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14jun12
La banca española cerró 2011 con unas pérdidas antes de impuestos de 582 millones
El desastre de la banca española en 2011 fue absoluto. No sólo se desplomaron sus beneficios el año pasado, sino que entró directamente en pérdidas antes de impuestos de 582 millones de euros por sus negocios en nuestro país, según la Memoria de Supervisión Bancaria en España publicada ayer. Una pérdida que se transforma en un beneficio neto de 1.881 millones (un 81% menos que en 2010) únicamente gracias a los impuestos positivos que genera el sector.
Según el documento del Banco de España, esta pérdida es "consecuencia del incremento en las pérdidas por deterioro del resto de activos -en particular, de las participaciones- y de las menores ganancias asociadas a inmovilizado material e inversiones inmobiliarias". "Este RAI [resultado antes de impuestos] negativo no se traslada al resultado del ejercicio por el efecto de la compensación de activos fiscales diferidos, que se traduce a su vez en un impuesto sobre beneficios positivo por importe de 2.485 millones", añade.
Los activos fiscales diferidos son un derecho frente a Hacienda por el que en el futuro te tiene que devolver dinero, normalmente generado por las provisiones que dotan las entidades: esa provisión no es una pérdida real, luego Hacienda no te la devuelve, sino que te guardas ese derecho para el futuro. Por tanto, los impuestos positivos del año pasado provienen de provisiones dotadas en ejercicios anteriores.
Este quebranto corresponde en su totalidad a los bancos y cajas controlados por el FROB (Banco CAM, Catalunya Banc, NCG Banco, Unnim Banc y Banco de Valencia), que registraron unas pérdidas antes de impuestos de 7.142 millones en conjunto. Frente a ellas, las siete mayores entidades del país lograron un beneficio antes de impuestos de 5.040 millones, y el resto de bancos y cajas no nacionalizados ganaron 1.136 millones.
La caída de los márgenes no es exagerada, ya que tanto el de intereses como el bruto descienden en torno al 11%, pero un incremento del 12,3% en las provisiones por deterioro de activos (morosidad) hasta 21.000 millones determina esta entrada en pérdidas antes de impuestos.
El pírrico beneficio neto logrado por el sector en España hace que el ROE (rentabilidad sobre recursos propios) de la banca se deplome hasta el 0,95% frente al 5,27% de 2010.
Si se incluyen los negocios fuera de España, los grupos consolidados registran un descenso del 56,9 % con respecto a 2010, hasta 7.698 millones, con un beneficio antes de impuestos de 7.151. "La consiguiente reducción en el ROE (2,85 %) vino igualmente acompañada de un retroceso en la ratio de eficiencia, que alcanzó el 51,3 %", según la citada memoria.
[Fuente: Por Eduardo Segovia, El Confidencial, Madrid, 14jun12]
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