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06feb18
El cuartel de invierno de Puigdemont
Es desde la avenida del Rey Alberto II que Carles Puigdemont prepara su regreso a la plaza Sant Jaume. El hotel Husa President Park de Bruselas se ha convertido en su cuartel general de invierno, desde donde dirige las operaciones, recibe a los suyos, negocia con los aliados y despacha con los medios. Si quedaba alguna duda, la consagración del hotel como despacho del president cesado se confirmó en los dos últimos días con las reuniones que Puigdemont mantuvo con una delegación de ERC, el domingo, y con sus parlamentarios de JxCat y con representantes de la CUP, ayer.
Es un hotel de cuatro estrellas perteneciente a la familia de Joan Gaspart, el expresidente del FC Barcelona, y aunque de denominación presidencial, su realidad cotidiana es más precaria, sometido a una reorganización judicial, el paso previo a la declaración de quiebra en la legislación belga. El lastre que conlleva un hotel de grandes dimensiones, de unas 300 habitaciones, alejado del centro y en un barrio poco elegante dificulta sacarle rentabilidad al negocio.
El Husa President Park tiene un huésped ilustre que ha instalado en él su despacho, que no su domicilio. Así como en su vida privada Puigdemont salta de residencia en residencia buscando una intimidad imposible, su despacho oficioso ha quedado bien fijado en este establecimiento cercano a la estación del Norte de Bruselas. Ahí celebró su gran acto de campaña en Bruselas, con la presencia de Artur Mas, y en el mismo lugar, Puigdemont compareció eufórico con sus abogados cuando el juez Pablo Llanera retiró la demanda de extradición. En esa misma sala, de nombre Bruselas, es donde este lunes dio su rueda de prensa Eduard Pujol, el portavoz adjunto de JxCat, para dar un mensaje destinado a levantar la moral de la tropa: "Se trabaja en la buena dirección", en los próximos días esperan ultimar un acuerdo de gobierno. Pujol añadió también un pronunciamiento contundente: "Investidura sólo hay una, presidencia sólo hay una, la presidencia legítima del Govern de Catalunya y la investidura del presidente de la Generalitat, Puigdemont". Pujol avisó que no quería concretar, y vaya si lo consiguió. Se mantuvo siempre en un punto ambiguo, mandando señales, evitando compromisos. Preguntado por los mensajes captados y difundidos que Puigdemont envió al exconseller Toni Comín, Pujol argumentó que los políticos también son personas: "No nos colocamos la armadura de políticos".
Era la tercera sesión de trabajo que Puigdemont realizaba con su grupo parlamentario al completo en Bélgica. Para ser exactos, casi al completo. Asistieron Puigdemont, 27 diputados y los exconsellers Clara Ponsatí y Lluís Puig, que renunciaron al acta de diputado y que ayer, en la reunión, ocuparon un lugar de honor flanqueando a Puigdemont. Lógicamente no pudieron asistir ni Jordi Sànchez, encarcelado, ni Jordi Turull, Josep Rull y Lluís Guinó, que no pueden salir de territorio español.
Lunes de madrugón e ida y vuelta para la mayoría de diputados, con salida en el vuelo de las 6.20 h de la mañana de Barcelona, y regreso en el de las 21.20 h de Zaventem. Reunión parlamentaria en los cuarteles de invierno.
[Fuente: Por Jaume Masdeu, La Vanguardia, Barcelona, 06feb18]
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