directora general que le ponía problemas a la hora de obtener privilegios para las escuelas de su fundación El Brot (Vendrell exigió a la Generalitat que hiciese la vista gorda para permitirle tener más aulas y más alumnos por aula de lo que marca la ley). Se trataba de Pilar Contreras, directora general de Centros Concertados y Privados, y Josep González Cambray, director general de Centros Públicos. Este último, que en una conversación le prometió toda su ayuda “con la influencia que pueda tener”, es ahora consejero de Educación y su caso deberá ser traspasado al TSJC, ya que como miembro del Govern es aforado.
[Fuente: Por Antonio Fernández y José María Olmo, El Confidencial, Madrid, 11jun21]
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