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20may13
La Generalitat choca ahora con Guindos por el 'agravio' a Catalunya Banc con Bankia
La Generalitat considera discriminatorio el trato que ha recibido Catalunya Banc. El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, está molesto por este nuevo desencuentro, esta vez con el ministro de Economía, Luis de Guindos, en lugar de contra su adversario habitual en el Gobierno, el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. Desde la sede del departamento de Economía se considera que De Guindos ha actuado con un excesivo protagonismo, de espaldas a la Generalitat y con criterios que van más allá de lo estrictamente financiero.
Portavoces de la Conselleria de Economía han evitado hacer declaraciones sobre el tema, pero el desaire fue evidente cuando el FROB forzó el relevo del presidente de Catalunya Banc, Adolf Todó, y de su mano derecha en la entidad, Jaume Massana. Lo hicieron sin informar a la Generalitat y sin consensuar el nombre de su sucesor, el exdirectivo del BBVA José Carlos Pla, que tomará posesión el 1 de junio.
De hecho, Pla todavía no se ha reunido con Mas-Colell, en un clima enrarecido y que desde la Generalitat consideran injusto porque la Administración catalana siempre colaboró con el Fondo para la Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB) para que tomase el control de la entidad, dando el relevo en el capital de Catalunya Banc a las diputaciones catalanas, según han explicado fuentes cercanas a la Administración catalana.
Tampoco ha gustado que el Gobierno haya relevado a Todó sin convocar al consejo de Catalunya Banc, donde la Generalitat había pactado algunos de sus miembros, siguiendo los criterios de De Guindos, por encima de los que pudieran tener el FROB y el Banco de España.
Lo peor para la Generalitat, además, es que el trato a Catalunya Banc supone un agravio comparativo con los recibidos por la gallega NCG y, sobre todo, por Bankia. Para la Generalitat, ambas entidades se encuentran en una situación financiera tan delicada como lo pueda estar Catalunya Banc y, sin embargo, sólo se han tomado medidas contra el grupo catalán, en un acto que podría entenderse como un nuevo centralismo bancario.
Es cierto que De Guindos también quería forzar el relevo de José María Castellanos, presidente de NCG, al mismo tiempo que el de Todó. Pero desde el Palau entienden que el apoyo del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha sido determinante para dotar a la entidad del norte de una estabilidad en la gestión que se le niega a Catalunya Banc.
Malas relaciones
En el entorno de Mas-Colell se reconoce que había una mala relación entre Todó y De Guindos, pero consideran que es la misma que puede tener el ministro con Castellanos, por lo que el cambio en Catalunya Banc sólo puede entenderse desde una lectura política y como una apuesta por crear un gran holding bancario alrededor de Bankia que Bruselas veta. Ahora este se quiere llevar a cabo por la puerta de atrás nombrando a un peón de José Ignacio Goirigolzarri, ya que Pla mantiene una excelente relación con el ahora presidente de Bankia desde que ambos trabajaron en el BBVA.
La relación entre Todó y De Guindos se fue deteriorando y, según algunas fuentes, tras el fracaso de la segunda subasta acabaron casi a gritos. En cambio, el expresidente de Catalunya Banc mantenía una excelente amistad personal con Mas-Colell, ya que ambos habían estudiado juntos en Estados Unidos.
Más fondos
Adolf Todó, además, había pedido más fondos públicos para Catalunya Banc, tal y como consta en las actas del consejo de administración, algo de lo que es consciente la Conselleria de Economía. La cifra solicitada rondaba los 2.000 millones en una entidad que ya había recibido 12.000 millones de dinero del rescate bancario.
La petición se justificaba para facilitar su venta y porque se entendía, desde el equipo directivo del banco, que cuanto más tiempo pasase más se debilitaría el balance de la entidad. La demanda fue desestimada, pero desde la Generalitat se entiende que fue más por el intervencionismo del Ejecutivo español que porque este fuera el análisis estratégico del FROB. De hecho, el informe McKinsey, que se hará público en los próximos días, aboga por una venta acelerada de Catalunya Banc este otoño.
Por último, en el departamento de Economía no gusta que De Guindos esté pasando por encima del Banco de España en la gestión que aplica el FROB en la banca nacionalizada, cuando, a su juicio, deberían prevalecer los criterios del regulador.
En cambio, Mas-Colell y su equipo no se dan por aludidos cuando se sugiere que el problema pueda estar en que la Generalitat esté impulsando un proyecto de consulta soberanista, que el conseller apoya, y que esto haya podido provocar que el Gobierno actúe de espaldas a la Administración en otras cuestiones, como es el caso de Catalunya Banc. Como en una especie de maldición bíblica, cerrado el frente del límite de déficit para las CCAA, se abre el de la reestructuración bancaria para que desde Barcelona y Madrid las fuerzas políticas echen un nuevo pulso.
[Fuente: Por Marcos Lamelas, El Confidencial, Madrid, 20may13]
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