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30ene13
Mas coloca en el corazón económico de la Generalitat a un dirigente de ERC
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados tras haber apoyado a Convergència i Unió (CiU) para garantizar la gobernabilidad y la estabilidad de la Generalitat en esta legislatura. Por eso, ya ha destacado a uno de sus primeros espadas para que entre en el Gobierno de Artur Mas. Se trata de Albert Castellanos, secretario de Política Económica de ERC, que ha sido fichado por el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, como asesor.
Castellanos es licenciado en Economía por la Universidad Pompeu Fabra y máster en Economía pública por la Universidad de York. Durante el Tripartito, fue asesor del consejero de Comercio, Turismo y Consumo desde el año 2004. Más tarde, fue nombrado secretario ejecutivo de la empresa pública ACC1Ó de 2007 al 2009 y director ejecutivo de la Agència de Gestió d'Ajuts Universitaris i de Recerca (Agaur) desde ese año hasta principios de 2011, cuando CiU se hizo con el poder. Ahora vuelve a la Administración como asesor, aunque esta vez dependiendo del Departamento de Economía, es decir, el verdadero corazón del Gobierno autonómico, el que más peso tiene y el que determina el reparto de las riquezas entre las consejerías.
El nombramiento ya ha levantado las primeras suspicacias y críticas por parte de la oposición, ya que, aunque ERC insiste en que no entra en el Gobierno, lo cierto es que uno de los hombres de la dirección republicana ya tiene cargo público. El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) no tardó en reaccionar y pidió a última hora del martes explicaciones. "Queremos conocer los criterios profesionales que se han tenido en cuenta para el nombramiento", señalaron fuentes socialistas a El Confidencial. "Es de escándalo, porque a los pocos días de firmar el pacto, ya empiezan a nombrar asesores de Esquerra. Podían tener un poco más de miramiento con estas cuestiones. Ahora, por mucho que digan los republicanos que no están en el Gobierno, será difícil de creer", añaden las mismas fuentes. La portavoz republicana, Anna Simó, sin embargo, lanzó un brindis al sol y afirmó ayer que el fichaje nada tiene que ver con el pacto CiU-ERC.
Pero no es el único nombramiento curioso. Josep Anton Grau, hasta ahora director del Incasol, fue nombrado la pasada semana nuevo director general de la Autoridad Metropolitana del Transporte (ATM). En el currículum distribuido por la institución se señala que fue director del Incasol, presidente del Centre Integral de Mercaderies i Activitats Logístiques (Cimalsa), presidente de Regs de Catalunya (Regsa), secretario general de la consejería de Política Territorial y Obras Públicas y presidente de las también empresas públicas Gisa, Ferrocarrils de Muntanya de Grans Pendents y de Equacat. Sin embargo, omite su cargo de director general del Hospital de Sant Pau, donde dejó tras de sí un escándalo monumental que está siendo investigado en los juzgados.
De su época en Política Territorial y Obras Públicas también existen muchos claroscuros debido a las adjudicaciones de obras. Un empresario catalán encargó, en el último Gobierno de Jordi Pujol, un informe sobre Grau, disconforme con el reparto de obras que hacía, ya que consideraba que beneficiaba a determinadas constructoras en detrimento de otras.
Baile de cargos
Tras la formación del nuevo Gobierno, CiU ha recolocado a sus hombres de confianza en el nuevo organigrama. Así, Xavier Martorell, que había sido director general de Análisis y Prospectiva, ubicado en el departamento de Presidencia, cambió este sillón por el de director general de Servicios Penitenciarios. Martorell había llegado a Presidencia gracias a sus relaciones con el entonces secretario del Gobierno, Germà Gordó. Al ser nombrado éste consejero de Justicia, se ha llevado a Martorell a su departamento. El anterior director general, Ramon Parés, pasó a ser simplemente asesor del consejero. Gordó también repescó como secretario general de Justicia a Enric Colet, que hasta ahora había ejercido el cargo de secretario general de Empresa y Ocupación.
En este último departamento, el consejero Felip Puig ascendió a Ramon Bonastre de director general a secretario de Empleo y Relaciones Laborales. Su nombramiento como director general hace dos años, ya trajo cola, puesto que Bonastre había sido condenado por "malversación de caudales públicos" por la Audiencia de Tarragona y el Gobierno de José María Aznar le indultó en 1997. Puig cambió radicalmente su departamento. Su directora de Servicios, Olga Tomàs, pasó a ocupar el mismo cargo en Economía y cambió al director general de Industria, Joan Sureda, por Antoni Maria Grau, que hasta ahora era director general del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Cataluña.
Por su parte, el hasta ahora secretario de Territorio y Movilidad, Damià Calvet, fue nombrado director del Incasol, con el encargo específico de iniciar un proceso de fusión entre este organismo público y la empresa Cimalsa. Por su parte, Mar Jiménez, que había sido asesora del consejero de Cultura pasó a jefa de gabinete del nuevo consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, 30ene13]
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