Información | ||
Derechos | Equipo Nizkor
|
20ago18
Coste de la crisis catalana: 35.000 millones perdidos en depósitos y el crédito cayó un 8 pc
Una de las claves del independentismo ha sido siempre negar que la crisis política del intento de secesión de 2017 tuviese efectos económicos negativos para Cataluña. Incluso se minimizó la marcha de sedes de grandes empresas. Ahora es la propia Conselleria de Economía de la Generalitat la que por primera vez admite los daños, aunque restándoles importancia. En total, se perdieron 35.000 millones en depósitos que ahora han dejado de estar radicados en Cataluña, fruto del fenómeno de las denominadas "cuentas espejo". Estos movimientos, combinados con la fuga de sedes sociales, ha provocado además que el crédito al sector privado se derrumbase un 8% al cierre del pasado año.
Así lo reconoce la Conselleria de Economía en el número 101 de sus Notas de Coyuntura, un informe periódico que publica la Generalitat. Hasta ahora, la administración catalana había ignorado todo lo relativo a este aspecto de los denominados “hechos de octubre”, que comienzan con el referéndum del 1-O y acaban con la fuga de España de Carles Puigdemont a Bruselas.
“A finales de 2017, los datos facilitados por el Banco de España registran una disminución de los depósitos bancarios del sector privado residente en Cataluña del 17,3%, mientras que a nivel estatal crecieron un 0,5%”, reconoce el informe, que vincula esta situación a que la “la territorialización de los depósitos que hacen las entidades financieras se realiza en función del domicilio de la sucursal bancaria donde se registra el depósito". De ahí que si un cliente traslada sus depósitos a una sucursal bancaria fuera de Cataluña, "estadísticamente aquel depósito deja de estar registrado en Cataluña y pasa a estarlo a la comunidad autónoma donde radica la sucursal bancaria de destino”.
Es la primera vez que la Generalitat reconoce el fenómeno como tal de las “cuentas espejo” que los clientes abrían esos días fuera de Cataluña, trasladando su dinero a otras de las mismas entidades pero fuera de Cataluña como un modo de preservar sus ahorros. Según el gráfico de la propia Generalitat en su informe, Cataluña perdió 35.000 millones en los últimos tres meses del 2017, durante el período en el que Carles Puigdemont llegó a proclamar su fallido intento de independencia. Además, es dinero que no ha vuelto, como admite el propio estudio: “En tasas interanuales, el primer trimestre del año, los depósitos bancarios del sector privado residente en Cataluña caen un 17,1% en contraste con el 0,0% en el conjunto estatal”.
La cifra de 35.000 millones es casi el 20% de los depósitos que había en Cataluña antes de la convocatoria del referéndum del 1 de octubre. Una cantidad nada desdeñable en términos absolutos.
Efecto estadístico
El estudio, eso sí, intenta restarle importancia. Cuando habla de otra cara de este fenómeno, la caída del crédito privado lo denomina “efecto estadístico”, como si la estadística no fuera en buena parte un reflejo de la realidad.
De este modo, en 2017 “el stock de crédito privado contabilizado en Cataluña fue de un 8,1% (una reducción bastante más alta que a nivel estatal, del 1,9%)”, acepta la Conselleria de Economía en su nota pública.
Buena parte de la caída del crédito se debe a los cambios de sede, tal y como señala la conselleria, que admite este efecto dañino para la economía catalana por primera vez: “La territorialización que hacen las entidades financieras se realiza en función de la sede social del deudor y si este la cambia durante el año, el crédito pasa a contabilizarse donde está la nueva sede”. El crédito en Cataluña ha seguido descendiendo en el primer trimestre del año un 9,3% en términos interanuales.
Negar la realidad
Una de las constantes del discurso independentista en este aspecto del 'procés' se ha centrado siempre en negar la realidad o de agarrarse a cualquier detalle para reforzar su postura. Así, este mes de agosto se ha destacado que, según el INE, el número de empresas con sede social en Catalunya crece un 1,5% en el 2017, lo que supone 618.366 empresas activas en esta comunidad autónoma.
Sin embargo, se obvian otras, como que más allá de las 4.000 empresas que trasladaron su sede a finales del 2017 –casi todas las del Ibex– ha habido más efectos perversos que acabarán afectando a la creación bruta de capital a largo plazo en Cataluña, como que en el primer trimestre del año ha caído un 8% la creación de sociedades mercantiles. Todo apunta a que, al igual que con los depósitos, la confianza tardará en recuperarse.
[Fuente: Por Marcos Lamelas, El Confidencial, Madrid, 20ago18]
This document has been published on 20Aug18 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |