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21ene18
Los 'casals' catalanes avisan de que tendrán dificultades si la escasez de subvenciones por el 155 se alarga
Los centros catalanes en el exterior, que han comenzado en 2018 sin la partida de un millón de euros que esperaban, avisan de las consecuencias de alargar la falta de subvenciones. El vicepresidente del Casal Català Brussel·les, Albert Sesé, asegura en declaraciones a la ACN que si la situación "se prolonga" tendrán dificultades "importantes" para llevar a cabo las actividades básicas de la casa.
Aunque no les ha "sorprendido" la noticia, que admite que ya se temían desde la intervención de las finanzas de la Generalitat por parte del gobierno español y el 155, sí lo han encajado "con mucha pena" .Además, niega que las actividades que se realizan sean de apoyo al proceso independentista y defiende que el 'casal' tiene "desde sus comienzos" una vocación "apolítica".
Sesé recuerda también que en el caso del Brussel·les ya hay otras entidades "de perfil marcadamente soberanista". Desde la Federación Internacional de Entidades Catalanas (FIEC) su secretario general, Toni Montserrat, argumenta que en el exterior ya existen antenas de la ANC o los Comités de Defensa de la República (CDR) y que son los colectores lectivos los que hacen "trabajo de apoyo al proceso".
Para el secretario general de la FIEC, los "problemas" comenzaron con la aplicación del 155. "En un momento determinado concluyen que una parte de las actividades que están haciendo las comunidades catalanas en el exterior se pueden considerar como apoyo al proceso [ independentista] ", asegura. De acuerdo con esta premisa, explica, se pide que los consulados españoles de los diferentes países contacten las entidades para pedirles información sobre las actividades que se realizan.
"A principios de diciembre Exteriores dice que quizás podremos sacarlo adelante", comenta. Con todo, afirma que más tarde se fijan en actos como una cena organizada con Jordi Sánchez por los catalanes en Londres o un acto del centro catalán de Luxemburgo con la cupaire Anna Gabriel. Montserrat, que es miembro del centro luxemburgués, justifica que la CUP no pudo acudir el año anterior, en 2016, a un ciclo organizado por el centro en el que sí que participaron políticos del PP, Ciudadanos o Cataluña Sí se Puede, entre otros, y que por eso Gabriel acudió en 2017.
Según Sesé la intención de los centros es "aglutinar a todos los catalanes que viven en el extranjero y dar un paraguas social y cultural". "No somos nosotros quienes tenemos que jugar ese rol [político] y sólo hay que ver la hoja de actividades anual que se presente por no encontrar rastro de este tipo de actividad", añade.
Preguntado por si prevén alguna medida ante la revocación de las subvenciones, Sesé dice que "como centro" no harán nada y que en cualquier caso se canalizará todo desde Exteriores. "Hay tres posibles escenarios: recuperar toda la subvención de 2017, parte de esta subvención o ya ir de cabeza a la convocatoria del 2018", detalla.
Con todo, confía en que una vez haya un nuevo gobierno este les pueda dar "una respuesta coherente" y que la recuperación de la ayuda "sea de las primeras cuestiones que se traten conjuntamente con otras decisiones". "Confío que de cara en 2019 este problema no sea sobre la mesa", añade.
Por su parte y en nombre de la FIEC, Montserrat explica que lo han puesto en manos de abogados y que la previsión es plantear un recurso administrativo primero pero que de momento esperan a la formación del nuevo gobierno para presentarlo y que este pueda ser aceptado.
También avisa, sin embargo, que si pasan tres meses perderán la posibilidad de hacer un recurso administrativo. En este sentido ve difícil que sea aceptado sin un nuevo gobierno, ya que quien tiene que resolver es la Generalitat y eso, en estos momentos, significa "las mismas personas que han denegado la subvención".
Las subvenciones denegadas cubrían a las entidades cinco líneas de gasto: funcionamiento diario, actividades culturales, cursos de lengua catalana, ayudas extraordinarias y acciones de apoyo a la nueva inmigración.
Del millón de euros hay subvenciones de 35.000 euros a 200, según dice Montserrat, y es dinero que van destinados a diferentes conceptos: desde pagar el alquiler del local -si el centro tiene uno propio, como ocurre en Bruselas las- organizar ciclos de cine, pagar nóminas de los profesores que enseñan catalán u ofrecer ayudas a catalanes en situación precaria que residen en lugares como Cuba o Venezuela.
Aunque en el Casal Català Brussel·les prevén mantener las actividades programadas para este año gracias a una "caja de contingencia", en otros centros, dice, la situación es "muy diferente" y más "alarmante", con personas que han puesto dinero de su bolsillo o con créditos por medio.
[Fuente: La Vanguardia, ACN, Barcelona, 21ene18]
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