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09may14
La banca cuenta con 150.000 M. en créditos refinanciados problemáticos, tras aflorar 31.500 M. morosos en el último año
Las sospechas del Banco de España sobre la verdadera situación de la cartera de préstamos refinanciados de la banca ha terminado por confirmarse un año después. El reciente ejercicio del supervisor que ha obligado a las entidades a reconocer su mora oculta ha elevado hasta los 150.000 millones el volumen de préstamos refinanciados problemáticos del sistema financiero español a cierre de diciembre pasado, frente a los 120.000 millones de diciembre de 2012. La cifra supone que el 70% de toda la cartera refinanciada de la banca española esté en situación morosa o subestándar (en vigilancia tras algún impago) tras aflorar 31.500 millones de créditos morosos, a lo largo del pasado ejercicio, reclasificados desde situación normal.
Los datos del supervisor, recogidos en el Informe de Estabilidad Financiera de mayo, cifran en 211.273 millones el nivel de préstamos refinanciados por la banca española al cierre del pasado ejercicio, frente a los 208.206 millones de 2012. Pese a que la variación interanual en volumen no es muy significativa, sí que resulta aclarador el cambio en los pesos de las tres carteras que integran los créditos refinanciados. Así se ha pasado del 42,4% de créditos clasificados como normales (88.270 millones) en 2012 al 29,2% (61.691 millones), un año después, tras la nueva norma sobre las refinanciaciones emitida por el Banco de España durante el pasado ejercicio. Esta caída se ha trasladado en su totalidad al saldo de refinanciados morosos que ha crecido del 37% (77.036 millones, en 2012) al 51,4% (108.600 millones, un año después). Mientras, el volumen de préstamos en situación subestándar se mantiene estable: 20,6% (42.890 millones) a cierre de 2012 frente al 19,2% (40.564 millones) tan solo un año después.
El Banco de España explica que si estos datos se comparan con los del cierre de 2012, se ha producido un trasvase "significativo", de trece puntos porcentuales, desde la categoría normal a la dudosa, mientras que los considerados "subestándar" se han mantenido "relativamente estables".
La estadística del Banco de España evidencia que el gran problema de las refinanciaciones se sigue concentrando en la cartera de empresas. El 66,4% del total de las reestructuraciones (140.285 millones) corresponden a los préstamos a empresas, mientras que las reestructuraciones a la financiación concedida a los hogares se incrementa en un 2,6% para situarlo en el 32,3% (68.241 millones). El crédito refinanciado a Administraciones Públicas representa apenas un 1,1% del total (2.290 millones).
El incremento en el saldo de refinanciaciones a hogares se explica en el millonario aumento de las reestructuraciones en la cartera hipotecaria. Sólo durante el último año, se refinanciaron hipotecas por valor de 7.000 millones. Teniendo en cuenta que la hipoteca media se sitúa en los 120.000 euros, la banca habría reestructurado en el entorno de las 60.000 operaciones. Así, las hipotecas reestructuradas, consideradas como tales las operaciones con personas físicas en las que se ha prestado hasta el 100% del valor de la vivienda, representan un 27,4% (57.888 millones) del total de las refinanciaciones en 2013 frente al 24,4 % (50.802 millones) de un año antes.
El Banco de España explica que "entre de los activos dudosos del crédito a personas físicas, se observa un comportamiento diferente entre los asociados a la adquisición de vivienda, que aumentaron un 43 % en diciembre de 2013 en tasa interanual, reflejando la evolución de la situación económica y, en parte, producto del ejercicio de revisión de las carteras de préstamos refinanciados, y los asociados al crédito a otros fines, que registraron un incremento del 15,8 %".
Las refinanciaciones a empresas de construcción y promoción inmobiliaria descienden en un año hasta el 27% (57.043 millones) frente al 33% del año precedente. Mientras, los créditos refinanciados de las empresas fuera del ámbito del ladrillo se incrementan del 12% al 39%, lo que supone un volumen total de 82.300 millones
El año pasado el supervisor exigió a las entidades que revisaran la forma en que estaban clasificados los créditos que habían ido refinanciando a sus clientes para cubrirlos según su riesgo real de impago. Según la nueva norma, se ha procedido a clasificar como riesgo normal aquellas operaciones en las que se disponga de evidencia objetiva y verificable que haga altamente probable la recuperación de todos los importes debidos. Para ello se han tomado en consideración factores tales como la inexistencia de un dilatado período de carencia, cuotas mensuales que no superen un porcentaje significativo de los ingresos recurrentes en el caso de los particulares o la adición de nuevos avalistas de indudable solvencia o de nuevas garantías eficaces".
Por el contrario, se transformaron de "subestándar" a "dudosos" (una definición que indica que la deuda es difícilmente recuperable y por tanto exige a cambio más provisiones) todos los créditos en los que "se evidencie acusada debilidad en la capacidad de pago del prestatario". En definitiva, todos aquellos créditos que no cuenten con garantías eficaces, tengan períodos de carencia en la amortización del capital superiores a 30 meses, o provengan de refinanciaciones o reestructuraciones previas.
[Fuente: Vozpópuli, Madrid, 09may14]
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