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14ene14
El BdE obliga a la gran banca a sacrificar el beneficio de 2013 para aprobar los 'stress test'
El discurso oficial de que la banca española aprobará con holgura los test de estrés del BCE se ha venido abajo. El Banco de España ha exigido a las seis principales entidades (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Popular) que limiten a la mínima expresión su beneficio de 2013 para destinar todos los recursos posibles a financiar los créditos refinanciados, según fuentes del sector. El gobernador, Luis Linde, tiene miedo a que el supervisor europeo, dominado por franceses e italianos, intente suspender a alguna entidad española para ganar "credibilidad" y pretende dejarle sin argumentos con unas entidades sobreprovisionadas. Pero a costa de los accionistas, que verán recortado sustancialmente el dividendo o directamente se quedarán sin él.
Como adelantó El Confidencial, la dureza de los criterios para provisionar las refinanciaciones amenazaba las cuentas de este año. Las entidades citadas, como es lógico, han puesto el grito en el cielo porque no podrán cumplir los objetivos anunciados al mercado y porque consideran que ya han hecho un enorme esfuerzo de provisiones con los dos 'decretos Guindos' de saneamiento del ladrillo y con la reclasificación de los créditos refinanciados impuesta por el Banco de España el año pasado (y conocida como 'Guindos 3' por analogía). Pero la respuesta del supervisor ha sido inflexible: hay que destinar todo lo que se pueda a provisiones para no dejar ningún resquicio que el BCE pueda aprovechar para suspender a un banco español en la revisión de activos (AQR) que ya ha iniciado o en los test de estrés de finales de año.
"Un suspenso de uno de los seis grandes sería una catástrofe absoluta para el mensaje del Gobierno de que la reestructuración financiera ha sido un éxito y que la banca española ya no supone una amenaza. Al Banco de España le da igual que suspenda una nacionalizada mientras no sea Bankia o alguna de las cajas que quedan, pero no un grande, no puede permitírselo", explica una de las fuentes consultadas. Y añade que "en Cibeles son conscientes de que el BCE quiere suspender a alguna para decir que su ejercicio ha sido duro y realista, tras el ridículo de los test de la EBA de 2011".
Como ha informado El Confidencial, España ha quedado marginada del reparto de poder del nuevo supervisor europeo -con el premio de consolación de una de las cuatro direcciones generales para Ramón Quintana-, totalmente dominado por Francia e Italia. Estos dos países son conscientes de que algunos de sus bancos importantes van a suspender y quieren que el impacto se diluya si también cae algún español. Además, Alemania pretende que estos ejercicios penalicen las carteras de deuda pública de países periféricos, lo cual complica todavía más la situación de la banca española (de ahí que esté vendiendo grandes cantidades de bonos del Estado). En el mercado, las encuestas apuestan por suspensos en Italia, Alemania y España.
Las entidades que no aprueben deben recapitalizarse de forma inmediata, algo que sería un desastre para Popular o Sabadell, que acaban de realizar sendas ampliaciones, o para Bankia tras los 24.000 millones del rescate con dinero público. Por no hablar del varapalo que supondría para la credibilidad de Santander, BBVA o CaixaBank. Eso es lo que Linde pretende evitar a toda costa, aunque a cambio estos bancos deben reducir el beneficio a su mínima expresión justo en el ejercicio en que iban a volver a publicar ganancias importantes tras las pérdidas generalizadas de 2012. Para llevar a la práctica esta exigencia y analizar cuánto beneficio puede dar cada entidad, el Banco de España se reunió con ellas individualmente la semana pasada, según informaba ayer Cinco Días.
Provisionar masivamente las refinanciaciones
Como también adelantó este medio, los test no se van a parecer en nada a los de Oliver Wyman de 2012, ya que no se van a centrar en la exposición al ladrillo sino en las refinanciaciones y en las hipotecas minoristas (y la morosidad hipotecaria se ha convertido en la gran amenaza para la banca). Y ahí es donde se van a aplicar masivamente las nuevas provisiones exigidas por el BdE.
La reclasificación de los refinanciados fue en principio más laxa de lo que pedía Bruselas (la circular inicial se quedó en unos meros criterios interpretativos), pero su aplicación en la práctica ha sido muy dura, con elementos como no tener en cuenta las garantías hipotecarias en las refinanciaciones empresariales. "Cualquier alargamiento del plazo de un crédito implica automáticamente que se considere moroso, lo cual implica una necesidad altísima de provisiones", se queja otra de las fuentes consultadas.
Esta dureza proviene de la presión de Bruselas, que quiere hacer aflorar la "morosidad oculta" de la banca española tan criticada por los analistas en los últimos años, derivada de la práctica de mantener vivas a empresas zombies alargando los plazos de unos préstamos que nunca podrán pagar. En esas reuniones de la semana pasada, también se les pidió a los bancos que propongan a qué destinarán las provisiones genéricas que tienen en balance, que no podrán convertirse en beneficio.
[Fuente: Por Eduardo Segovia, El Confidencial, Madrid, 14ene14]
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