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24ene18
Forn pide al Tribunal Supremo su libertad tras asegurar que abandona la política
El exconseller de Interior, Joaquim Forn, ha solicitado de nuevo al magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, que reconsidere su prisión incondicional una vez que ha renunciado a su escaño. Su renuncia, sostiene, conlleva apartarse de la política autonómica, lo que hace desaparecer el riesgo de reiteración delictiva por el que permanece en la cárcel.
Así lo recoge en un escrito presentado ante el alto tribunal, y al que ha tenido acceso La Vanguardia, en el que le recuerda que en su declaración ante el magistrado el pasado 11 de enero ya le aseguró que renunciaría a su condición de parlamentario autonómico si advierte un escenario de conflicto político y jurídico distinto y ajeno a su voluntad.
"La situación de prisión provisional que sufre actualmente le impide participar activa y eficazmente en los debates, tanto los internos de su partido como los que se produzcan en el Parlament. a los fines de conformar una voluntad con arreglo a ese compromiso expresado de respeto a la legalidad y al marco constitucional. La delegación de voto, por demás, dificulta tener control de su voluntad política y asegurar el cumplimiento del compromiso adquirido y la conducción final de sus decisiones", subtaya su letrado, Daniel Pérez-Esqué.
"La renuncia de su acta de diputado y su firme decisión de no ostentar cargo alguno de conseller en el futuro Govern, lleva aparejada la irrevocable decisión de apartarse de la política autonómica", insiste Forn en su escrito.
Según mantiene su defensa, el auto de prisión argumentaba el riesgo de reiteración delictiva. "El abandono de la política autonómica, entendemos, dinamita o cuanto menos atempera hasta la inanidad, ese riesgo de reiteración delictiva", lo que conduce a que desaparezcan los motivos de prisión.
La Fiscalía había informado en contra de su libertad pero antes de conocer su renuncia a la política. En su petición de libertad tras declaración de manera voluntaria a principios de enero, llevaba incorporada una carta firmada por una treintena de cargos del Ayuntamiento de Barcelona, entre ellos el jefe de la Urbana, Evelio Vázquez, y el secretario general, Jordi Cases, en el que sostienen que el exconseller es una persona "dialogante" y de "valores éticos".
El escrito sostiene que Forn, que fue concejal de Barcelona por CiU durante 18 años, es "dialogante, considerado y respetuoso con el personal y con las funciones de mando, control, fiscalización, gestión y asesoramiento", así como "un defensor de los intereses públicos al servicio del conjunto de vecinos y vecinas".
Los firmantes lamentan que se haya presentado al exconseller como "una persona fanatizada, intransigente y desconsiderada con las normas comunes de convivencia" y sostienen que "es absolutamente falsa" la imagen que se ha dado de Forn como "un personaje conspirador y malicioso, que sitúa la consecución de sus objetivos por encima de cualquier valor ético o moral".
[Fuente: Por Carlota Guindal, La Vanguardia, Barcelona, 24ene18]
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