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26my16
La izquierda abertzale se fractura y el sector que defiende la amnistía como 'eje de lucha' crea ATA
Tenía que pasar. La cuerda se estaba tensando tanto que tarde o temprano acabaría rompiéndose como ha sucedido. La izquierda abertzale representada por Sortu, cuya expresión en el Congreso de los Diputados es la coalición Amaiur en la que se integran cuatro partidos -de los que Bildu y Aralar son los más representativos- ha visto cómo dos organizaciones han roto el amplio frente constituido en Euskadi a la izquierda del PNV y se inspiraba en la lucha de ETA, a cuya violencia hoy renuncian.
Los críticos se llaman, significativamente, Amnistía y Libertad. Es decir, Amnistía y Libertad en euskera. Es decir, ATA. En fin, un logo semejante al de ETA (Euskadi ta Askatasuna). Y, también señaladamente, defienden que las renuncias de Sortu, el partido heredero de ETA cuyo candidato a la presidencia del Gobierno es Arnaldo Otegi, está dando fuerzas con su posibilismo al Gobierno de Rajoy en funciones para ser inflexible en su política penitenciaria.
Los presos son la excusa para volver a las andadas aunque, aseguran, sin recurrir a la violencia y atendiendo solo a posiciones radicales que la cúpula abertzale ha abandonado apostando por un "no hay vuelta a atrás" en materia de terrorismo y lucha armada. Sin embargo, la situación, según los críticos, ha puesto patas arribas la política de la actual dirección independentista vasca. Porque, aseguran las fuentes consultadas, ATA ha dejado en evidencia la ruptura del carácter unitario mostrado hasta ahora en las filas abertzales
No se vuelve a las armas
En todo caso, como ha señalado el simpatizante de ATA Fernando Lizeaga, la disidencia no se ha planteado en ningún momento la necesidad de que ETA vuelva a utilizar las armas. Dicen que los críticos tampoco tienen marcha atrás aunque acusen a los actuales dirigentes de Sortu de haber robado sus esencias a la coalición abertzale y haber emprendido un camino "reformista" en el que dicen no sentirse "representados" y en el que, según señalan, se sienten avergonzados.
Los elementos que justifican la ruptura de la izquierda abertzale se sembraron cuando 93 antiguos presos que pertenecieron a ETA o Iparretarrak (los del norte) suscribieron una carta en la que afirmaban que tenían el deber de conseguir la libertad de los reclusos con una amnistía "sin condiciones y con dignidad, sin arrodillarse ante nadie". Entre los firmantes estaba el ex líder de Iparretarrak, Philipe Bidart, o Jon Yurrebaso, uno de los acompañantes de José Antonio Urrutikoextea, Josu Ternera, en las conversaciones con Jesús Eguiguren y otros representantes socialistas durante los años 2005 y 2006.
Pero lo que provocó que el vaso haya colmado la paciencia de los disidentes fueron las declaraciones de Rufi Etxebarria en las que levantaba el veto de que cualquier recluso de la banda se pueda acoger de forma individualizada a los beneficios penitenciarios previstos en la ley. ATA lo entendió como una nueva vía de la denominada Nanclares de Oca y a la que se acogieron algunos terroristas que no cumplen condena en la actualiad como Carmen Gisasola o José Luis Urrósolo. El colectivo de presos de ETA no ha querido pronunciarse todavía sobre la posibilidad de acogerse a beneficios penitenciario.
ATA es conocida porque sus militantes son presos o expresos de ETA, miembros de la organización juvenil Haika (Levántate) o históricos dirigentes de la izquierda abertzale. Y responsables de la lucha antiterrorista consideran que la organización carece de la infraestructura "suficiente" como para convertirse, "de la noche a la mañana", en un nuevo partido político ya que, además, "no cuentan con un líder claro que tenga la fuerza suficiente como para impulsar una nueva formación".
"Nunca han estado en Bildu"
Fuentes de Amaiur, el grupo parlamentario del que forman parte Portu y otras tres fuerzas abertzales, señalaron a este diario que los miembros de ATA, a los que se suman los de Bitean Askatasunaren, son "presos, ex presos y excluidos que nunca han sido de Bildu". "Son pre-Herri Batasuna y no están de acuerdo con la estrategia de búsqueda de la paz", pero no suponen ninguna amenaza ni para la organización ni para las elecciones", añadieron esas fuentes. "Es más -añadieron- son críticos de la izquierda abertzale que nunca han estado en ni en Bildu ni en Sortu".
[Fuente: Por Raimundo Castro, República de las ideas, Madrid, 26may16]
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