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05sep11
Los bancos reconocen que restringen el crédito para atender los vencimientos
Los bancos ni se prestan entre sí, ni emiten, ni conceden crédito. Los enormes vencimientos a los que deben hacer frente las entidades y la falta de liquidez actúan en detrimento del propio negocio de los bancos, que deben utilizar sus recursos para afrontar los pagos de su deuda en vez de conceder créditos, tal y como reconocen desde una entidad.
“En agosto han vuelto los problemas y los síntomas son múltiples. Se han disparado los diferenciales, no hay emisiones... Las entidades están absorbiendo los vencimientos mayoristas con la caída del crédito. Lo que demuestra las tensiones que hay en el interbancario. Además, las grandes entidades tampoco están haciendo las operaciones que son habituales en los bancos”, señala una fuente del sector. Y añade: "Forma parate del proceso de recuperación de la confianza y no creo que se vaya a resolver a corto plazo, llevará los próximos años".
En el último trimestre de este año y, sobre todo, en 2012 las entidades españolas, fundamentalmente las cajas, tienen fuertes vencimientos de la deuda avalada por el Estado que se emitió en 2009, al inicio de la crisis. Esto explica, en parte, la caída del crédito, pero sobre todo echa por tierra la tesis oficial del sector de que no dan crédito porque no hay demanda.
En España los bancos están amortiguando el golpe gracias a la importancia de la base minorista, a la que pueden recurrir para mejorar su liquidez. Sin embargo, más allá de los clientes propios, muchas de las entidades de nuestro país comienzan el otoño sin otras opciones de financiación para las operaciones a corto. “Los inversores no residentes no prestaban a España y sigue sin entrar dinero, a lo que se suma que en los últimos meses no se ha logrado emitir a largo. Son muchas cosas”, explican desde un banco.
Un ejemplo del recurso a los clientes para conseguir liquidez con la que ir afrontando los vencimientos que tienen las entidades son los nuevos depósitos que desafían el límite del 4% marcado por el Gobierno -por encima de ese interés están penalizados en el fondo de garantía- o los bonos al 4,32% que ha lanzado Sabadell para los clientes de la red como alternativa a la guerra del pasivo.
Por otra parte, es llamativa la emisión de Santander en Reino Unido: colocó 1.000 millones de euros en cédulas hipotecarias de Abbey, una emisión que desde el banco califican de buena, ya que asegura que hubo demanda de sobra, aunque la lectura que hacen los gestores no es tan positiva.
Un responsable de tesorería de un banco explica que para que las entidades de nuestro país puedan volver a emitir, "hace falta, primero, que las emisiones del Gobierno vayan bien -y la de bonos a 5 años de la semana pasada fue interpretada negativamente por el mercado debido a la caída de la demanda- y, después, que salgan otros emisores públicos, como el ICO. Después podrán intentarlo los grandes bancos y, si todo sale bien, les seguirán los demás". Y no parece que eso vaya a suceder a corto plazo.
El miedo del interbancario, en máximos de 2009
Las dudas sembradas por el FMI sobre la capitalización de la banca europea y la investigación de EEUU a varias entidades han contribuido a alimentar un miedo que está provocando importantes problemas de liquidez y que han llevado al indicador del estrés del interbancario hasta máximos de 2009.
El viernes el diferencial euribor-OIS -que sirve de indicador sobre el nivel de desconfianza que existe en el mercado interbancario- marcó su nivel más alto desde marzo de 2009 al superar los 70 puntos básicos, por encima de los 69 puntos básicos del 10 de agosto. Tras la caída Lehman Brothers el diferencial alcanzó los 200 puntos, pero después fue relajándose y desde junio de 2009 no había superado los 50 puntos básicos. No estamos en octubre de 2008, pero si se alimenta la espiral, nos acercaremos cada vez más a una situación muy similar, advierten los expertos. Y al final podría afectar a la solvencia.
Desde 2009 el mercado -que no ha vuelto a ser el mismo- se ha cerrado ya cinco veces. Fuentes del sector comentan que “gracias a dios las crisis de liquidez son puntuales”, aunque reconocen que para que se solucionen “es necesario que haya inyecciones de dinero al sistema” y eso pasa por que el BCE extienda las medidas extraordinarias y las subastas a 6 meses. El BCE sigue apoyando a la banca y en agosto dio a los bancos de la región casi 50.000 millones en una “operación suplementaria” y “para hacer frente a las renovadas tensiones”.
[Fuente: Por María Benito, Cotizalia, Madrid, 05sep11]
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