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22oct18
Puigdemont veta los Presupuestos de Sánchez y descarta un adelanto electoral
Carles Puigdemont ha pasado al contraataque y está moviendo piezas para cargarse los Presupuestos de Pedro Sánchez. El líder soberanista ha visto cómo su figura iba pasando a la irrelevancia mientras sus partidarios se iban dividendo cada vez más. Por tanto, es hora de marcar nuevos objetivos. El primero de ellos: tumbar las cuentas que prepara el Gobierno del PSOE, para dar un señal de fuerza después de que todo lo que ha pasado este mes de octubre envía el mensaje contrario, el de que el soberanismo se encuentra debilitado y dividido. Y el segundo, descartar un adelanto electoral en Cataluña que solo beneficiaría a la CUP.
La cita de hoy en Bruselas entre Quim Torra y Carles Puigdemont confirmará ambas cosas. Que los Presupuestos del Gobierno Sánchez caerán, por mucho que le llame por teléfono Pablo Iglesias en conferencia a Bruselas y que los partidos catalanes se empiecen a mentalizar para una legislatura de al menos un año más, hasta la sentencia del Supremo o, lo que es lo mismo, la Diada del año que viene, según apuntan fuentes del entorno del expresidente en Waterloo. La CUP quiere apretar en la calle. Pero esta será otra de las consignas a Torra, que serene los ánimos, en especial con una ANC que ya se mueve en clave electoral a través de un candidato propio: Jordi Graupera para Barcelona.
Además, ERC está barajando la idea contraria: aprobar los Presupuestos en Madrid y hacer una política posibilista a pesar de la existencia de presos. Esa política, esa normalidad, aunque solo sea aparente, es lo peor para Puigdemont, quien necesita excepcionalidad para mantener la tensión. Al 'expresident' no le convienen ni las rondas bilaterales, ni las reuniones entre la vicepresidenta, Carmen Calvo, y la 'consellera' de Presidència, Elsa Artadi, ni las conversaciones para apoyos presupuestarios.
La reunión de hoy en la capital belga es el primer paso: demostrar que tiene el botón electoral. Y que no apretará en diciembre, como temen algunos. Torra ha salido muy debilitado de su paso por el debate de política general en el Parlament. Pero sigue siendo el 'president' y la palanca que permite a Puigdemont decidir cuándo podrá convocar elecciones. A partir del 27 de octubre, Torra puede volver a anticipar los comicios en Cataluña. Sin embargo, esta opción ahora no está sobre la mesa, según afirman fuentes de JxCAT, porque las encuestas son contrarias: JxCAT se desangraría por la izquierda, la CUP podría superar los 10 diputados y ERC sería la primera fuerza soberanista en la Cámara catalana.
El segundo resorte con el que cuenta Puigdemont es Elsa Artadi. Desde hace más de una semana, Artadi está virando y ya no se muestra tan partidaria de negociar los Presupuestos, en contra de lo que siguen pensando buena parte de sus interlocutores en Madrid, incluyendo la vicepresidenta, Carmen Calvo. Con Artadi a la contra, los partidarios de negociar las cuentas públicas en Madrid pierden su principal apoyo.
El tercer mecanismo es la diputada en el Congreso Míriam Nogueras. Nogueras es la vicepresidenta del PDeCAT y ya ha enviado el mensaje de que hay que votar en contra de los Presupuestos del Gobierno. Sin estos cinco votos en la Cámara Baja, las cuentas de Pedro Sánchez naufragan, porque la amalgama de grupos que apoyan a Sánchez en el Congreso es muy exigua.
Mimbres para un cesto
Con estos mimbres, Puigdemont puede asegurarse de que no habrá cuentas en Madrid. No podrá tumbar al Ejecutivo de Sánchez en noviembre, como fanfarroneó Torra en el Parlament, pero le obligará a prorrogar los Presupuestos de Cristóbal Montoro, lo que tiene un punto de humillación política.
El análisis de Puigdemont es que si el Gobierno de Pedro Sánchez ha de seguir, que siga. Pero que siga lo más débil posible, para que cuando Torra, o quien esté al frente, intente el nuevo choque de trenes, este tenga más posibilidades de decantarse del lado catalán. La estrategia del dúo Torra-Puigdemont vuelve a ser la que era: insurreccional y unilateral, solo que a la espera del momento preciso.
Daños a terceros
Además, el perjudicado indirecto de toda esta estrategia es Oriol Junqueras. Si el líder de ERC no puede pactar los Presupuestos con el poder de Madrid, el rol de interlocutor preferente que le están dando las fuerzas políticas cae por su propio peso, algo que ya ve bien Puigdemont.
Al vicepresidente, Pere Aragonès, le queda la baza de pactar con los comunes los Presupuestos a cambio de que ERC apoye los de la alcaldesa Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona. ERC necesita los Presupuestos catalanes porque son su carta de presentación electoral. Pero, por eso mismo, si descarrilan, a Puigdemont le da igual. Si Aragonès logra aprobarlos, más humillación para España: Cataluña tendría Presupuesto y el Gobierno central no. Un Gobierno débil en Madrid y una Generalitat paralizada o semiparalizada en la plaza Sant Jaume es el mejor escenario para un Puigdemont necesitado de protagonismo.
ERC asumió el grueso de la gestión de la Generalitat. Sus 'consellerias' controlan el 60% del gasto público de la Administración catalana. Sin los Presupuestos, estos 'consellers' republicanos brillarán la mitad. En ese caso, sería la tercera vez consecutiva que se prorrogan las cuentas de la Generalitat.
[Fuente: Por Marcos Lamelas, El Confidencial, Barcelona, 22oct18]
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