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17abr12
GDF Suez se plantea dejar España si el Gobierno no frena el descontrol regulatorio
El descontrol en la regulación energética ha puesto a las empresas al límite de sus fuerzas. Sobre todo a las que buscan hacerse un hueco en el mercado nacional. "Si las cosas siguen yendo mal desproporcionadamente, cualquier operador haría su plan de desinversiones", explica con una mezcla de resignación y enfado la consejera delegada de GDF Suez Energía España, Loreto Ordoñez. El gigante francés, que ha invertido más de 1.000 millones de euros en ciclos combinados en territorio español, observa con inquietud como la normativa en el sector no dura en ocasiones ni un trimestre. Difícil sacar rendimiento a sus activos.
Por ahora, lo que no contempla GDF Suez es elevar la apuesta. "De momento, queremos rentabilizar lo que hemos invertido, no se prevé llevar a cabo ninguna inversión más. Es difícil ir más allá si las cosas siguen teniendo una evolución tan desordenada. Cualquier gestor debe tener una previsión sobre su cuenta de resultados y para las empresas es actualmente imposible saber cómo van a acabar el año. La verdad es que pasamos más tiempo optimizando legal y fiscalmente el negocio que gestionándolo operativamente", se queja Ordóñez, que fue nombrada primera ejecutiva de la compañía gala en España hace apenas un año.
La gota que ha colmado el vaso es el reciente Real Decreto Ley elaborado por el Ministerio de Industria para atajar el déficit de tarifa. Entre las medidas de ahorro recogidas se encuentra la reducción en un 10% de los pagos por capacidad, fondos que perciben las centrales que sirven de respaldo al sistema aunque no entren en operación. El Gobierno socialista los había aprobado hace apenas cuatro meses. El rejón, soportable para los más grandes, se vive por los pequeños como un ataque a su línea de flotación. "Los cambios regulatorios te pueden hacer entrar en números rojos", zanja Ordóñez. El ajuste implicará 80 millones menos para los operadores, lo que supondrá a GDF Suez España en torno a cinco millones de euros.
Primer grupo mundial en el sector de las utilities, la compañía francesa cuenta en España con una planta de ciclo combinado de 790 megavatios en Castelnou (Teruel) y otra de 1.200 en Cartagena. Cifras que posicionan a la empresa como la quinta en capacidad eléctrica instalada en la Península Ibérica. Asimismo, posee un 12% del capital social del Medgaz, gasoducto submarino que une Argelia y España. En su conjunto, GDF Suez registró el año pasado un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 16.500 millones de euros, de los que 1.061 procedieron de su división europea. Sin embargo, el área de España y Portugal lo lastró en 59 millones. Las últimas cuentas disponibles en el Registro Mercantil de GDF Suez Energía España arrojan un beneficio de apenas 1,13 millones en 2010. Camina en el alambre.
'Colaborar' en función de resultados
Ante este escenario, Ordóñez se refirió al mantra del ministro de Industria, José Manuel Soria, que insiste en que Administración, operadores y usuarios contribuirán proporcionalmente a acabar con el déficit de tarifa. "Nuestra aportación debe ser proporcional a la cuenta de resultados, no a la generación", subrayó, al tiempo que pidió un análisis en profundidad de quién y qué tipo de tecnologías pueden colaborar. "En este escenario de crisis, el Gobierno debe decidir qué tipo de negocio quiere tener", aseguró en clara referencia al elevado coste en primas para subvencionar las energías renovables, que en su opinión no han pagado ni de lejos su parte de la factura. "La moratoria a las energías renovables es cosmética. Hay 11.000 megavatios en el Registro con derecho a primas", zanjó la directiva.
En el fondo, GDF Suez vive en sus carnes el drama en España de los ciclos combinados, una tecnología impulsada por el propio PP en su anterior etapa en el Gobierno -de la mano del actual presidente de Red Eléctrica, José Folgado- para cubrir eventuales problemas de suministro, entonces sobre la mesa. Diez años después y con la demanda bajo mínimos, las centrales apenas alcanzan un factor de carga del 18% de media. Un negocio ruinoso. "En Cartagena está en un 9%, mientras que la de Castelnou está parada", se lamenta Ordóñez. La flexibilidad de estas plantas las ha convertido en un inmejorable back-up para tecnologías como la eólica, aún a riesgo de introducir en el mercado mucha capacidad ociosa.
Tampoco han ayudado a estas centrales otras decisiones políticas, como el decreto para incentivar el carbón nacional aprobado en octubre de 2010, que incentiva el consumo de esta materia prima y reduce las horas de funcionamiento de los ciclos. Las eléctricas estimaron en su momento que la norma en cuestión, en un momento de demanda reducida y mayor producción de renovables, distorsionaba el funcionamiento del mercado liberalizado. Claro que sólo la sociedad gala mantiene el recurso ante el Tribunal de Luxemburgo. "El carbón te saca del mercado. Todas las eléctricas se apuntaron, pero dieron marcha atrás cuando se concedieron los pagos por capacidad. En nuestra opinión son insuficientes", aseveró Ordóñez, embarcada en todo un tour de force regulatorio.
[Fuente: Por Daniel Toledo, El Confidencial, Madrid, 17abr12]
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