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02mar11
Casi ocho de cada diez euros del patrimonio de los españoles están 'enterrados' en ladrillo
El miedo generado por la crisis financiera global ha disparado la tasa de ahorro [porcentaje de renta disponible que no se dedica a gastos de consumo] en España por encima del resto de países de la zona euro, incluyendo a potencias como Alemania o Francia, que han presentado comportamientos dispares. Asimismo, la exposición de las familias españolas al ladrillo tras el periodo de recesión está también entre los más altos de Europa, ya que casi ocho de cada diez euros (el 77%) de la masa patrimonial de las familias está destinada a vivienda, según estimaciones para el año 2010.
El estudio de 'Ahorro familiar en España' de la Fundación de Estudios Financieros (FEF) remarca que el ahorro interno se perfila como un "elemento clave" para la economía española durante los próximos años hasta el punto de que España podría encontrar en él la solución a su dependencia financiera exterior. En la presentación del documento, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, incidió en la necesidad de que la tasa de ahorro de España -situada actualmente en torno al 18%- se reduzca ligeramente y calculó que una disminución de la misma en dos puntos porcentuales durante 2011 impulsaría el Producto Interior Bruto (PIB) en un 1%, incentivado por el consumo.
De acuerdo a los datos recogidos por el informe, la tasa de ahorro de los hogares españoles se situaba en un 10,8% en el año 2007. A causa de la recesión, el indicador ha presentado subidas en los años sucesivos hasta suponer un 13,5% de la renta disponible española en 2008 y un 18,1% en 2009. En términos absolutos, el ahorro en España ascendió a 131.325 millones de euros en 2009, un 36,7% más que el año anterior debido, en gran parte, a una contracción del 4,1% del consumo de las familias.
El crecimiento del ahorro español debe contrastarse con el resto del de la zona euro. De este modo, la tasa de ahorro media de las familias en la Europa de los 16 supuso un 14,1% de la renta disponible en 2008 y un 15,6% en 2009, por lo que presenta niveles inferiores a los de España. Como se muestra en el gráfico posterior, España presentó comportamientos dispares a los del resto de Europa: en los momentos previos a la crisis, España era el país con la tasa más baja entre los grandes del territorio europeo y, a partir de 2008, el ahorro se disparó hasta convertirse en el mayor de toda la zona euro.
De acuerdo a las declaraciones de José Manuel Campa, una disminución de dos puntos porcentuales sobre la tasa de ahorro familiar, que se ubicaba en el primer trimestre de 2010 en un 18,7%, nos situaría en niveles parejos a los de Alemania. Este retroceso en el indicador, más equiparado con el de los grandes de Europa, sería el que impulsaría el PIB, según apuntó el secretario de Estado. En este sentido, el informe insiste en convertir el impulso coyuntural del ahorro -que en estos momentos tilda como el "ahorro del miedo"- en algo más estructural y señala que el marco actual presenta una oportunidad única para orientar el comportamiento de las familias a fin de diversificar más y mejor sus ahorros.
El ladrillo, un 77% del patrimonio de las familias
El 'boom' inmobiliario hizo percibir la vivienda como un producto de inversión interesante. De este modo, impulsó su presencia en el patrimonio de las familias españolas y se situó en una posición ventajosa frente a la inversión en productos financieros. Así lo explica el estudio 'Ahorro familiar en España', que incide en que "la presente crisis inmobiliaria ha cuestionado esta creencia, al evidenciar que la inversión en 'ladrillo' no estaba exenta de riesgos".
De acuerdo a las estimaciones para el año 2010, respecto al total de la masa patrimonial de las familias en España, el patrimonio inmobiliario representa un 77% frente al 71% que suponía en 1997.
Ante tal situación, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, subrayó la necesidad de que el porcentaje de exposición al 'ladrillo' disminuya, "lo que requiere una reforma fundamental: la de la fiscalidad". El secretario de Estado apuntó que "lo que estaba fiscalmente incentivado hasta el momento era la inversión en vivienda", con lo que respaldó la medida de suprimir la deducción fiscal en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por compra de vivienda habitual a las rentas superiores a los 24.000 euros, instaurada recientemente por el Gobierno, como freno al crecimiento de este indicador e impulso a una diversificación en las inversiones de las familias.
[Fuente: Por S. Oroz, Cotizalia, Madrid, 02mar11]
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