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17ene14
El ala catalanista del PSC planificó con tiempo la ruptura del histórico partido
Hay rebelión a bordo del barco socialista catalán. En toda regla: el sector catalanista lo tenía milimetrado y preveía escenificar la ruptura del histórico partido en una jornada con una gran dosis de simbolismo: en la votación a favor de pedir a Madrid el permiso para realizar el referéndum independentista. Sabía que el impacto de esta rebelión iba a ser mucho más grande si el desencuentro con la dirección oficialista se hacía en el pleno parlamentario que votaba por el referéndum y que todo el bloque soberanista les iba a dar la razón y a aplaudir, aunque fuese en privado.
Joan Ignasi Elena, líder de la corriente Avancem, la exconsejera de Salud Marina Geli y la diputada Núria Ventura no se lo pensaron dos veces a la hora de desobedecer las consignas oficiales del partido, que eran votar no a la propuesta del bloque independentista.
"Sabemos que ha sido una indisciplina muy bien calculada. Conocían la posición de la dirección del partido, pero votaron lo contrario sabiendo que les íbamos a sancionar y poder tener así una excusa para hacer público su manifiesto de apoyo al referéndum. Les faltaba esta excusa para ello, pero deberían haber sido más honestos y entregar las actas como hizo el alcalde de Lérida, Àngel Ros", explica a este diario una fuente de la cúpula socialista. Fuentes de los diputados díscolos niegan, sin embargo, que hubiese una conjura en toda regla contra la cúpula socialista.
Pero ante la rebelión a bordo, la cúpula ha respondido con un límite de 72 horas. Ese es el margen, aproximadamente, que tienen los tres diputados díscolos para entregar sus actas. Fuentes oficiales del PSC señalaron a El Confidencial que el portavoz socialista en el Parlament, Maurici Lucena, les ha dado de plazo "el fin de semana para que entreguen sus actas". Estas declaraciones coinciden las de los diputados díscolos: "El portavoz parlamentario del PSC nos llamó y nos dijo que creía que habíamos de entregar las actas y que hablaremos el lunes. A partir de ahora, se abre un periodo en el que hablaremos con el partido para que queden bien aclarados los motivos por los que tomamos esta decisión", señala a este diario uno de los diputados que votó en contra de la postura del PSC.
Ninguno de ellos tiene intención, sin embargo, de entregar las actas de diputado. La propia Geli lo dejó claro ayer por la tarde, tras salir de la reunión con Lucena: se siente legitimada y respaldada por un amplio sector del partido.
No le faltaba razón, porque estaba todo previsto: tanto la postura de los diputados rebeldes como la inmediata reacción del sector catalanista. Tanto es así que a las tres horas ya circulaba por internet un manifiesto en apoyo de la ruptura de disciplina de voto, respaldado por más de un centenar de firmas.
Y entre ellas, los más destacados miembros socialistas que siempre se han alineado con las tesis más nacionalistas: los exconsejeros Joaquim Nadal, Montserrat Tura, Antoni Castells y Joan Manuel del Pozo, ex altos cargos de la Generalitat en la época del Tripartito, como Martí Carnicer, Manel Nadal o Joan Colom, exalcaldes como Jordi Aymamí o Lluís Miquel Pérez, exdirigentes del partido como Joan Majó (ministro de Industria con Felipe González), diputados como Daniel Font o Maria Badia (eurodiputada) o representantes de diversas corrientes críticas como Toni Comín, Jordi del Río o Àlex Masllorens. Por estar, estaba incluso el actual líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí.
El manifiesto de la discordia
En otras palabras, no faltaba nadie. Ahí se hallaban todas las voces discrepantes con la dirección oficialista. El manifiesto de la rebelión dice claramente que "oponerse a la posibilidad de que el pueblo de Cataluña se pueda pronunciar en uno u otro sentido es una postura inaceptable y antidemocrática". Y subraya que la sentencia del TC contra el Estatuto "pactado en sede parlamentaria y refrendado por los catalanes, hace inexcusable un referéndum en el que el pueblo de Cataluña se pueda pronunciar claramente sobre su relación con España".
Para el ala catalanista del PSC, este es "un reto nacional que afecta a las constantes vitales de la nación catalana, de su lengua y su cultura, de su economía y sus prestaciones sociales". Y aclara que "el socialismo catalán, más allá de los parámetros que impone el nacionalismo español, hegemónico en España, creemos que sólo puede estar al lado de la opinión central y mayoritaria del pueblo de Cataluña".
También afirman que los socialistas catalanes han de estar "en el lugar que les corresponde, en primera fila. Hemos de trabajar con todo aquel que propugne la celebración del referéndum, sea cual sea la posición que cada uno pueda tomar después en relación con la respuesta a la consulta". Y, siguiendo la estela de las consignas del bloque soberanista, subrayan que "la máxima unidad es la fuerza más grande de que dispone nuestro pueblo. Y ningún patriota, si lo es de verdad, puede regatear esfuerzos para garantizarla". Por ello, aseguran, hacen un llamamiento "a favor de la celebración del referéndum. (…) El socialismo catalán no puede faltar a la actual cita por Cataluña. (…) El PSC no puede faltar. (…) Así lo pedimos y exigimos en nombre de los intereses nacionales de Cataluña que creemos interpretar".
El PSC será la cuarta fuerza catalana
Tras la rebelión y ante la previsión de que los tres diputados se nieguen a renunciar a sus actas, el PSC les expulsará de su grupo parlamentario y pasarán a ser diputados no adscritos. Y eso aun a pesar de que, si se toma esta medida, el PSC pasará a ser el cuarto grupo de la Cámara autonómica, tras CiU, ERC y el PP. Esto es, al menos, lo que fuentes oficiales de la formación manifestaron a El Confidencial. "Pero es honesto aplicar el reglamento aunque perdamos esa posición", añaden las fuentes.
Aun así, los posibles sancionados no lo tienen tan claro. "Eso no es automático, han de aprobar que dejamos de pertenecer al Grupo Socialista. Y eso dura un tiempo. Pero no se nos ocurre que haya intención alguna de sancionarnos con la expulsión. No, al menos por una cuestión que es más de táctica que ideológica. En todo caso, es posible que hablando con la dirección del PSC lleguemos a otra solución", señala a este diario uno de los diputados díscolos.
[Fuente: Por Antonio Fernández, Barcelona, El Confidencial, Madrid, 17ene14]
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